VALÈNCIA. Pasa el tiempo y no solo ha quedado claro que Cinema Jove, a pesar del esfuerzo del equipo, no tenía mucho que celebrar en su 40º edición (celebrada el pasado mes de junio), sino que volverá a vivir un periodo de inestabilidad. Desde el pasado mes de marzo, el festival de cine dependiente del Institut Valencià de Cultura (IVC) vuelve a dar tumbos porque el ente autonómico aún no ha tomado una decisión sobre cómo debe ser dirigido.
Ya hace siete meses que el modelo anterior, el de una licitación que externalizara durante años la dirección artística, se agotó. Entonces, el IVC sí tomó una decisión: dejar que cayera, sin renovarla ni plantear un nuevo proceso. Pasa sacar su 40º aniversario adelante, en todo caso, mantuvo, a través de un contrato menor, a Carlos Madrid, responsable del festival, a través de enésimas fórmulas, desde 2016.
Pero dicho contrato finalizó en julio, el tiempo pasa, y según explican fuentes oficiales, no hay decisión tomada ni siquiera de cuál sería el modelo de dirección ni el procedimiento para cubrirla. “Aún están trabajándolo”, contesta el ente.
A finales de octubre, faltan solo ocho meses para la previsible celebración del 41º edición del festival. A estos hay que restarles lo que tarde el procedimiento elegido en empezar y acabar. Tiempos nada habituales para sacar adelante una programación a la altura de la historia del certamen.
¿Internalizar el festival?
La única pista que ha dado el IVC desde la incorporación del director general, Álvaro López-Jamar, y sobre todo desde la destitución de la anterior Directora Adjunta de Audiovisuales, María Fuster, es que deseaban que las externalizaciones de direcciones artísticas pasaran a gestionarse desde la estructura ya existente.
Ciertamente, el modelo ha salido adelante así en el área de Artes Escénicas (Dansa València y Sagunt a Escena), del que se ha hecho cargo la Directora Adjunta María José Mora; o de Ensems en Música, que programará Beatriu Traver. Pero el perfil en Audiovisuales, del que es su máximo responsable Luis Gosálbez, poco tiene que ver con un director artístico —el currículum vitae de Gosalbez está más ligado con el mundo de la gestión, sobre todo en empresas productoras.
Todas las fuentes del sector consultadas aseguran que no es realista que la dirección adjunta (por falta de perfil) ni el departamento de Programación de La Filmoteca Valenciana (por sobrecarga de trabajo) asuman el trabajo que durante 40 años ha ido desarrollando un director artístico para el festival.

- -
- Foto: BRAVA STUDIO
Por otra parte, la historia reciente de Cinema Jove, en la que el Botànic ya planteó una dirección que solo estuviera unos meses a cargo del mismo, se demostró fallida y debilitó el festival. De hecho, fue la externalización de su dirección lo que permitió cuatro años de dedicación que han vuelto a poner, poco a poco, al festival en la pomada.
Encima de la mesa, por tanto, siguen tres opciones: que la dirección del festival se vuelva a licitar (es decir, el modelo con el que ha funcionado los últimos cuatro años); la internalización de su gestión (como pasa actualmente con Dansa València o Sagunt a Escena); o promover un contrato menor discrecional de unos meses a su director.
El pasado mes de junio, preguntado por cuál era la preferida por el IVC, su director general, Álvaro López-Jamar, reconocía que “los tres escenarios están abiertos a día de hoy. Todavía no podemos decir si vamos a ir por aquí o por allí. Si se va a gestionar de esta manera o… El nombramiento del nuevo director adjunto de Audiovisuales [Gosálbez] es muy reciente y también forma parte de su ámbito de competencias. Por eso no nos hemos querido precipitar”.
Han pasado cuatro meses (un tercio del año) y no ha habido avance alguno. Por no querer precipitarse, ahora la 41º edición empieza a asomarse por el precipicio. Preguntado ayer por si, en todo caso, el ente se da un plazo para decidir el modelo y si habría una línea roja para entender que se va tarde, desde el IVC han optado por no concretar nada.