VALÈNCIA. Cada vez está más cerca que Enrique Bañuelos -a través de eFashion Championship (eFC) de la que es dueño absoluto- se haga con la cotizada sueca Inzile. Un acuerdo que ha sido revisado por las dos partes, según se recoge en el hecho relevante enviado al supervisor nórdico antes de ayer tras el anuncio del pasado 21 de junio. El nuevo supone que Inzile pase a tener el 80% de las acciones de QEV Holdings, que asimismo controla el 19,64% del capital de QEV Technologies. Ambas mercantiles también están en manos del conocido empresario saguntino.
Inzile propondrá en una junta extraordinaria de accionistas, que todavía no se ha convocado, emitir nuevos títulos para permitir que el grupo internacional de electromovilidad eFC se haga con el 63% de las acciones de la cotizada sueca. El objetivo no es otro que crear un 'hub' europeo líder en el sector de vehículos eléctricos y, por otro lado, asegurar los recursos necesarios para una expansión global. En este sentido, la cotizada nórdica pondrá en marcha Inzile USA EV para entrar en el mercado estadounidense, a través de una 'joint venture' con una empresa americana. La filial americana utilizará toda la tecnología de electromovilidad necesaria de QEV Technologies.
El acuerdo está condicionado al visto bueno de los accionistas y a la aprobación del Nasdaq First North Growth Market, con la exención de tener que lanzar una Oferta Pública de Adquisición (OPA). Se trata de un requisito indispensable para llevar a cabo una operación, cuyo plan industrial beneficia a todas las partes y accionistas minoritarios, según el hecho relevante de Inzile a la bolsa sueca.
"La fusión con Inzile llevará a nuestro grupo a un nuevo nivel, permitiéndonos competir globalmente en nuestros sectores de enfoque dentro de eMobility", afirma Enrique Bañuelos en dicha comunicación; mientras Ragnar Åhgren, accionista principal y presidente del consejo de Inzile, tiene claro que este nuevo acuerdo "proporcionará a Inzile una posición más fuerte en QEV Holdings, lo que acelerará el desarrollo de Inzile convirtiéndose en un proveedor verdaderamente internacional dentro de la industria de la electromovilidad".
Por su parte, el consejero delegado de la cotizada sueca, Daniel Wedberg, entiende que "la revisión del acuerdo fortalecerá nuestras posibilidades de desarrollar vehículos eléctricos, tanto para el sector hotelero como para nuestro segmento actual; asimismo aumentará el ritmo de entrega de la próxima generación de vehículos de última milla para el mercado internacional".
Tal y como se anunció el pasado 21 de junio, el consejo de administración y la dirección de Inzile -así como sus operaciones- permanecerán en Suecia; mientras las ventas dentro de la entidad fusionada se canalizarán a través de Inzile Suecia. Además, Inzile -en colaboración con una importante cadena de centros turísticos y con el apoyo de la Organización Mundial del Turismo de las Naciones Unidas (OMT)- ha iniciado un proyecto de desarrollo conjunto destinado a producir un nuevo vehículo turístico para el mercado mundial.
Un acuerdo que incluye un pedido de 96 bólidos eléctricos de eFashion Championship, cuyo valor asciende a 80 millones de euros, donde la cotizada sueca se encargará de la gestión del proyecto del pedido, incluyendo el abastecimiento de la capacidad de entrega de QEV Technologies, así como de otros proveedores. La orden generará un margen neto total 8 millones de euros para Inzile.
Mientras tanto las acciones de la compañía nórdica no levantan cabeza tras el anuncio de Enrique Bañuelos, tal y como contó esta misma semana Valencia Plaza. Desde su comunicación al regulador escandinavo, los títulos se han precipitado un 37%, que contrasta con la subida del 5% del OMX Stockholm 30 Index, el 'Ibex 35' del parqué sueco como se aprecia en el gráfico inferior.