VALÈNCIA. CaixaBank (CABK) ha iniciado la segunda fase de las cinco que componen el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) tras la absorción de Bankia (BKIA). Conviene recordar que la primera se cerró con el proceso de solicitudes de adhesión donde el banco aceptó 5.937, además de 121 recolocaciones directas que no computan en el cupo. No hay que olvidar que sindicatos y dirección firmaron el pasado 1 de julio un número final de bajas -todas ellas voluntarias- de hasta 6.452 empleados. Por tanto quedan pendientes 515 extinciones.
Fuentes sindicales contactadas por Valencia Plaza han manifestado que 28 personas han solicitado la anulación de su adhesión al ERE; otras once se han dado de baja; cinco que no habían sido admitidas inicialmente se han aceptado al detectarse errores; y cuatro se han denegado por la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri.
La segunda fase del proceso de salidas voluntarias comienza con 32 provincias con un exceso de peticiones de adhesión, lo que significa que 2.070 solicitudes no se podrán dar curso. Todo ello en lo que a la red comercial, direcciones territoriales y parte de los servicios centrales se refiere.
De cara a esta nueva etapa del ERE, el banco domiciliado en València busca la recomposición adecuada en la distribución de la plantilla, que permita maximizar la aceptación de las peticiones de adhesión, según las mismas fuentes consultadas por este diario. CABK ha puesto sobre la mesa de los sindicatos que va a comenzar un estudio de todas las peticiones de traslado; una oferta de vacantes en empresas filiales; y otra para centros inTouch en provincias donde no se ha alcanzado el número de peticiones de adhesión. Todo ello pidiendo a CaixaBank que priorice la conciliación como criterio en el traslado entre provincias.
La segunda fase concluirá el próximo 30 de noviembre pero antes, concretamente el 1 de dicho mes, saldrán del banco 1.223 empleados. La tercera etapa comprende desde el 1 de diciembre de 2021 hasta el 31 de enero de 2022 y será en ella, tal y como avanzó este diario la semana pasada, cuando se acometa el cierre de centenares de oficinas donde buena parte de las mismas serán de BKIA.
Concretamente en la Comunitat Valenciana se prevén que se baje la persiana en unas 150 oficinas y, entre ellas, algunas ubicadas en la capital como las de Avenida de Francia, Jaime Roig, Gran Vía Marqués del Turia y Sorní. Eso sí, de momento la que no se toca es la antigua sede de Bankia -y años atrás de Bancaja- como es la de Pintor Sorolla.
El cierre de dichas sucursales -150 en la Comunitat Valenciana y más de 500 por todo el territorio nacional- está fijada para el próximo 7 de diciembre. Una cifra que supone casi el 23% de las 664 oficinas que CABK tenía al cierre del primer trimestre del presente ejercicio en todo el territorio autonómico. Un porcentaje que irá en aumento posteriormente, dado que hay un elevado nivel de solapamiento en la Comunitat Valenciana. De hecho, y según las mismas fuentes consultadas, 'peligran' el 75% de las sucursales de BKIA.