VALÈNCIA. Por fin comienzan los Juegos Olímpicos tras una olimpiada de cinco años ocasionada por un virus que se escapó de no sé dónde y no sé por qué. El mundo ha estado parado durante un año y el deporte no acaba de arrancar del todo. Los Juegos de Tokio, que están gafados desde que el Comité Organizador nipón se dedicó a prevaricar concediendo mordidas a diestro y siniestro con el resultado positivo para ellos de habérselos quitado a Madrid, van a ser los más atípicos de la historia y, ahora, Madrid 2020 se alegra de aquella decisión unilateral de concederle los Juegos a Japón.
Enoshima es una pequeña isla de unos cuatro kilómetros de circunferencia, a una hora en tren desde Tokio, y es la subsede olímpica donde, bajo la dirección del club Enoshima Yacht Harbour de Fujisawa, se han instalado los seis campos de regatas en los que van a participar los 242 regatistas que están inscritos en las diez clases de vela existentes en los Juegos. Unos campos de regatas que no están exentos de las críticas por su alto nivel de radioactividad, que aún queda producto de los residuos que vertió la central nuclear de Fukushima cuando recibió el impacto del tsunami. Estos son: Enoshima, Kamakura, Zushi, Fijisawa, Sagami y Hayama.
El caso es que el Equipo Olímpico Español lleva más de un mes entrenándose en esas aguas y alguno de ellos ya está en competición. El equipo español ha enviado cinco containers a Japón, con las embarcaciones y otros materiales, que han tardado dos meses y medio en llegar desde Santander, un poco más de lo acordado al verse retrasados por el colapso en el Canal de Suez. El mutismo en la expedición española, a la que están tratando las autoridades locales con una exquisita amabilidad, es inusual. Nadie quiere hablar del estado de las aguas basándose en que los expertos han dado luz verde al baño en la zona y ellos se fían de los datos.
Pero hablemos del equipo español, que hasta última hora nos ha tenido en vilo con las clases Laser y Finn, ya que no nos habíamos clasificado como país. Éxito total de la decisión de la presidenta Julia Casanueva de cesar a Asier Fernández de Bobadilla como director técnico cuando el equipo español solo tenía clasificadas a cuatro de las diez clases. Tomó los mandos Santiago López Vázquez, un viejo lobo de mar, exolímpico y muy curtido en preparaciones olímpicas, que ha llevado al equipo español con mucha profesionalidad, tanta que ahora el ESP Sailing Team es el gran favorito para encabezar el medallero.
Los benjamines de la expedición son Joan Cardona y Ángel Granda (1998), Joel Rodríguez (1997), Paula Barceló y Silvia Mas (1996). Tamara Echegoyen es la deportista que más participaciones en los Juegos Olímpicos ha tenido (Londres, Río y Tokio), seguida de Blanca Manchón (Atenas y Tokio), Diego Botín, Iago López Marra, Jordi Xammar y Tara Pacheco (Río y Tokio). Los rookies serán: Joel Rodríguez, Cristina Pujol, Silvia Mas, Patricia Cantero, Paula Barceló, Florian Trittel, Nico Rodríguez, Joan Cardona, y Támara Echegoyen, que se presenta a la cita con un oro colgado de su cuello (Londres 2012, en la clase Elliot).
Mi apuesta personal son cuatro medallas para el equipo español, aunque no todas serían de oro. Están obligados al oro el 470 masculino tripulado por Jordi Xammar y Nicolás Rodríguez, que llevan cuatro años paseándose por los campos de regatas con una autoridad inusual, ganando las World Cup Series de Miami de 2019 y 2020, fueron terceros en el Test Event de Enoshima 2019, segundos en el Mundial 2019 y terceros en el Mundial 2020. Con estos resultados y teniendo en cuenta que la participación en un Campeonato del Mundo es mucho más difícil que la de unos Juegos, no tendrán excusa a la hora de no subir a lo más alto del cajón.
El 49er formado por Diego Botín e Iago López Marra es otro de los claros candidatos a la presea con un porcentaje muy alto, aunque en esta clase existen muchos y buenos especialistas. Botín y López Marra consiguieron el subcampeonato del mundo en 2019 y fueron terceros en el Europeo. Lo más probable para esta pareja es que su actuación fuera agraciada por la plata.
Tamara Echegoyen y Paula Barceló forman el dúo del 40er FX. La primera llega a Tokio con muchísima experiencia, tras ganar la medalla de oro en Londres 2012 en la clase Elliot, dar la vuelta al mundo en la Volvo Ocean Race como tripulante femenina del barco español y ser cuarta en la clase 49er FX en los Juegos de Río (perdió la medalla en la última regata). Con Barceló como tripulante, la gallega se ha centrado mucho. Ha olvidado navegar en otras clases que no fueran las olímpicas hasta conseguir la medalla de oro en el Campeonato del Mundo 2020. Son claras favoritas entre las demás participantes y no se entendería que no se colgaran el oro.
La juventud de Silvia Mas y Patricia Cantero en su primera participación en unos Juegos las hace muy favoritas. Su desparpajo, su calidad, su equilibrio psicológico y sus ganas son sus armas más preciadas. Campeonas del Mundo en 2021 contra todo pronóstico y cuartas en el Campeonato de Europa tras perder la medalla el último día hace pensar que van a tener un sitio en el podio. La suerte decidirá si son agraciadas con el oro, la plata o el bronce, pero menos de eso no se contempla.
Tara Pacheco y Florian Trittel son el equipo mixto español de la clase Nacra 17. Tara asumió ser la patrona del equipo cuando Fernando Echávarri decidió retirarse del olimpismo dado que los resultados en Río no le acompañaron. La canaria, con dos Juegos de experiencia (Londres en 470 y Río en Nacra) buscó en el alemán de nacimiento y catalán de adopción Florian Trittel un tripulante corpulento y con mucha fuerza para así poder mantener el Nacra en el aire apoyado en los foils. Trittel viene de la disciplina Kite Surf, en la que ha llegado a mantener un gran estatus. Fueron quintos en el Mundial de 2019 y es una tripulación muy respetada en el circuito. Lo lógico sería un diploma de cuarto o quinto puesto.
el que puede ser la gran sorpresa: el menorquín Joan Cardona, que, a pesar de su juventud, llega pisando fuerte
La sevillana Blanca Manchón es nuestra representante en la tabla RS:X femenino. Ya estuvo en los Juegos de Atenas 2004 donde consiguió un diploma. Luego lo siguió intentando, pero le ganó la partida Marina Alabau. Manchón llega a Tokio recién salida de una lesión que se produjo en primer día del pasado Campeonato del Mundo celebrado en Cádiz. Ocupa del decimoctavo puesto en el ranking y sus posibilidades son pocas.
Ángel Granda es uno de los más nuevos del equipo. Se ganó la clasificación peleándose con Iván Pastor, representante español en los cuatro últimos Juegos. Decimoctavo en el ranking mundial, lo más positivo a lo que puede aspirar es a coger experiencia, aunque aún no está claro si las tablas participarán en los Juegos de París.
Los jovencísimos Joel Rodríguez y Cristina Pujol serán nuestros representantes en las clases Laser Radial y Standard (que pasan a llamarse ILCA). Joel tiene desparpajo y siempre ha liderado la clase en categoría juvenil llegando a ser campeón del mundo, por lo que no estaría mal que lograra un diploma. Por su parte, Cristina aún no ha hecho nada relevante internacionalmente, aunque sí consiguió la plaza para España en su clase. Lo que haga se dará por bueno.
Y por último, el que puede ser la gran sorpresa: el menorquín Joan Cardona, que, a pesar de su juventud, llega pisando fuerte. Segundo en el Mundial y cuarto en el Europeo es una tarjeta de visita suficiente como para intentar el asalto al podio de Enoshima.
* Lea el artículo originalmente en el número 81 (julio 2021) de la revista Plaza