VALENCIA. "Necesitamos un pelotazo, que una startup española se convierta en un referente". Alberto Gutiérrez, CEO de Aquaservice y cofundador de Plug and Play España opinó este jueves que nada como un "supercaso de éxito" contribuiría más al despegue definitivo del emprendimiento en España, en concreto en la financiación de los proyectos. [FOTOGALERÍA]
En su opinión, existen buenos proyectos e inversores dispuestos privados dispuestos a invertir en ellos, pero algunos de los últimos fracasos en proyectos, en particular de economía colaborativa, provoca que todavía exista cierto "miedo".
Gutiérrez se pronunció en estos términos durante su intervención en el debate La financiación de la innovación como fallo de mercado en el Foro Cañada Blanch, moderado por el director del IVF, Manuel Illueca. Junto a él, participaron en el coloquio Javier Jiménez (Lanzadera) y José Manuel García Trany, recién nombrado por Bankia responsable de Negocio de Empresas en la Comunitat.
El empresario, que este año fue distinguido con el premio Jaime I al Emprendedor, consideró que, a la hora de conseguir financiación para nuevos proyectos emprendedores, el papel de la administración ha de ser el de "poner las cosas fáciles" eliminando burocracia.
El cofundador de Plug and Play consideró que actualmente las startup aún deben seguir recurriendo a inversores privados porque la banca tradicional aún "no está adaptada". El papel de la administración, a su juicio, debe ser el de "facilitar que el inversor privado pueda asumir riesgos".
Por su parte, Javier Jimenez consideró que la administración debe tener su cuota de mercado para "facilitar que las cosas pasen" y asumir más riesgo que las entidades privadas a la hora de financiar proyectos de este tipo y, también, a la hora de legislar.
"La administración ha de ser más ágil para eliminar barreras y permitir que los nuevos negocios crezcan. Y debe ser más ágil en el análisis de riesgos. Nadie va a financiar a un emprendedor tecnológico viendo su balance, por lo que hay que ser innovadores en el análisis de riesgos", cosideró el director general de Lanzadera.
Para Jiménez, si existe dinero y talento, los financiadores se han de reinventar para adaptarse a los nuevos tiempos.
Illueca, como representante de la administración en el coloquio, consideró que los cambios jurídicos para delimitar las responsabilidades son la primera innovación que ha de introducir el sector público. "A la administración le pedimos cosas que, con el marco actual, apenas puede dar. Y con mucho esfuerzo personal", añadió.
Trany, quien coincidió con Alberto Gutiérrez en que la administración ha de ser facilitadora para que los buenos proyectos encuentren financiación, explicó que las entidades tradicionales dirigen sus recursos a proyectos para los que claramente se observan ciclos de retorno de caja.
Por otro lado, el director de Investigación del IVIE y catedrático de la Universitat de València, Francisco Pérez, destacó durante su intervención para cerrar la segunda y última jornada del foro que la Comunitat sufre "debilidades" que le impiden avanzar al mismo ritmo que otras regiones españolas.
En sus conclusiones sobre la tercera edición de este foro organizado por la Fundación Cañada Blanch, IVIE, LSE, AVE y Bankia, Pérez destacó que el sistema valenciano de innovación (SVI) es "más pequeño, porque muchas empresas no innovan porque son demasiados tradicionales, sus empresarios no contemplan la innovación como una necesidad o su tamaño no le permite asumir los riesgos".
Además, la integración entre las distintas partes del SVI "no es buena: no hay suficiente colaboración y cooperación entre Universidades, empresas, institutos tecnológicos" y, además, "los recursos públicos para apoyar la innovación son escasos". Según el director del IVIE, "los instrumentos financieros están poco desarrollados para responder a las necesidades de los proyectos muy innovadores".
Para paliar estas dificultades propuso extender la cultura innovadora a las empresas; lograr que las empresas inviertan más en I+D+i; conseguir un sistema regulatorio favorable a la innovación, no solo para las grandes empresas, también para las pymes; apoyo financiero, público y privado, más diversificado; y mostrar grandes casos de éxito que animen a otros a intentarlo.