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debate interno en el psoe

Puig refuerza su alianza con Susana Díaz para dejar a Sánchez en el alambre

El líder valenciano asume las tesis de la andaluza y rechaza un retraso del congreso federal, que debe celebrarse en febrero o marzo y que complicaría mucho las opciones para que Sánchez fuera candidato si se repiten las elecciones

29/12/2015 - 

VALENCIA. Días atrás, la presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general socialista en esta región, Susana Díaz, también conocida en algunos sectores del partido como la "máxima accionista" del PSOE, manifestaba públicamente su rechazo a cualquier combinación que permitiera a Mariano Rajoy volviera a ser presidente pero, al mismo tiempo, se oponía a ningún "aventurismo político" y "oportunismo", en un claro mensaje lanzado hacia la posibles negociaciones con Podemos que apuntaba el líder socialista, Pedro Sánchez.

Si bien es cierto que en el PSOE es unánime la premisa de que para negociar con Pablo Iglesias éste debe abandonar su posición sobre el derecho a decidir de Cataluña, tampoco parece que suscite demasiado interés en las filas socialistas que haya un entendimiento con Podemos. Una situación que, además, no sería suficiente para investir aPedro Sánchez, que debería obtener además el respaldo de algunas fuerzas nacionalistas o directamente independentistas del arco parlamentario.

El valenciano, Ximo Puig, que ha fortalecido en los últimos tiempos su relación precisamente con Susana Díaz, por quien en su día apostó para liderar el PSOE, se ocupó este lunes de recordar que la suma de las dos formaciones "no da para gobernar", si bien remarcó que se debe "hablar" con Podemos como él hace "todos los días", recordando así el pacto que mantiene en la Comunitat Valenciana con Compromís y el partido de Iglesias. No obstante, y pese a esta alianza con la formación morada en el ámbito regional, el líder del PSPV evidenció este lunes que no tiene intención de salirse de la línea trazada por Díaz.

En este sentido, el presidente de la Generalitat se manifestó en la misma onda que la referente andaluza para recalcar que el congreso del partido debe celebrarse "cuando toca". Es decir, el próximo mes de febrero, y no retrasarse como había apuntado la Ejecutiva Federal del partido, además de remarcar que en esta cita habrá que dar la palabra a las "bases" del partido. Preguntado por si el candidato del PSOE debe surgir de unas primarias si hay nuevas elecciones, Puig recalcó que "lo normal" es que "las bases tengan la oportunidad de decidir".

De esta manera, el líder valenciano, quien había llegado a señalar que no asistiría al comité federal celebrado ayer por problemas de agenda, mostró de nuevo su sintonía con Susana Díaz. Un hecho que no pasa desapercibido en un momento en el que el actual secretario general del partido, Pedro Sánchez, se encuentra en una posición difícil. Públicamente ha descartado una 'grosse koalition' o abstenerse para permitir que Rajoy siga siendo presidente y, de la misma manera, tal y como acordó con los barones del PSOE, ha anunciado la condición para negociar con Podemos de que abandonen la bandera del derecho a decidir de Cataluña.

Con este escenario, y si no cede ninguna de las partes, todo apunta a una reedición de las elecciones de difícil pronóstico para Sánchez, quien se jugaría todo a apelar al voto útil señalando a Podemos como culpable de la ruptura. Ahora bien, el comité de este lunes evidenció que el actual líder del PSOE no tiene el camino despejado. La división de opiniones entre diversos barones sobre la opción de retrasar o no el cónclave socialista previsto para febrero centró buena parte del debate del Comité Federal: y es que de tener que repetirse las elecciones, el cónclave socialista quedaría justo en el medio del calendario, por lo que Sánchez tendría que enfrentarse -quién sabe si a Susana Díaz- a un examen sobre su liderazgo.

En esta situación, resulta clave no retrasar -en ello coinciden Díaz y Puig, entre otros- el congreso federal de la formación, previsto en teoría para el mes de febrero o marzo. El hecho de que Sánchez haya buscado esa opción y que hiciera pública su intención de presentarse, ha causado malestar en distintas federaciones del PSOE después de que el candidato haya obtenido los peores resultados de la historia en unas elecciones generales. Así, las opciones de Sánchez se reducen: si no consigue un pacto para ser investido presidente del Gobierno, podría verse abocado en febrero o marzo a un congreso del partido -si deben repetirse las elecciones éstas se producirían posiblemente entre abril y mayo- en el que Susana Díaz podría dar un paso adelante.

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