VALÈNCIA. CaixaBank (CABK) tiene previsto cerrar unas 150 oficinas en la Comunitat Valenciana durante la primera quincena del próximo mes de diciembre, según lo ha podido saber este diario de fuentes bien informadas. Y, como era previsible, buena parte de las mismas serán sucursales procedentes de Bankia (BKIA). Entre ellas cinco están ubicadas en el cap i casal como son las de la Avenida de Francia, Jaime Roig, Gran Vía Marqués del Turia y Sorní. De momento la que está fuera de los planes de los responsables del banco es la de Pintor Sorolla, la antigua sede de BKIA.
La bajada de la persiana de las 150 oficinas, que está fijada para el próximo 7 de diciembre, representa el 22,6% de las 664 que al cierre del primer trimestre contaba CABK en todo el territorio autonómico. Un porcentaje que irá en aumento posteriormente, dado que hay un elevado nivel de solapamiento en la Comunitat Valenciana. De hecho, y según las mismas fuentes consultadas, 'peligran' el 75% de las sucursales de BKIA.
Desde la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri, no confirman ni desmienten la información, pero sí manifiestan que "a partir de la integración tecnológica está previsto que se inicie el proceso de reordenación de la red comercial, anunciado a la representación sindical durante la negociación del acuerdo laboral para eliminar duplicidades y sinergias derivadas de la fusión".
Cuando CABK anunció el ERE en curso el pasado 20 de abril, informó que planteaba el despido en España de 8.291 personas -el 18% de la plantilla- y el cierre de 1.534 oficinas (el 27% de la red actual) O lo que es lo mismo: la reestructuración de mayor envergadura realizada hasta el momento en el sector bancario español. Tras las numerosas y maratonianas reuniones entre dirección y sindicatos se acordó finalmente el 1 de julio que las salidas -todas ellas voluntarias- se reducían finalmente hasta los 6.452 empleados. El número de sucursales que echará el cierre será menor al inicialmente estimado, pero no hay que olvidar los analistas de Barclays advertían hace un año que el 23% de las oficinas de CABK y BKIA compartían código postal.
Mientras tanto, y una vez culminada la primera de las cinco fases que componen el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de CaixaBank, que acabó con las adhesiones voluntarias, está en marcha la segunda que comenzó con una veintena de provincias con excedente pendiente de resolver en 404 puestos. Y con 32 con un exceso de peticiones de más de 2.070, que lógicamente no va a poder materializarse en su totalidad. En esta etapa se reequilibrarán las provincias/centros y áreas excedentarios y deficitarios, cuyas medidas previstas son:
A continuación, ya en el último trimestre de 2021, se iniciará la fase 3 donde se podrá abrir un nuevo proceso de adhesiones voluntarias en las provincias/áreas donde no se haya cubierto el número de excedentes previsto. Asimismo también se podrán convocar vacantes de traslados geográficos voluntarios para solicitud de la plantilla que permitan atender adhesiones no materializadas por haberse superado el excedente de la provincia.
En esta tercera etapa del ERE en curso se acometerá la integración tecnológica de BKIA, que tendrá lugar el 12 de noviembre. A partir de ese día, los contratos de tarjeta de los antiguos clientes de Bankia se transmitirán a la filial de financiación al consumo y medios de pago CaixaBank Payments & Consumer, con sus correspondientes cambios en las condiciones. Pero eso sí no necesitarán cambiar de tarjeta tras dicha integración operativa, sino que podrán seguir operando con normalidad con la de BKIA hasta que automáticamente les sea renovada cuando se acerque su fecha de caducidad.
Conviene recordar que CABK empezará a cobrar a los clientes procedentes de BKIA la cuota de mantenimiento de sus tarjetas de débito a partir del 1 de enero de 2022, si bien los que en octubre de 2021 cumplan con los requisitos del actual programa 'Por ser tú' no tendrán que empezar a pagar por ellas hasta junio de 2022. Aunque las tarjetas de débito no serán gratuitas en ningún caso, los clientes procedentes de Bankia sí estarán exentos de pagar cuota de mantenimiento si contratan la tarjeta de crédito 'MyCard', que liquida los pagos cada dos días o con la frecuencia que el cliente elija, siempre que cumplan las condiciones de vinculación que exige el programa 'Día a Día' de CaixaBank.
Estas condiciones son domiciliar una nómina o ingresar más de 600 euros al mes o 6.000 al año, contar con una pensión de más de 300 euros al mes o mantener un saldo superior en fondos de inversión, carteras, seguros de ahorro o planes de pensiones. El cliente debe cumplir una de las tres condiciones anteriores y, además, tener tres o más recibos domiciliados o realizar cada trimestre un mínimo de tres compras con tarjeta. En el caso de que no se cumpla esta condición, 'Día a Día' tiene un coste trimestral de 15 euros.
Según informó el banco dirigido por Gonzalo Gortázar hace tres semanas, el 75% de los clientes de CaixaBank estarán exentos de pagar comisiones por la operativa y servicios financieros más habituales una vez que se produzca la integración tecnológica con Bankia dentro de mes y medio.
En cuanto a la fase cuatro del ERE, que es posible que se retrase hasta 2022, consistirá en la creación de nuevas vacantes y recolocación en centros InTouch o vacantes de teletrabajo en InTouch. Por su parte, la quinta etapa solo se llevará a cabo si no se han cubierto todos los excedentes en las fases anteriores. Sin embargo, a lo largo de todo el proceso de reestructuración -y hasta junio de 2023- se podrá aplicar una movilidad hasta 40 kilómetros y un máximo de 45 minutos en el tiempo de desplazamiento. Una circunstancia compensable con 200 euros al mes durante 4 años y será reversible a petición de la persona trabajadora también a partir de entonces.