Me parece un momento ideal para arrancar nuestras experiencias en Berlín, no solo por ser la capital de Alemania, sino por otros muchos motivos que la hacen indispensable.
Ha jugado un papel clave en la historia en nuestro entorno geográfico, desde ser la capital del reino de Prusia, hasta la capital del Tercer Reich, ejerce una influencia clave en la unión europea, fue dividida, y su muro y posterior caída del mismo, son un símbolo de la historia moderna, con todo lo que ello simbolizo en el mundo...
Su actividad cultural y artística llevaron a que en el 2006 la UNESCO la eligiera como Ciudad Creativa. Hoy es una ciudad vital, donde un encuentro con ella, desde diferentes ángulos supone una experiencia singular y enriquecedora. Recorrer sus tabernas repletas de diferentes cervezas, para nosotros un espectáculo, no estamos acostumbrados, o disfrutar de su gastronomía, en un lugar característicamente alemán, es realmente acogedor. Recuerdo el Restaurante ZurletztenInstanz, fechado en 1621, un local que transpira el sabor berlinés en todos sus rincones, de madera y perfectamente conservada, por supuesto con motivos cerveceros. La construcción forma parte de ese desarrollo de casas sencillas y como máximo de tres alturas que evoluciono desde el siglo XIII a lo largo de lamuralla medieval. Por supuesto sufrió las consecuencias de la 2ª guerra mundial y tuvo que ser fielmente restaurada, para abrir de nuevo sus puertas en 1963. Es apasionante imaginar cómo debía ser el ambiente y el entorno hace 4 siglos en ese mismo espacio.
Por supuesto todo ello junto al barrio de NIKOLAIVIERTEL, un auténtico salto en la historia al medievo. Posiblemente unos de los lugares preferidos de quienes visitan Berlín. Se trata de la zona residencial más antigua de la ciudad. Ya en la edad media esta zona estaba cruzada por una ruta comercial, lo que favoreció el asentamiento de artesanos y comerciantes en el cruce del río con la calle. La finalización de la Iglesia de San Nicolás, en el 1200 fortaleció y siguió favoreciendo el asentamiento en su entorno.
Lamentablemente la segunda guerra mundial dejo hecho ruinas todo este espacio, antes repleto de talleres de artesanía, tiendas, tabernas... Sin embargo, entre los años 1981 y 1987, siguiendo criterios históricos, el barrio se reconstruyo con total fidelidad, lo que nos permite viajar a la historia, sus calles, edificios,… Todo pareció renacer y es un paseo para disfrutar de esa maravillosa reconstrucción y ver en realidad como fue la ciudad hace muchísimos años, con detalles de 1237. Contrasta especialmente con el resto de la ciudad, aquí lo hacemos todo a pie, no hay vehículos, y poder disfrutar de muchos de los carteles que explican aspectos históricos de los edificios, algunos de ellos de los más antiguos de Berlín, algunos incluso reconvertidos en museos.
De ese Berlín, con sabor medieval, pasamos a la historia contemporánea. Para mí la ejemplifica lo que es el BERLÍN SUBTERRÁNEO. Berlín se convirtió en el centro neurálgico del “tercer Reich” en la segunda guerra mundial, y esta condición la convirtió en un objetivo militar de primer nivel, la ciudad fue prácticamente arrasada, y los constantes bombardeos a los que se vio sometida forzaron a su población a tratar de sobrevivir en el subsuelo.
La población y el ejército, ya habían desarrollado importantes estructuras subterráneas, destinadas a este fin. Verdaderas fortalezas anti áreas, pasadizos, túneles, escaleras,... Incluso Berlín Oeste desarrolló un plan de emergencia ante una posible guerra nuclear, potenciando los refugios subterráneos.
Descubrir los túneles y pasadizos que se creaban para traspasar el muro, desde un lado a otro de la ciudad.
Adentrarse en una visita por el subsuelo de Berlín es un recorrido apasionante por la historia, duro, sobrecogedor, pero es un testimonio claro de lo que supuso para la ciudad, y de lo que en ella ocurrió. En esta “incursión” que realizaremos, tendremos la posibilidad de adentrarnos y conocer personalmente este apasionante momento histórico. Solo tiene alguna condición para los menores, ya que en algunas visitas no pueden entrar niños de menos de 7 años y en otras deben ser incluso mayores de 18, debido a los contenidos que en ellas se tratan. Un calzado plano, cerrado y resistente, y bien abrigados, y adentrarse en las entrañas de la ciudad.
Saltamos de la edad media, al momento contemporáneo, y luego al actual. Reflejado en la LA ARQUITECTURA CIVIL MODERNA. No es una visita habitual, pero sin duda alguna es muy interesante y nos da una visión moderna y actual de Berlín. Los edificios oficiales del gobierno alemán, incluido el propio Reichtag, parte de su aparato administrativo, senado, etc. Se aglutinan en complejos edificios muy innovadores, una nueva arquitectura que nos ofrece una visión moderna de la ciudad. Muchos de ellos diseñados por Norman Foster, repletos de obras de arte. Suponen posiblemente una pequeña joya desconocida para muchos del Berlín actual, así que de la mano de un guía especializado nos sumergiremos en este interesante recorrido, para conocer personalmente los edificios, su organización y funcionalidad. La dificultad puede venir con el idioma, ya que no es fácil poder realizar esta visita en español. No debemos esperar una visita turística al uso, simplemente una forma moderna de acercarnos al Berlín actual.
Tal vez una visita a uno de los centros de poder actuales, por supuesto en la unión europea, y en occidente. Pero en ese viaje desde la edad media, al hoy, el siguiente plan tiene que ver totalmente con el hoy, diciembre de 2016, un momento en el que están en pleno apogeo los MERCADITOS NAVIDEÑOS.
Cada año, cuando se aproxima la navidad, Berlín se llena de mercaditos, una verdadera delicia, los podemos encontrar en los grandes bulevares, sus plazas, en cualquier rincón o callecita. Siempre creados con un mimo singular, y pasear o recorrer las calles a través de ellos es una experiencia maravillosa.
Muchos de ellos relacionados con la navidad, con mercados para niños, de artesanía navideña, con productos procedentes de granjas ecológicas, juguetes. En algunos de ellos, como el de Gendarmenmarkt, podemos disfrutar de antiguas formas de artesanía con el telón de fondo de una de sus plazas más bonitas. Y si nos acercamos al de Alt-Rixdorf, nos encontraremos con paseos en poni, fraguas históricas, lámparas cuidadosamente elaboradas para iluminarnos. O el mercado situado en el casco antiguo de Spandau, que impregna todo este escenario histórico de un acogedor y singular ambiente navideño.
Forma parte de la esencia de Berlín, en estas fechas, dedicar una tarde a perderse por sus calles y mercados navideños. Sobre todo, el domingo, no son difíciles localizarlos, todo lo contrario, salpican la ciudad, en cada rincón. Cada uno de ellos en un entorno a cuál más entrañable y con sus particularidades. En el mercado de navidad de Opernpalais, hay artesanos, confiteros y todo tipo de vendedores de productos navideños, artesanos de las velas, y fabricantes de lámpara. Seguro que al regreso podrás darle un toque a tu vivienda simplemente seleccionando aquello que más te llame la atención, lo difícil será decidirse.
Y algo que nunca falla cuando viajamos, es el deseo de dedicar un tiempo a las compras, así que es el momento de perderse por HACKESCHER MARKT, un precioso rincón en Berlin-Mitte. Es el principal distrito de Berlín, y alberga el centro histórico de la ciudad, también algunos de los lugares más emblemáticos y representativos de la ciudad, por supuesto la Puerta de Brandemburgo (una visita ineludible). HACKESCHER MARKT es como el casco antiguo no oficial de Berlín. El triángulo formado entre RosenthalerPlatz, HackescherMarkt y Sophienkirche, es especialmente sugerente de pasear y recorrer por sus compras. Un ambiente formidable, simplemente tomar algo caliente en sus calles, disfrutar del paseo, ya es una experiencia sugerente.
Sin duda se nos quedan muchos aspectos por conocer, y una vez allí elegir cuál es tu preferido. La Berlín Judía, por el barrio judío de la capital alemana, conocido como SpandauerVorstadt, y donde se concentró la población judía hasta que surgió el nacionalsocialismo. O salir fuera de la ciudad para conocer el Campo de concentración de Sachsenhausen. Caminar por la milla de los anticuarios, y deleitarse con sus artículos, sorprenderse y seguir la exploración en Vila Oppenheim, un museo que cuenta la historia de esta parte de Berlín, desde su inicio. Abordar las galerías de Arte en el barrio de Charlottenburg, a lo largo de Kant Strasse se concentran cientos de pequeñas (y no tan pequeñas) galerías de arte, muy activas, con actividades y exposiciones de sus artistas. O a lo largo de FasannenStrs (Charlottenburg), donde se concentran cafés y diferentes viviendas famosas por haber sido hogar o lugar de encuentro de personajes literarios, tanto berlineses, como europeos y rusos, hacer nuestra pequeña ruta literaria.
Tanto si habías pensado en tu próximo viaje conocer Berlín, como si ni siquiera entraba en tus planes, es el momento de hacerlo, te sorprenderá.