Cultura y Sociedad

relevo en el museo

El San Pío V vuelve a la luz: Cultura relanza el museo desde la cúspide

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VALENCIA. La idea era escenificar consenso, mostrar qué la decisión se había tomado de manera sosegada, que no era producto de un arrebato ni de un hecho concreto, que venía de tiempo y se había fraguado con rigor y seriedad. El conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, paseó este martes por el Museo de Bellas Artes de Valencia acompañado del secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, y de la directora general de Patrimonio y Cultura, Carmen Amoraga. Y lo hicieron junto a los técnicos del museo, los funcionarios, con quienes recorrieron las salas y vieron algunas de las obras afectadas por los fallos del aire acondicionado en las últimas semanas.

El cese con deshonor de Paz Olmos no ha sido sino el resultado inevitable tras cuatro años de despropósitos. A Olmos se la quiso destituir prácticamente desde el primer día; que quedase claro que se la apartaba del cargo por su ineficiente gestión, por sus caprichos, por su poca seriedad, por su incapacidad para dirigir adecuadamente el centro.

"La sociedad valenciana puede estar satisfecha porque ha acabado una época tenebrosa de la vida del museo", aseguraba el secretario de Administración Pública de FSP-UGT, Gonzalo Fernández. Para él, quien consiguió que Olmos estuviera imputada por la desaparición de unos cuadros cedidos a los mercedarios, los años de la ya ex directora se pueden resumir con una imagen de Goya: Saturno devorando a sus hijos.

Los informes que habían recibido los actuales responsables de la Conselleria eran terribles. Mostraban un museo al borde del colapso, sin restauradores, sin conservadores, y con una directora que no contaba con el apoyo de nadie de la comunidad cultural. El conseller hablaba este martes de "preocupación" por el estado de la pinacoteca. Prefería gastarse el dinero en desfiles de moda que en arreglar el aire acondicionado.

Marzà enumeró este martes a la entrada de la sala de los retablos góticos algunos de los hitos de la gestión de Olmos. "No es sólo el aire acondicionado, es la deuda con la empresa del mantenimiento, es el mal uso del dinero de la caja fija (los 250.000 euros de presupuesto que tiene el centro)...". "Ha habido gestiones que no han sido adecuadas y por lo tanto hemos tomado esta decisión", añadía.

AMIGOS PARA SIEMPRE

La afectada no comparte el análisis del conseller y se defiende. En declaraciones concedidas a Europa Press este martes calificaba de "excusas" las críticas del conseller de Cultura. No es una pose. Así lo cree a pies juntillas. El lunes, horas después de su cese, mandó un mensaje al grupo de WhatsApp de los amigos del Museo de Bellas Artes, en el que hablaba despectivamente del conseller y su equipo con una frase lapidaria ("la categoría no es su fuerte") y en el que aseguraba que habían tenido que buscar "excusas falsas". Concluía el mensaje con emoticonos de caras con corazones en los ojos, un corazón y dos florecitas, y una frase: "Sois maravillosos y amigos para siempre!!!".

Este martes, en su respuesta pública, Olmos defendía su gestión a capa y espada y justificaba hechos como que se hubiera realizado una actividad dedicada a la moda a cargo de la caja fija del museo porque es una disciplina "que está entrando en todos los museos", aseguraba que ella no podía comprar un aparato de climatización, insistía en que su gestión "ha sido eficiente al máximo" y recordaba el aumento de visitantes durante su etapa, que han pasado de 122.000 a 131.000 en 2011, año de su nombramiento, y 151.000 en 2014.

Pero Olmos omitía datos, como el que reveló el gerente del museo, Antonio Bravo, este martes tarde, y es que la crisis del aire acondicionado, que al final ha sido la gota que ha colmado el vaso, se podría haber resuelto con tan solo 4.000 euros. Ese es el precio que tiene la pieza que faltaba para controlar la humedad del centro. Si los estándares establecen que la humedad del ambiente debe encontrarse entre el 45 y el 60%, en el caso del San Pío se alcanzó el 76%. Otro tanto pasaba con la temperatura. Las normas establecen que las obras deben encontrarse a una temperatura que oscile entre lo 20 y los 25 grados centígrados; las mediciones diarias señalaban que en el museo se alcanzaron los 27 grados.

En este sentido la restauradora del museo, Asunción Tena, explicó que la humedad alta en verano no perjudica tanto a la madera de los retablos como a los lienzos de algodón del siglo XIX, que se destensan y, debido al peso, se van deformando. Actualmente hay una decena de obras afectadas, entre ellas un Sorolla y un Van Dyck.

Bravo recordaba que estas situaciones son atípicas por la ola de calor, si bien insistía en que la autoridad, o sea, Olmos, había sido informada y requerida para actuar. Al igual que sucedió con los desprendimientos de la fachada del museo, la directora del San Pío no reaccionó ni cuando era tarde.

LO QUE ERA CUESTIÓN DE DÍAS, SE CONVIRTIÓ EN HORAS

Además, no existía nadie que la defendiera. Ni en la Academia de Bellas Artes, ni en la Universitat de València (que alberga Historia del Arte), ni en la Universitat Politécnica (que alberga Bellas Artes), nadie ha apreciado el trabajo de Olmos que ha sido considerada un triste accidente en la historia del centenario museo. Más bien al contrario: el cese fue celebrado por los agentes culturales como el fin de una época oscura, una liberación. Al no tener apoyos políticos, lo que era cuestión de días se convirtió en horas.

Ahora, tras el cese de la hasta ahora directora, el equipo de la Conselleria asumirá la "responsabilidades de la gestión" del museo, de forma temporal, hasta que se convoque el procedimiento "más justo" mediante un concurso "abierto" para elegir al nuevo director. Se está buscando un miembro del equipo del departamento de Cultura para que sea el responsable provisional del centro.

No hay estimación para cuándo será el concurso. Marzà se comprometió este martes a que se resolvería antes de un año. Van a cumplir los plazos que exige la ley por lo que, durante esta transición, elaborarán un plan para ver cómo se gestionan todas las instalaciones culturales y artísticas de la Comunitat para hacer un procedimiento "abierto" cuando "tengan los datos". El cese de Paz Olmos no es sino un eslabón de una larga cadena de cambios cuyo objetivo final es, como señalaba Marzà a la agencia Efe este martes, "repensar a fondo todo el sistema cultural". Los tiempos han cambiado, que cantaba Bob Dylan.

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