VALÈNCIA. Una obra propia, una que le ha marcado y otra que le gustaría haber hecho para dar forma a un reto: autodefinirse en tan solo tres piezas. Desde Culturplaza proponemos a diferentes agentes culturales valencianos jugar a los autodefinidos para conocer mejor su trabajo, gustos e inquietudes, y todo ello a través de las piezas (propias y de otros) que mejor captan su esencia. 

En esta peculiar biografía los artistas se ponen frente al espejo para describirse a través del arte que les rodea. 

Hoy juega a los ‘Autodefinidos’ el artista Carlos Sáez.
 

Una obra propia

- ¿Qué trabajo encapsula mejor tu esencia?

- Cloaque.org 

Cloaque.org (2011) fue una galería de arte digital que cofundé junto a otrxs artistas, concebida como un gran cadáver exquisito online donde creadorxs de todo el mundo iban prolongando una obra colectiva interminable. Lo elijo porque refleja varios aspectos que más me interesan de la creación: la colaboración, el impulso de una escena emergente, la experimentación y la intuición de abrir camino en un terreno que todavía generaba dudas. En su momento mucha gente no entendía del todo la propuesta, pero esa resistencia me animó a seguir adelante; con el tiempo, el arte digital se consolidó y Cloaque quedó como un proyecto adelantado a su época 

Una obra prestada

- ¿Qué pieza de otro creador le ha marcado?

- Mental Wealth 

Chris Cunningham “Mental Wealth” (1999) sacudió a toda una generación al usar un lenguaje totalmente inesperado para la televisión. Esa ruptura me inspiró en mi serie Morphological Freedom en Instagram, donde exploraba modificaciones corporales en una red social pensada entonces para compartir escenas cotidianas. Esto lo comencé antes de la existencia de los filtros; recuerdo un vídeo en el que me alargaba la lengua que muchos creyeron que era real. El año pasado me disfracé de Fi Fi en Halloween como homenaje personal a esta obra de Cunningham. 

Una obra soñada

- ¿Qué obra de otro creador le habría gustaría hacer?

- EcceHomo de Borja, de Cecilia Giménez

La única obra de otra persona que siento que me representa hasta el punto de desear haberla hecho yo es la intervención del Ecce Homo de Borja. Ese gesto, accidental y radical a la vez, encarna muchos de mis ideales sobre lo que el arte puede y debe ser: libre, imperfecto, transformador y capaz de alterar la percepción colectiva. Además, me inspira cómo algo inicialmente criticado y visto como una catástrofe terminó por convertirse en reclamo, ganando más valor y elevando incluso lo que antes pasaba desapercibido. Tiene todo lo que me gusta y todo lo que creo que el mundo necesita.