VALENCIA. Las elecciones generales celebradas el pasado 20 de diciembre dejaron una nube de incertidumbre que afecta, además de a la ciudadanía, a los partidos políticos nacionales -ramificaciones autonómicas incluidas- y a las formaciones de ámbito regional. Que no se llegue a un acuerdo para investir a un presidente traerá consigo unos nuevos comicios estatales en torno al mes de mayo, lo que someterá otra vez a examen a las organizaciones políticas, una circunstancia que también está influyendo en la manera de llevar las negociaciones: mientras por un lado se intenta acercar posturas, por el otro no se descuida la manera de sacar rédito político si no hay acuerdo ante una eventual revancha en las urnas. Difícil escenario para un pacto, como el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reconoció este jueves.
Con esta premisa, las lecturas nacionales no siempre coinciden con las autonómicas. En el caso de la Comunitat, y aunque a todos los partidos implicados -especialmente en la sala de máquinas de una formación- les produce notable desgana la idea de volver a poner en marcha una campaña electoral, existen peculiaridades en el caso valenciano.
Una de las coincidencias con el panorama nacional, y es admitido por estrategas de diferentes formaciones políticas y por diferentes analistas independientes, es que el PP prevé un mejor resultado si hay reedición de los comicios. En general, desde la formación popular consideran que Mariano Rajoy podría recuperar algunos de los 40 escaños obtenidos por Ciudadanos, el partido que lidera Albert Rivera. El mensaje de apelar al voto útil, la seguridad, el orden y la unidad de España, ideas fuerza del discurso del PP, podría funcionar -así lo consideran muchos- para una mejora del resultado del partido de la gaviota. En cualquier caso, y tal como ha quedado la situación, muy bloqueada para los populares, parece la única opción para que Rajoy volviera a ser presidente.
En la Comunitat, la presidenta regional, Isabel Bonig, ha sacado pecho estas semanas con el resultado obtenido por su formación en la Comunitat Valenciana, dos puntos por encima de la media nacional. Aunque no son grandes cifras -solo hay que comparar con el año 2011-, sí es cierto que el PPCV parece recuperar el aliento tras las elecciones autonómicas. Tal vez por ello, y por la propia confianza en que en el ámbito nacional mejorarían las cosas en una nueva visita a las urnas, los populares valencianos están relativamente tranquilos y no temen volver a celebrar unos comicios. Es más, incluso creen que podría servirles para incrementar el desgaste del Consell de Ximo Puig y Mónica Oltra. La otra cara de la moneda, en este sentido, es Ciudadanos (C's). Fuentes de la formación de Rivera en Valencia reconocen que para la formación naranja no sería bueno otro envite electoral tan seguido. Aunque consideran que el resultado ha sido más que aceptable, consiguiendo cinco diputados, opinan que en la recta final de campaña y en los días posteriores se ha flojeado. Una reedición de los comicios sería arriesgada para ellos.
Los argumentos enfrentados de Compromís-Podemos y PSPV
En los comicios estatales celebrados en diciembre, la alianza conformada por Compromís-Podemos bajo el paraguas És el moment consiguió superar a los socialistas valencianos logrando nueve diputados. La coalición tiene confianza en que un nuevo examen ante las urnas no significaría un empeoramiento de los resultados. Entre sus razones, el efecto del carro ganador en la izquierda autonómica -el votante vio cómo su elección puso a la coalición en segundo lugar-, no tener que atravesar de nuevo un convulso proceso para alcanzar un pacto e incluso, la opción de absorber parte de los 111.000 votos que logró Unidad Popular (Izquierda Unida), que tendrá un papel complicado al no haber conseguido diputado el 20 de diciembre. No se descartan nuevas negociaciones.
Así, en conjunto, y aunque en Compromís-Podemos son conscientes de que es un voto en clave nacional y dependerá en buena parte de cómo sean -y cómo se rompan principalmente- las negociaciones en Madrid, no observan una capacidad de reacción determinante desde el PSPV para lograr un estirón relevante en una nueva visita a las urnas.
No obstante el PSPV, desde donde tampoco se renuncia a dar un mordisco a los votos de Izquierda Unida (la participación del 76% en la Comunitat invita a pensar solo en posibles trasvases de sufragios más que en nuevos electores), espera precisamente que el mensaje nacional de un acuerdo imposible debido a condiciones de Podemos como el derecho a decidir de Cataluña calen en el electorado. Si esto se produce y los socialistas consiguen aglutinar en torno a su marca la figura del cambio desde el centro izquierda, sí podría funcionar el argumento del voto útil y, con ello, podría crearse un efecto 'ola' que mejorara el resultado en todas las autonomías.
Cuidado, Cataluña está ahí
Por si fuera poco, otro factor determinante apunta a producirse previamente a la posible reedición electoral del 20D: la repetición de las elecciones catalanas. Si Junts pel Sí y la CUP no llegan a un acuerdo en las próximas horas, los comicios deberían ser convocados posiblemente para marzo. Cabe recordar que En Comú Podem fue la fuerza más votada en Cataluña en las generales logrando 12 escaños y el PSC sufrió una caída reseñable, perdiendo seis escaños (de 14 a 8) respecto a 2011 aunque con un ligero ascenso en número de votos respecto a las autonómicas.
Con estos antecedentes, las previsiones para unos comicios regionales son inciertas. Si En Comú Podem concurre bajo esta fórmula y cosecha un gran resultado y el PSC se estrella, podría ser una rampa de lanzamiento de cara a las generales, aunque también podría producirse un efecto de movilización en el voto más centralista del resto de España. Un argumento que esgrimen los socialistas de cara a una posible mejoría en Cataluña, pero que a juicio de Compromís-Podemos no tendría influencia reseñable en la Comunitat: "Los socialistas valencianos y el propio Ximo Puig no tienen un discurso marcadamente españolista como otras federaciones del PSOE", comenta un alto cargo de Compromís.
Por otro lado, tampoco se descartan nuevas coaliciones de cara a las elecciones generales: ya se habla incluso de una posible alianza entre En Comú Podem y ERC para una candidatura al Congreso. ¿Alguien da más?