Conflictos en el Oriente Medio, en el norte de África, secuestros a Occidentales, grandes migraciones grandes migraciones de pueblos enteros provocados por la lucha de potencias Sunnies contra Chiies... No, no es una crónica actual (que algo trataremos), sino que vamos a hablar de hace más de cuatro siglos, en una época en la que vivió el más importante de los escritores en lengua española y uno de los grandes apologistas (aunque desconocido) del valenciano, que cada vez parece tener menos entre nuestra intelectualidad. Efectivamente hablamos de Don Miguel de Cervantes Saavedra, pero desde una perspectiva muy poco conocida sus vivencias valentinas y la importancia de la ciudad del Túria en su vida, pues recordamos estos días el 400 aniversario de su muerte.
Pero volviendo a las coincidencias, o mejor dicho paralelismos de épocas, podemos observar como el mar Mediterráneo al igual que hoy era la frontera de dos mundos, zona de colisión entre el bloque occidental-cristiano y el oriental-musulman, en el que proliferan y proliferaban los conflictos, donde se raptaban cristianos para pedir rescate por parte de los Beys -jefes locales- norteafricanos (le ocurrió a Cervantes). Comparable a cómo en nuestros días los señores de la guerra (terroristas) del Sahel, como Al Qaeda del Magreb Islámico.
Otra de las analogías de la actualidad con entonces es el enfrentamiento en Mesopotamia entre las dos potencias del momento, la Sunni -imperio Otomano- y la Chií -imperio Persa, como ahora entre el triángulo Sunni Turquia-A. Saudí-Egipto con la diagonal Chií Irán-Siria-Libano que provocó el nacimiento de ese monstruo que se llama ISIS o DAESH, y en cualquier caso es sinónimo de muerte y maldad. Estos conflictos han provocado grandes movimientos migratorios (para nada voluntarios) originando un increíble sufrimiento, ahora ha sido con la crisis de refugiados sirios (principalmente) y entonces con armenios trasladados por turcos y persas de sus tierras de origen para crear un territorio de nadie siguiendo los pasos de la clásica política de tierra quemada en el Arte de la Guerra.
Por entonces, al igual que ahora se han buscado aliados entre esos beligerantes de Oriente Medio, ya en el inicio del siglo XV se envió a D. Ruy González de Clavijo como embajador ante el gran Khan Tamerlan victorioso sobre los turcos en 1402, entre los siglos XVI y XVII Felipe II y III y el Sha de Persia (Irán) se enviaban embajadas mutuas, como la de D. García de Silva y Figueroa, con la pretensión de activar el frente oriental otomano (turcos)
Así, y retomando la biografía del autor del caballero de la triste figura, esta se puede dividir básicamente en tres partes, con algunas subdivisiones. La primera sería su juventud, la segunda su periplo por el Mediterráneo (primero como soldado y luego como prisionero de la Berbería) y la tercera su regreso a España alternando sus trabajos de servidor público con su vocación de escritor. Ya desde joven había realizado alguna obra de poesía.
En su huída de la Justica, se enrola en los Tercios e incia su vida militar precisamente en Valencia, en la compañía que formó en nuestra ciudad
Y donde aparece Valencia se preguntarán ustedes lectores: pues justo en los dos grandes cambios que existen en su vida. El primer giro es el más desconocido (por eso puede generar polémica) siendo tratado en muy pocos trabajos en lo que respecta a su relación con Valencia, como son la Revista de Valencia de 1880 noviembre y diciembre del cronista del Cap y Casal D. José Mª Torres o en el discurso de D. Francisco Martínez y Martínez (correspondiente de la R.A. de Buenas Letras de Barcelona) en 1916 con motivo del tercer centenario de la muerte de Cervantes, recuperado de los fondos de la Real Academia de Cultura Valenciana por su anterior Decano Enrique De Miguel, a cuyo grupo de Historia Militar me honro en pertenecer.
Este primer cambio se produce a consecuencia de la huida de Cervantes de la acción de la justicia, como consecuencia de un duelo. Llegó incluso a cambiar el nombre (según algunos autores), por lo que se entenderá las pocas referencias autobiográficas para un hombre de honor (estaría avergonzado). Esta huida se realizó enrolándose en los Tercios, e iniciando su vida militar precisamente en Valencia en la compañía que formó en nuestra ciudad, al mando del Capitán D. Diego de Urbina por lo que muchos de sus compañeros de armas son valencianos como Juan Bautista Villanueva, Melchior Vaciero o Martín Cubells, estos dos últimos Velluters. Así conocería centros culturales de la época, y que cita en sus obras, pruebas de su estancia, conocimiento y querencia, tan emblemáticos como la librería Timoneda de Juan de Timoneda o el teatro la Olivera, o autores como Luis Ferrer de Cardona o Alonso Girón de Rebolledo o Gaspar Gil Polo o Pedro Juan Rejuale... Tras esta estancia en Valencia embarcaría por Vinaroz camino de Roma.
En la segunda inflexión de su vida, por la que pasará de vivir infinidad de aventuras (muchas de ellas traumáticas) a vivir en la España peninsular, donde desarrollará su obra literaria, se produce gracias a recobrar su libertad, después de un cautiverio de cinco años en Argel. En este proceso de excarcelación estará presente Valencia y los valencianos, pues son sobre todo estos, comerciantes y banqueros, los que financian sus intentos de huidas y el pago de su rescate (también lo hicieron con su hermano Rodrigo antes) in extremis cuando ya se embarcaba rumbo a Estambul, nombres de valencianos como Onofre Exarch y Baltasar de Torres, entre otros, están presentes en su vida. Cuando vuelve a pisar tierra peninsular lo hace en Dénia en octubre de 1580 pasando luego a Valencia (uno de los principales centros desde los que se rescataban a los secuestrados en la Berbería) donde procesionará nuestro Miguel de Cervantes en agradecimiento a su redención desde el Real Convento de Nuestra Señora del Remedio hasta la Catedral en una procesión que era tradición desde el siglo anterior que realizaban los ex-cautivos de Argel y resto de plazas norteafricanas.
Para ir acabando, en cuanto las referencias a Cervantes como glosador y admirador de Valencia y los valencianos, citaré alguna que otra parte de sus obras; en Los Baños de Argel, el Bey Berberisco le pregunta a un cristiano, ¿y tú eres español? contestándole y de Valencia; o cuando en el Quijote salva de las llamas el libro de caballerías Historia del famoso caballero Tirante el Blanco; o en su última obra (hay muchas más referencias pero no quiero que este artículo se torne en un ensayo) de Pérsiles y Segismunda se habla de la grandeza de su sitio (Valencia), la excelencia de sus moradores, la amenidad de sus contornos, ...y de todo aquello que la hace hermosa, y rica sobre todas las ciudades, no sólo de España, sino de toda Europa... y graciosa lengua, con que sólo la Portuguesa puede competir en ser dulce, y agradable, reiterando en esa misma obra que al encuentro de una Zagala o Pastora Valenciana...la qual en su graciosa lengua...
Como valenciano me alegra ver y descubrir como la primera pluma de las letras hispanas admiraba y glosaba a nuestra Valencia, y a sus moradores así como a su lengua el valenciano, pero este regocijo se ve enturbiado al comprobar cómo nuestra Comunitat se ha visto ninguneada, otra vez, al no estar incluida en la Comisión Nacional creada por RD 289/2015 para conmemorar el 400 aniversario de su óbito, figurando otras 6 comunidades, Madrid, Castilla y León, Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha y Cataluña (en esta última nos está prácticamente documentada su estancia) que asistieron a la reunión con Su Majestad el Rey la semana pasada en Zarzuela para tratar este proyecto Cervantino, dada la importancia del Reino de Valencia en su vida.
Y ya para finalizar dejarles con un pensamiento; entre unos tan listos que al no importarles saber lo que costaban las cosas no se dieron cuenta que unos arribistas esquilmaban nuestras arcas públicas y otros que están tan engatusados mirándose el ombligo y subyugados al encanto de los paisos catalans en lugar de intentar desfacer los entuertos heredados (esperemos que no y que rectifiquen), permanecemos en el agujero negro de la insignificancia donde parece que es el lugar que periódicamente le guarda el triste destino a nuestra Comunitat en un melancólico y errático bucle de la historia.