Del 'Yes, we can' al 'Yes, we've come back'

Empezó en febrero pidiendo algo tan lógico como es que sus aliados cumplieran con la palabra dada en la Cumbre de Gales de la OTAN en 2014 de incrementar al 2% los gastos en Defensa antes del 2024, pues el % de los USA más que duplica el de los europeos, medida a la que la ministra de Defensa más política desde Narcís Serra, Maria Dolores de Cospedal, se volvió a comprometer este 23 de marzo pasado en la visita a su homólogo el general James Mattis en el Pentágono. 

El viernes 7 pasado el presidente Donald Trump ordenaba el ataque con misiles contra una base aérea de Basar al-Asad, después de un ataque con gas (no era el primero), para alegría del ISIS y grupos derivados de al-Qaeda, y la comprensión de sus aliados, los mismos que alababan la prudencia de Barack Hussein Obama II en no intervenir, poniendo distancias con la presunta amistad con Vladimir Putin, e incrementando los índices de popularidad del presidente estadounidense. 

Esta misma semana nos desayunamos con que la tercera flota del Pacífico de la US Navy enviaba una Task Force (fuerza de combate) hacia la península coreana ante informes de inteligencia de que el régimen de Pyongyang puede estar preparando una potente exhibición/celebración (y ya saben que son en forma de misilazo o detonación de un ingenio nuclear) para el 15 de abril, al conmemorarse el 105 aniversario del nacimiento del fundador del régimen, Kim Il-sung, después de celebrar el 75 aniversario del nacimiento del ex líder Kim Jong-il hace unas pocas semanas y de las siguientes conmemoraciones, como el 25 de abril (85 aniversario de la fundación del Ejército Popular Coreano) o el 14 de abril (cinco años de la elección por la Asamblea Popular Suprema de Kim Jong-un como presidente de la Comisión Nacional de Defensa de Corea del Norte).

Y, finalmente, hace unas horas hemos sabido que el Tio Sam ha utilizado la GBU43/B (Guided bomb unit modelo 43) de tipo Massive Ordnance Air Blast bomb (MOAB; para los amigos Mother Of All Bombs, la madre de todas las bombas), en una zona de Afganistán cercana a la frontera con Pakistán donde existe una red de túneles usados por el Estado Islámico. Esta temida arma es el artefacto no nuclear detonado más potente de la historia, y su poder es tal que si explosionara una en la plaza del Ayuntamiento de Valencia su destrucción alcanzaría una radio de acción que incluiría, por ejemplo, hasta casi el campo de fútbol del Mestalla, o hasta el parque central o la antigua Fe; en fin, aproximadamente 1,5 kilómetros de radio.

Si me permiten la broma por quitar hierro o preocupación/miedo en un tema tan serio, cosa difícil, se cuenta que a algunos cuando escuchan a Richard Wagner les entran ganas de invadir países. A otros, en cambio, creen que no hay nada como una buena bomba o guerra para acabar con los problemas de autoestima o de indices de popularidad de cualquier líder; pero lo que finalmente hay es una reconfiguración en el papel del principal actor internacional, en este gran teatro que es el mundo.

Si como resultado al Yes, we can del presidente Obama, se produjo la inacción como actor geopolítico determinante por parte de los USA, derivando en un sí, podemos retirarnos, y cuya consecuencia fue que los malos salieran de sus cuevas o palacios a desestabilizar el mundo, ahora las Barras y Estrellas con la ultimas acciones militares quieren enviar un mensaje alto y claro a todo el mundo, incluidos rusos, chinos, iraníes, islamistas, etcétera, y es éste: Sí, hemos vuelto (Yes, we've come back). Si usted es de los buenos no tema; todo lo contrario. Si pertenece, como diría Ronald Reagan, a las perversas fuerzas del Imperio del Mal, no corra, no huya; creo que no tiene escapatoria.