¿Quién dijo que el jefe se iba a quedar sin rascarse el bolsillo? Bonos, cajas, cestas de Navidad y videoconferencias masivas se encargarán de evitar semejante injusticia
VALÈNCIA. Estas Navidades pueden ser las más confusas de tu vida o las más divertidas que se recuerden, según la actitud que adoptes ante las adversidades. ¿Que no puedes ver a tu suegro? Pues te ahorras las conversaciones sobre inversiones en bolsa. ¿Que tu cuñado no podrá fardar de coche nuevo? Es una lástima que nadie vaya a escuchar ese gran hito. De repente hay menos comensales en la mesa, lo que se traduce en menos platos por fregar, y resulta que puedes elegir el menú en función de tus preferencias, e incluso brindar con un vino que merezca la pena. Sin embargo, ¿sabes que es lo mejor de todo? Que no hay cena de empresa. Así que ni carreras por enfundarte el traje mientras apagas el ordenador, ni conversaciones políticamente correctas con tres copas de más y adiós al karaoke donde compites por ser el hazmerreír durante meses.
Y ahora que hemos frivolizado, la triste realidad: te vas a perder la única comilona del año en la que tu empresa apoquina por ti. La reducción de aforo en los restaurantes y la limitación de las reuniones a grupos de seis, impuestas por la difícil situación sanitaria del Covid-19, han dado al traste con esta longeva costumbre laboral, de la que todos nos quejamos, pero que en el fondo todos agradecemos. Esto se traducirá en pérdidas millonarias para el sector de la restauració, ya bastante tocado por la pandemia. Según Hostelería de España, se prevé que la facturación de los restaurantes en la campaña de Navidad caiga hasta 6.000 millones de euros, menos de la mitad que el año pasado. Así que las empresas del sector no paran de inventarse nuevos recursos a fin de amortiguar el batacazo, incluyendo originales alternativas a las cenas de empresa.
Ya seas empresario o currito, te alegrará saber que no todo está perdido. Comer sin trabajar no se debe tolerar, pero lo opuesto tampoco, y es por eso que venimos dispuestos a contarte cómo se están configurando las cenas de empresa en tiempos de distopía. Por si te animas.
La patronal de los hosteleros, principal interesada en que no se pierda el pan, se ha preparado para el temporal. A principios de diciembre, Hostelería Valencia puso en marcha la campaña 'Regala Hostelería', con la que se pretende incentivar el consumo en restaurantes mediante tarjetas navideñas bonificadas. El objetivo es que las empresas se las regalen a sus trabajadores para que ellos se puedan reunir por grupos o, sencillamente, las disfruten con sus familiares, en cualquiera de los más de 70 establecimientos participantes de la provincia de Valencia. El importe lo decide cada cliente, pudiendo ser de los 25 a los 150 euros, que es posible consumir en una misma ocasión o acudiendo a diferentes restaurantes hasta que se agote la cuantía. El bono tiene un plazo de validez de tres meses -desde el 1 de diciembre hasta el 28 de febrero-.
"De momento nos están llegando empresas de diferentes sectores que están interesadas en la iniciativa, pero también particulares, porque la idea se hace extensible al público en general", afirma Manuel Espinar, presidente de la Federación. Tan solo hay que ponerse en contacto a través del correo (info@fehv.es) y especificar las necesidades de cada caso. Esto es lo que hizo Aúna Especialidades Veteriarinas, cuyos directivos conocieron la iniciativa y dieron a elegir a sus trabajadores si preferían recibir la tradicional cesta o un bono hostelero por valor de 60 euros. Un total de 41 empleados optaron por lo segundo. "Es una manera de paliar el impacto que va suponer este año la pérdida de la campaña de comidas y cenas de empresa. Con la compra de esta tarjeta no solo se apoya al hostelero, sino a todos los proveedores, productores, agricultores y, en general, la cadena de valor que está conectada con la hostelería", afirma Espinar.
El streaming ha llegado a nuestras vidas para quedarse. Así como nos hemos acostumbrado a las reuniones por videoconferencia, podemos hacer lo propio con las cenas de empresa y compartir la cita con numerosos compañeros de trabajo. Lo que viene siendo reubicar el restaurante en casa. Algunas empresas han optado por organizar quedadas navideñas y las plataformas masivas de delivery han respondido al instante. Es el caso de Glovo, que ha creado un apartado específico para que las empresas escojan menús -simple (30 euros), medio (50 euros) o de lujo (70 euros)- y se los envíen a la vez a sus empleados. Para ello hay que indicar el número de participantes en la cena virtual, las direcciones postales en las que se entregarán los platos, así como la fecha y hora de entrega. Cada comensal podrá elegir el tipo de comida que le apetezca de entre las veinte categorías que se ofrecen. Desde opciones clásicas a restaurantes con Estrella Michelin, porque recordemos que en Madrid sirven GoXO, de Dabiz Muñoz, o CoquettoGo, de Mario Sandoval.
Si eres un sibarita, o sencillamente no quieres que una plataforma masiva se lleve una parte del beneficio hostelero, también puedes sugerirle a tu jefe que ordene el encargo directamente al establecimiento. Hay restaurantes de primer nivel, como Ricard Camarena o Quique Dacosta, que están presentando menús navideños en formato caja. De hecho, las propuestas de hasta 90 establecimientos de toda la Comunitat están recogidas en el Catálogo de Menús de Navidad de la Confederación Empresarial de Hostelería y Turismo de la Comunitat (Conhostur), que por primera vez se abre al formato delivery, entendiendo que es una opción necesaria para salvar las restricciones de carácter horario y de aforo que este año marcarán las fiestas. Si eres de Valencia, ¿qué te parece pedir a Casa Manolo o a Lienzo? En Alicante, están El Caldero y El Sorell. Y si eres de Castellón, ¿conoces la Tasca del puerto náutico? Comida para llevar en formato fiesta.
Pero volvamos sobre Quique Dacosta, reconocido con el Premio Delivery Hedonista 2020. El chef acaba de presentar la propuesta QDelivery Navidad, únicamente para los días 24, 25 y 31 de diciembre. Incluye platos muy navideños, que han sido especialmente concebidos para la ocasión, como el pollo coquelet glaseado relleno de foie y setas, o la caldereta de langosta con patatas y refrito de frutos secos. Además, tiene otras cajas disponibles para cualquier momento, que distintas empresas están haciendo valer como comidas o cenas empresas. "Hay compañías que tienen varias sucursales y, este año, optan por hacer encuentros virtuales online. Para ello disponemos de una caja 'Aperitivo' o 'Vermut', con variedad de productos a elegir que puede viajar por territorio nacional. Recientemente un cliente nos ha solicitado el envío de 80 cajas por toda España y han realizado su evento anual online", exponen desde el grupo de Dacosta.
Si la celebración es en Valencia o alrededores, la caja se envía al momento con el menú elegido para que los empleados o clientes disfruten de la experiencia gastronómica de Vuelve Carolina, Mercatbar o Llisa Negra en donde indiquen, pero todos al mismo tiempo. Y por último, disponen del formato catering que llega hasta la oficina: "Las empresas están solicitando cada vez más nuestro QDelivery de cajas de desayuno o comida, ya sean completas o individuales. Adaptamos la composición de la caja a un presupuesto y diseñamos según el gusto del cliente".
Si la compañía no se rasca el bolsillo en la cena, que se lo rasque en otras cosas, ¿no? Las cajas de Navidad están experimentando un repunte sin precedentes, que los fabricantes no se acaban de creer. A principios de diciembre, ya estaban en cifras de 2019, y eso que habitualmente el 50% de ventas se producen conforme avanza el mes. También se han incrementado los importes, que han pasado del rango de 30-50 euros a los 50-100 euros de media, con productos mucho más selectos en el repertorio."Es importante aclarar que no es una circunstancia de lo que nos alegremos especialmente, porque deriva de una crisis sanitaria. A la vez tenemos clientes que lo están pasando muy mal y otros que han tenido que cerrar sus empresas", afirman desde Grupo Disber. La compañía ya quiso mostrar su solidaridad con el sector hostelero en verano, cuando envió una cesta especial de regalo a sus clientes, y ahora afronta la Navidad con cautela.
En Disber tienen tres líneas: la tradicional, con productos clásicos; la exquisita, donde todo es de la firma Vegamar; y la exclusiva, en la que se incluyen productos nacionales de distintas marcas con rango gourmet, presentados a su vez en formatos especiales, como baúles, bandejas, cajas surtidas o estuches jamoneros. "La cesta tradicional sigue siendo la más vendida, aunque es cierto que este año con más productos de los habituales. Hay muchos trabajadores que prefieren un lote de turrones, polvorones, quesos, patés y otros alimentos típicos para usar en las cenas antes que un vino muy caro", explican. A su vez, aseguran que han registrado un volumen de encargos parecido, "porque hemos ganado clientes, pero otros han tenido que cerrar", aunque las empresas han invertido más en cada una de las cestas para recompensar a sus trabajadores. ¿Que otra cosa cabe esperar? Un último llamamiento para todos los jefes: son tiempos difíciles para todos, en los que previsiblemente vamos a pasar mucho tiempo en casa, así que puestos a quedarnos sin cena de empresa, que el jamón y el queso sirvan de bálsamo para los ánimos.