Carbonell cierra su primer curso sin licitar el Bus Turístic que dio 'a dedo' el PP en 2015

VALÈNCIA. La concejalía de Movilidad de València cierra el primer curso político dirigida por el edil popular Jesús Carbonell sin sacar a concurso la gestión del Bus Turístic. El servicio sigue explotado mediante una autorización otorgada 'a dedo' desde finales del último mandato de Rita Barberá al frente del consistorio (2015). El que fuera concejal del ramo hasta 2023, el edil de Compromís Giuseppe Grezzi, prometió licitarlo pero no lo hizo en ocho años, y tras el cambio de gobierno municipal, ante la caducidad de las autorizaciones, Carbonell suscribió otras nuevas a la espera del concurso, que sigue sin llegar.

Tanto es así que el departamento de Movilidad dio luz verde el pasado 29 de julio a la primera prórroga ante el vencimiento de las dos autorizaciones, que tenían un plazo de un año. Así, como expiraban el 1 de agosto, y todavía no se ha sacado a concurso el contrato de explotación, las dos empresas explotadoras -Viajes Privilege y Viajes Transvia- solicitaron a la concejalía la primera prórroga de las seis que contemplan sendas autorizaciones.

De este modo, la concejalía que dirige Carbonell ha dado luz verde a las dos prórrogas semestrales, que permitirán la continuación del servicio por las mencionadas firmas hasta el próximo 1 de febrero "bajo las mismas condiciones", tal como figura en las resoluciones suscritas por el edil de Movilidad la semana pasada. Si entonces todavía no se ha licitado y adjudicado el contrato, deberá continuar prorrogándose los permisos para mantener el servicio.

Ya se han cumplido más de nueve años desde que el último gobierno del PP que encabezaba Rita Barberá dejara atadas, poco antes de las elecciones de 2015, las autorizaciones sin concurso a las operadoras. Llegado el gobierno de izquierdas en 2015, el edil de Movilidad Giuseppe Grezzi criticó duramente lo que consideraba un "regalo" a las empresas y estudió su rescisión. Esto hubiera supuesto, probablemente, tener que indemnizar a las empresas.

Sin embargo, tras expirar los permisos en 2019, la concejalía tampoco había convocado ninguna licitación. Y no lo llegó a hacer nunca, por lo que estuvo manteniendo los permisos sin concurso hasta que acabó el segundo mandato. Todo pese a que Grezzi insistió varias veces a lo largo de los ocho años al frente del departamento que se estaban finalizando los pliegos del concurso. Entre los motivos alegados por el exedil de Movilidad estaban la falta de personal y "dificultades sobre el modelo de pliegos".

Tras el cambio de gobierno, y como no cabían más prórrogas, Carbonell suscribió las autorizaciones ahora vigentes, que tenían vigencia de un año y contemplaban seis prórrogas semestrales, por lo que se podría cubrir con ellas todo el mandato, hasta 2027. Todo ello de forma transitoria hasta que se saque el concurso público que permita competir a las diferentes empresas por adjudicarse el servicio. Fuentes del departamento insisten en que siguen trabajando en ese sentido.

"El PP es incapaz de hacer lo que prometió"

Tras conocer las prórrogas aprobadas, el edil del PSPV Javier Mateo acusó al gobierno municipal, dirigido por María José Catalá, de tener "un grave problema a la hora de gestionar el Ayuntamiento de València". "No es solo que ejecuten menos que el anterior gobierno progresista, es que además son incapaces de hacer aquello que exigían al anterior gobierno", aseguró al respecto del Bus Turístic.

"Es un tema respecto al que el Partido Popular exigía una solución cuando estaba en la oposición y ahora es incapaz de realmente hacer aquello que prometía", señaló en ese sentido, para señalar lo que considera "el grave problema del PP, que se presentaron a las elecciones como adalides de la gestión eficiente de la administración y lo que han demostrado es que son un fraude". Algo que, concluyó, considera que "afecta a la vida de los vecinos y vecinas de València".

Exigencia de Antifraude

Cabe recordar que la Agencia Valenciana Antifraude afeó el pasado mandato al Ayuntamiento que mantuviera esta fórmula de autorización sin que hubiera concurrencia competitiva. Concretamente, señaló que el régimen de autorizaciones no "implica un régimen de concurrencia competitiva previa", es decir, que el servicio se sigue prestando 'a dedo'. Así, las autorizaciones también impiden cobrar un canon a las operadoras, si bien es cierto que el anterior gobierno municipal empezó a cobrar a las concesionarias una tasa por ocupación, aunque no constituye un canon como tal.

Viajes Transvia explota el servicio desde 1999, y Viajes Privilege entró también en la gestión del Bus Turístic desde la última prórroga aprobada por el gobierno de Barberá en 2015. Hasta la entrada en vigor de la tasa, operaban sin contraprestación alguna al ayuntamiento. En todo caso, Antifraude, considera que dicha tasa no es suficiente: "La fórmula elegida por el Ayuntamiento de València para prestar el servicio" es la que "menos ingresos reporta a las arcas municipales", recordó.

Grosso modo, el Ayuntamiento podría estar perdiendo cerca de 400.000 euros anuales por este motivo. Grezzi cifró en medio millón de euros el que podría estar cobrando la ciudad de València a estas empresas por operar el Bus Turístic. Pero la tasa que se cobra actualmente apenas deja en las arcas municipales 100.000 euros cada ejercicio aproximadamente -poco más de 50.000 euros a cada firma-.