VALÈNCIA. Uno de los momentos clave cuando se agota una legislatura es la elaboración de las candidaturas para el mandato siguiente. A todos los partidos -mal síntoma al que no le ocurre- les atormenta el mismo problema: siempre hay más aspirantes a los puestos principales de los que caben. Un embudo con el que deben lidiar los secretarios de Organización de las distintas formaciones y, por supuesto, los líderes de los partidos, que tienen la última palabra a la hora de conformar las listas; salvo que para ello exista un proceso de primarias como el que realiza Compromís, que también tiene sus propias peculiaridades y problemas.
En los últimos días, se viene avanzando en los pasos preceptivos para la citada elaboración de las listas en el PSPV-PSOE que lidera Ximo Puig. Así, las asambleas en la ciudad de València ya han votado a sus favoritos respecto a la propuesta presentada por la secretaria general local, Sandra Gómez, mientras que este proceso de voto entre la militancia también se está llevando a cabo en la provincia de Valencia.
Una provincia en la que el resultado final de las listas podría conllevar una modificación de la estructura de familias del PSPV presente en los últimos 30 años. La debilidad de algunos grupos históricos y el surgimiento o consolidación de otros nuevos apunta a reflejarse en las distintas candidaturas, especialmente en la capital y en la provincia de Valencia.