Un plato propio, de los que no encuentras en ningún otro bar. De esos que escasean cada vez más.
Creo que la primera vez que comí en Bar x, me lo pedí casi por accidente. Por eso de compensar y que hubiese algo de pescado. Pero este plato, al que no le hace justicia la foto, pasó en pocos segundo a ocupar eso que es tan difícil de conseguir en publicidad que se llama top of mind y que consiste en que cada vez que pasó a menos de 500 metros del local, piense en ese toque avinagrado y esa combinación de sabores que me vuelven loca. Y claro, tengo que entrar y pedirlo. En un mundo en el que el 85% de la carta de los bares es la misma, se agradece que haya propuestas que se salgan de abcd.
"La idea era hacer un saam, esos bocaditos que se toman en el Noreste asiático y que tiene la lechuga como base. Quisimos darle un toque mediterráneo y en lugar de hacerlo con cazón en adobo, decidimos probar con corvina, un pescado muy abundante en la costa de Castellón. La preparamos con un adobo donde se uniese la frescura de las hierbas, la profundidad del propio aliño y la melosidad del pescado frito. Lo acabamos con unas almendras", explica Josevi Jorge, mano derecha de Ricard Camarena desde hace décadas y cerebro creativo de parte del grupo gastronómico.
Una corvina y una cerveza en la barra entre semana, un ratito de charla con Alicia y todo mejora de forma automática. Es la magia de los buenos bares.