el nuevo director cesa a los últimos cargos de confianza de su precedesor

Beut borra la sombra de Llinares en la Agencia Antifraude

5/09/2024 - 

VALÈNCIA. La Agencia Valenciana Antifraude ya vive una nueva era: la del nuevo director, Eduardo Beut. Nombrado el pasado mes de julio tras una tramitación parlamentaria no precisamente tranquila, Beut tomó este martes una decisión de calado que marca de alguna manera su estreno al frente de la entidad: cesar a los últimos dos cargos que quedaban en el órgano de la confianza de su predecesor, Joan Llinares. Lo que en la práctica supone poner punto y final a la etapa anterior. 

Aprovechando la vuelta de las vacaciones, el nuevo director cesó a Teresa Clemente y Gustavo Segura. La primera era jefa de asuntos jurídicos y directora adjunta de la Agencia, mientras el segundo era director de Análisis e Investigación además de mano derecha de Llinares durante sus siete años como director. Segura, de hecho, fue aspirante a sucederle al frente del organismo cuando Les Corts iniciaron los trámites parlamentarios para renovar la dirección de la Agencia. En aquel momento, fue propuesto por las organizaciones cívicas que según la ley original tenían potestad para registrar candidaturas. Sin embargo su nombramiento no salió adelante porque tanto PP como Vox votaron en contra y la renovación de la entidad quedó bloqueada. 

Segura, cabe señalar, fue entonces el único candidato oficial, pues a pesar de que la Asociación Española de Gestores para la Administración Pública quiso registrar a Eduardo Beut, Acción Cívica impugnó su candidatura al entender que esta no tenía capacidad para presentar aspirantes. A raíz de ello, los servicios jurídicos de Les Corts se pronunciaron para recomendar su exclusión debido a que, concluyeron, no se cumplía el precepto de que esta la asociación proponente fuera "una organización social que trabaje en la actualidad contra el fraude y la corrupción en la Comunitat Valenciana", como establecía la normativa. Por ello, Segura quedó sin rival, pero sin suficientes votos a favor como para tomar el testigo de Llinares a pesar de haber sumado el respaldo de Compromís y PSPV. 

El bloqueo quedó expuesto, pues de un lado populares y voxistas no contaban con la mayoría requerida para sacar adelante al perfil que era más de su agrado, Beut. Y por otro, ocurría lo mismo con Segura. Así, los partidos que entonces configuraban el Consell modificaron la normativa para que la elección del aspirante pudiera acometerse con tan solo una mayoría absoluta -antes era cualificada-.  Tras la aprobación de la nueva ley, Les Corts iniciaron de nuevo el proceso para la renovación y con ello volvieron a resurgir tanto el nombre de Segura como el de Beut. 

El primero, a propuesta de las organizaciones sociales de lucha contra la corrupción, el segundo, elevado esta vez por el grupo parlamentario del PP. Cabe recordar que cuando se conoció su nombre en la anterior ocasión, su candidatura resultó polémica por su conocida vinculación al expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana y desde entonces, los populares se esforzaron en hacer hincapié en su reconocida trayectoria profesional: exdelegado de la Agencia Tributaria e Inspector de Hacienda con un perfil de prestigio en este ámbito. 

En esta segunda ocasión, los votos de PP y Vox fueron suficientes para nombrarlo director de la Agencia Antifraude. Pese a la ruptura de PP y Vox en el gobierno autonómico, los dos partidos mantuvieron su pacto para sacar adelante su designación y votaron a favor de la idoneidad del candidato presentado por el Partido Popularpor lo que Beut tomó las riendas de la entidad en julio. Sin embargo, a efectos prácticos podría decirse que esto se materializó este mismo martes con el cese de los últimos resquicios que quedaban de Llinares en el organismo. 

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