VALÈNCIA. Si algo caracteriza al empresario Antonio Calero es su inconformidad y un incansable 'apetito inversor' que le han llevado a emprender nuevos proyectos en la ciudad y retomar el que fuera la joya de la corona de su plan de expansión: un hotel cinco estrellas de lujo en la playa Malvarrosa, un entorno que conoce muy bien. Y es que es en la Marina de València donde se encuentra su local más emblemático el 'Marina Beach Club', pero también el segundo negocio que actualmente tiene en pie su empresa, el restaurante Panorama.
El empresario, que desde julio es propietario al 100% de la compañía Recaba Inversiones Turísticas, se encuentra en plena ampliación de su negocio y es ahora cuando ha decidido dar un impulso a este proyecto hotelero en la ciudad que estaba parado varios años. De hecho, para rentabilizar la inversión que había realizado con la compra del inmueble había optado por alquilar el bajo comercial a la firma low cost de regalos, complementos y decoración Ale-Hop por 200.000 euros anuales.
Sin embargo, considera que es ahora el momento de reanudarlo y pedir la licencia municipal necesaria para iniciar las obras, especialmente tras el recién nombramiento de València como Capital Mundial del Diseño en 2022 y el auge turístico que vive la ciudad. Es precisamente diseño y lujo la esencia que caracterizará este establecimiento que, además, aprovechando su bajo a los pies del paseo marítimo contará con un restaurante dedicado al producto estrella de la gastronomía valenciana: el arroz.
"El turismo tanto nacional como internacional que llega a la ciudad se ha disparado y, además, es un público cada vez más exigente. De ahí la idea de hacer un hotel cinco estrellas de lujo en la playa mirando al mar. Es un proyecto 100% de diseño valenciano que incorpora a reconocidos diseñadores y empresas del mueble", explica Calero a este diario. la inversión prevista, entre compra del inmueble y adecuación de sus instalaciones, rondará los 20 millones de euros.
Evocando al pasado, el establecimiento llevará por nombre Gran Hotel del Puerto, un guiño a un antiguo hotel de afamada reputación ubicado frente al edificio de Calabuig y que la Guerra Civil destruyó. Su aspiración es conseguir la máxima calificación de calidades hoteleras y ser un emblema en la cornisa marítima de la ciudad.
El edificio cuenta con bajo y cuatro alturas siendo la última zona de áticos, todas ellas estarán destinadas a las habitaciones para los futuros huéspedes. Aunque en un principio se barajó la cifra de 50 estancias, finalmente serán 60 suites equipadas con altas calidades y amplios espacios.
Una de sus singularidades es que cada una de las cuatro plantas estará diseñada y decorada íntegramente por un diseñador local o una gran empresa del sector de mueble. Los elegidos son Andreu World, Viccarbe, Punt Mobles y Point. "Cada uno se quedará una planta y libremente escogerá el mobiliario y su diseño", explica el empresario que detalla que con esta iniciativa se quiere promover figuras valencianas con nombre propio. Así, cada una de las alturas que cada firma trabaje llevará su nombre, una fórmula para promover entre los turistas el sello valenciano.
A falta de definir algunos detalles estructurales, lo que sí está claro es que dentro de las instalaciones se ha proyectado una gran piscina interior que estará integrada con la decoración de todo el inmueble y rodeada de amplia vegetación. Será el eje central en donde girará el resto de las plantas, la recepción y la arrocería.
La previsión es que abra en 2022, aunque todo dependerá de la tramitación administrativas de las licencias en el consistorio valenciano. "El objetivo es que esté terminado y operativo ese año para que sirva como nuevo escaparate del diseño valenciano ante la capitalidad de la ciudad como sede del diseño mundial", remarca.