VALÈNCIA. Fue el epicentro de la demolición del Cabanyal. El punto desde donde partía el proyecto de ampliación de la avenida de Blasco Ibáñez del antiguo gobierno del PP. La conocida como 'zona cero', un conglomerado de calles condenadas a la desaparición, es ya historia. No solo sus vías vuelven a estar transitadas, sino reurbanizadas con nuevo pavimento y canalización de la red de alumbrado. Pero además, el Ayuntamiento de València prepara la licitación de varios solares para construir unas 90 nuevas viviendas públicas con un objetivo claro: volver a llenar de vida el barrio marítimo de la ciudad.
Las actuaciones de reurbanización se han acometido en las tres calles fundacionales del barrio: San Pedro, ya finalizas, y Los Ángeles y Luis Despuig donde las obras siguen en marcha y trabajan a diario las máquinas. Con cargo al programa de ayudas de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU), la inversión total ha ascendido a 1,5 millones de euros, de los que 450.620,50 euros han sido en la calle San Pedro. En esta vía se ha colocado un pavimento que permite recuperar el color rojo original de las aceras y devolver su memoria y esencia a este enclave del cap i casal. También se ha rehabilitado el Escorxador que se convertirá en el Archivo Histórico que documentará el origen de esta zona marítima de la ciudad.
Ahora, el Ayuntamiento se marca un nuevo reto de legislatura y es dar un uso a unos suelos que llevan parados varios años tras el derribo de los inmuebles que un día se levantaron en esas calles. "El compromiso que vamos adquirir en esta legislatura es llenar estos vacíos urbanos. Esta será la zona que ejemplificará el renacimiento del barrio", anunciaba este jueves la vicealcaldesa y edil de Desarrollo Urbano de València, Sandra Gómez, tras hacer una visita a la zona.
Para ello, prepara la licitación de 2.500 metros cuadrados de suelo para levantar más vivienda pública. La actuación se gestionará a través de la sociedad sociedad pública Plan Cabanyal -integrada a partes iguales por Ayuntamiento y Generalitat- encargada de la gestión de los programas de regeneración del barrio y reconvertida en "ventanilla única" para las solicitudes de viviendas y ayudas para el alquiler. Un entidad que hace poco fue dotada de nuevas funciones de cara al futuro como la gestión de proyectos y operaciones adscritos al programa EDUSI, cofinanciados por la Unión Europea y que acumulan importantes retrasos en su ejecución.
Aunque el número de vivienda dependerá de su amplitud, la previsión es que sean unos 90 pisos de tamaño mediano. "A partir de ahora vamos a dejar de llamarla 'zona cero' porque va a ser una de las mejores zonas del barrio", subrayó Gómez, quien incidió en la importancia de estas actuaciones que suponen "borrar la huella de la ampliación".
Para la licitación, sin fecha concreta ni presupuesto, se trabajará en colaboración con la Generalitat para ver qué parte del montante podría asumir la administración autonómica y cuál la local. Incluso, si fuese necesario no descartan recurrir a la iniciativa privada para que pudiese desarrollar algunos de estos suelos, pero siempre con la garantía de que las viviendas serán públicas. "No podemos negar que la mejora del barrio tiene también una repercusión en el precio de la vivienda y tendremos que equilibrar el mercado para que no se disparen", recalcó la responsable de Urbanismo en el consistorio valenciano.
Por su parte, el presidente de la asociación de vecinos del Cabanyal-Canyamelar, Félix Estrela, valoró la puesta apunto de estas calles y el fin "del proyecto depredador de la Avenida de Blasco Ibáñez". Eso sí, dejó claro que estarán vigilantes de la ejecución de las obras y el cumplimiento de los plazos marcados.
Actualmente está en marcha el primer ARRU del Cabanyal, dotado con seis millones de euros, y cuya ejecución a principios de mes era todavía del 15% con vistas a que se acelerasen los trámites y las certificaciones. Pero no es el único plan de ayudas que hay en marcha. Hace unas semanas el conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau, el alcalde de València, Joan Ribó, anunciaban una nueva inyección de 8,2 millones durante los próximos cinco años para la rehabilitación de 170 viviendas y a la construcción de 10 bloques residenciales ubicados en solares surgidos a partir de los derribos acometidos en esta zona. El desarrollo de este plan contempla también la ejecución de un programa de realojamientos.
De este montante, la administración autonómica aporta 830.000; la municipal, 3,3 millones de euros y la central, a través del Ministerio de Fomento, 1,8 millones. A estas cantidades se suman los 2,2 millones de euros de particulares que participan en el programa. "Este ARRU es un nuevo paso importante que damos para demostrar que continuamos trabajando en este tema que nos hemos tomado muy en serio", subrayaba entonces el primer edil de la ciudad.