Enrique Bañuelos. Foto: EFE/JAUME SELLARTVALÈNCIA. Sigue la sangría en bolsa de las acciones de Inzile, la cotizada nórdica controlada por Enrique Bañuelos, que ayer martes marcaba su enésimo mínimo histórico en el parqué escandinavo. Lo hacía tras encadenar la quinta caída consecutiva y la séptima de las últimas ocho sesiones para cerrar en las 7,77 coronas suecas (SEK) por título, al cambio 0,71 euros.
El fabricante de vehículos eléctricos se desmorona este año en el parqué un 55,50%, que se suma al 69,60% cedido en 2021, tal y como se puede apreciar en el gráfico de YahooFinance. Una fuerte caída en lo que va de ejercicio que más que duplica el 24,70% que se deja el OMX Stockholm 30 Index, es decir, el 'Ibex sueco'.
Y, lo peor de todo, es que la presión vendedora va a más viendo los últimos volúmenes de contratación, que han superado con creces los 19.482 títulos de su media trimestral. Cierto es que ayer solo se intercambiaron de manos 14.671, pero a lo largo de las seis jornadas precedentes lo ha rebasado de manera notoria.
Una Inzile que llegó a sextuplicar su valor antes del anuncio de compra por parte del conocido empresario saguntino, tal y como contó este diario a finales de junio de 2021. A principios de ese superó la barrera de los 60 SEK -entonces el cambio era de casi 6 euros- en lo que fue su máximo histórico. Conviene recordar que debutó en el Nasdaq First North Growth Market, que viene a ser el BME Growth español, el 28 de junio de 2019 a 10 SEK por título.
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La llegada de Bañuelos a la nórdica, que hace tres semanas fue designado presidente, supuso un después en la cotización del valor. Desde que comunicara el deseo de hacerse con ella el 21 de junio de 2021, se ha desplomado un 83,15%. O lo que es lo mismo: se ha dejado en el camino 187,80 millones de euros al cambio, reduciendo su capitalización hasta poco más de 38 millones. Un importe propio de un auténtico 'chicharro' en bolsa.
Mientras tanto Bañuelos sigue metiendo a su gente de confianza en la cúpula de la empresa. Ahí están los casos de su hija Gloria, Rafael Escanez, Yago Méndez y Juan Carlos del Río, que entraban en el consejo de administración tras el visto bueno a finales de 2021 como contó Valencia Plaza. Precisamente éste último ha sido designado nuevo consejero delegado de Inzile. Cargo que ocupó en la filial estadounidense de Astroc allá por 2006 antes de la quiebra de la cotizada valenciana. De hecho, en la nota informativa se recoge que Del Río "tiene una formación internacional con una amplia y completa experiencia en los mercados financieros de los Estados Unidos".
La misión del nuevo CEO es expandir la actividad internacional del grupo, con un enfoque especial en QEV Tech Holding, que pasará a llamarse EVI Mobility. En este sentido no hay que olvidar que la nórdica ya anunció en agosto de 2021, tal y como informó este diario, su intención de entrar en el país de las barras y las estrellas a través de una 'joint venture' con una firma americana. Además, Del Río será el responsable será responsable del área de inversionistas y estrategia global, con el apoyo del actual director financiero (CFO) Peter Wergens.
Inzile ha informado al parqué sueco que EVI Mobility va a desarrollar una nueva instalación para la producción, montaje y comercialización de la nueva plataforma de coches eléctricos (EVI), que se hará en España, debido a la eficiencia de costes y a las altas subvenciones europeas y españolas existentes. En este sentido, QEV Technologies ha recibido recientemente una subvención de 105 millones de euros del programa europeo de electromovilidad, de la cual la mayoría no es reembolsable. La producción del camión ligero eléctrico Pro4 permanecerá en las instalaciones de Västervik (Suecia).
