El gigante chino Wanda surge como esperanza para retomar un macoproyecto de 6.000 millones que fue aparcado por la crisis y que sigue bloqueado por la justicia
VALENCIA. Más de cuatro años han pasado desde que el empresario Jesús Ger asumiera la necesidad de un inversor para acometer el más que ambicioso proyecto Marina d'Or Golf, valorado en la friolera de 6.000 millones de euros. El último en sonar ha sido el gigante chino Wanda, que se convierte ahora en la gran esperanza para retomar el desarrollo del megacomplejo -el Diario del Pueblo de China informó este martes su interés-. No obstante, la misma Marina d'Or pone en cuarentena esta información.
Pese a que Marina d'Or -el complejo ya construido al norte de la localidad de Oropesa del Mar- ya sorprende a los visitantes por su extensión y envergadura, sus dimensiones lo convertirían en el hermano pequeño si el macroproyecto de los tres campos de golf llega algún día a convertirse en realidad.
Precisamente su elevado coste y las heridas de la crisis económica parecen haber disuadido a los inversores, todo pese a que con Wanda ya son tres los poderosos grupos que han sido vinculados a su desarrollo.
El primero fue el dubaití Al Habtoor Trading Enterprises. Una visita a Oropesa de su presidente, Rashid Khalaf, que llegó a anunciar en la localidad su intención de "entrar como inversor", dibujó el espejismo del resurgir de Marina d'Or Golf en 2011.
El dirigente llegó a fotografiarse con el dueño de Marina d'Or, Jesús Ger, pero nada más se supo del presunto interés de la firma de Dubái en el megalómano proyecto, que contempla la creación de siete hoteles y abarcaría una superficie -nada más y nada menos- de 18 millones de metros cuadrados.
Más fugaz y rocambolesca fue la irrupción del segundo gran grupo llamado a invertir en Marina d'Or Golf: la del conocido empresario norteamericano Sheldon Adelson en junio de 2012. Sobre la bocina, Jesús Ger trató de atraer al PAI el polémico proyecto de Eurovegas.
En un comunicado, Marina d'Or Golf se atrevía a subrayar similitudes entre su proyecto y Eurovegas con el fin de convencer al magnate. "Hay al menos dos puntos de convergencia entre las personalidades de Sheldon Adelson y de Jesús Ger, el hacer las cosas bien y el hacerlas con inmediatez", rezaba el escrito, un argumento este último que parece más bien una ironía dado el estancamiento de ambos proyectos.
Para desgracia de Ger, la intentona que fue descartada prácticamente de forma inmediata por Las Vegas Sands Corporation, la firma de Adelson. La compañía tuvo la deferencia de "agradecer" la propuesta, pero dejó claro que sólo le interesaban Madrid y Barcelona.
Ahora quien ha saltado a la palestra es la todopoderosa Wanda de Wang Jianlin, el hombre más rico de China. El Diario del Pueblo -oficial en el país- hablaba este martes del interés del grupo por adquirir "el 75% de las acciones del complejo de vacaciones español Marina d'Or", una información que fue aclarada de inmediato por la firma castellonense, que concretaba que el holding sólo estaría interesado en Marina d'Or Golf.
Pese a la aclaración, no se puede descartar ninguna posibilidad. Fuentes de la compañía asiática ni confirman ni desmienten los contactos, y, según la noticia del periódico chino recogida por la agencia EFE, Wang Jianlin habría llegado a visitar las instalaciones de Marina d'Or.
La enseña castellonense se suma al misterio de Wanda y tampoco confirma ni desmiente que, pese a que el complejo ya construido no está en venta, pudiera ser este el que ha despertado el interés del empresario y no el que está por desarrollar.
Lo que sí pone en tela de juicio Marina d'Or es la elevada inversión atribuida a Wanda, de un total de 1.200 millones de euros. "Por esas cifras no hay ninguna negociación en estos momentos", aseveraron a preguntas de Valencia Plaza.
En la misma línea, fuentes del sector inmobiliario consultadas por este diario tildaron la cantidad de "descabellada, tanto para la compra de Marina d'Or como de Marina d'Or Golf".
Los solares del PAI de Marina d'Or Golf que están en manos de Jesús Ger ascienden a un total de 175 millones, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil por la sociedad que aglutina los inmuebles. No obstante, el valor total del PAI es difícil de calcular, puesto que incluye terrenos que todavía no son propiedad de la firma.
A la dificultad de hallar inversor para un proyecto de semejante envergadura se han sumado los problemas judiciales del PAI, que en estos momentos se encuentra anulado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat (TSJCV) por incumplimientos en materia medioambiental. Esta decisión fue recurrida y se encuentra a la espera de resolución.