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Desayuno organizado por Valencia Plaza y Esfera Ingeniería

La Industria 4.0, un desafío diario en las empresas

29/03/2021 - 

VALÈNCIA. La pandemia ha acelerado los procesos de transformación de las empresas hacia una industria más avanzada o 4.0, pero cada firma ha dado el salto de forma diferente. Conceptos como automatización, robotización, o digitalización toman mayor protagonismo en estos tiempos de cambios e incertidumbre. Y, en este contexto, la industria también ha experimentado su propia revolución en aras de mantener su competitividad y niveles de eficiencia. Un desafío diario para muchas compañías. 

Así se puso de manifiesto en un desayuno organizado por Valencia Plaza y Esfera Ingeniería, en el que se analizaron las claves y el futuro de lo que algunos han bautizado como Industria 4.0. A la cita asistieron Jesús Escobar, socio y director de Esfera Ingeniería; José Martínez, responsable de digital industries, factory automation, comunicaciones industriales y digitalización en Siemens España MR3-Levante; Jaime Álvarez, director general de Gourmet Picken; Joaquín Durá, jefe de fábrica de la planta del Puig Font Salem y Cristóbal Yagües Polo, CEO de Alborchata.

También participaron Christian Palacios, director de marketing de Vicente Peris; Diego Mateu, director industrial en Panamar Bakery Group; Josep Vento, director de Operaciones de Quimi Romar; Carlos Ledó, CEO de Idai Nature; Manuel García Portillo, presidente de Tecnidex y Juan Ramón Granell, director general de Esfera Ingeniería. 

Uno de los temas que centró el debate fue los avances y la reconversión de procesos en las compañías. En este sentido, Josep Vento, director de Operaciones de Quimi Romar, indicó que desde hace años la empresa acomete una transformación digital, porque el futuro pasa por utilizar las herramientas tecnológicas que ahora están en el mercado. Eso sí, remarcó que hay que dar el salto a procesos más disruptivos con una estrategia clara y en función de las necesidades. "Es necesaria una hoja de ruta para definir las operaciones. Hay que medir cómo conectar las tecnologías del mercado y transformar los procesos. Lo que veo en estos momentos es mucho vendehúmos en medio de esta explosión tecnológica y lo que se necesita es integradores que ayuden a las empresas a conseguir nuevos procedimientos", subrayó, para incidir en la necesidad de encontrar "talento 4.0" entre las nuevas generaciones.

Por su parte, Jaime Álvarez, director general de Gourmet Picken, afirmó que la Industria 4.0 no deja de ser un concepto y una forma de entender el momento actual de cambio continuo. Por ello, remarcó que las empresas están obligadas a estar muy pendientes de todas las nuevas tecnologías y las personas, porque no se pueden permitir mirar hacia otro lado y quedar fuera del mercado. No obstante, puso el acento en la importancia del factor humano y en esa necesidad de recuperar la implicación y sentimiento de pertenencia en las empresas. "No hemos conseguido generar esa ilusión y eso tiene que ver con que los trabajadores son más pobres que hace años y ello ha provocado falta de motivación. Vamos a ir evolucionando, pero tenemos que poner el foco en las personas y el por qué no se implican", enfatizó.

En este sentido, Juan Ramón Granell, director general de Esfera Ingeniería, apuntó a una falta de actitud en los nuevos profesionales y consideró que las universidades pueden ser una palanca para recuperar esa cultura del esfuerzo y la implicación. Pero, también, hizo hincapié en la carencia de ciertos perfiles profesionales con alta demanda. Un desequilibrio que la ingeniería intenta contrarrestar con formación propia. "Nos tendremos que adaptar y si una cosa saben las empresas es adaptarse", indicó.

José Martínez, de Siemens España, consideró esta transformación como una "evolución lógica" en un contexto de internacionalización y digitalización, especialmente en un escenario de pandemia en el que la conectividad ha sido más necesaria que nunca. "La industria 4.0 es una evolución que se produce con la introducción de tecnologías como la Inteligencia Artificial y que se implanta de forma gradual en las fábricas, pero sin gente preparada es difícil cambiar procesos", explicó. A su juicio, España y la Comunitat Valenciana van por buen camino. "Tecnológicamente estamos super avanzados y además tenemos una capacidad de innovar que falta en otros países europeos. Nuestras empresas están haciendo proyectos y desarrollos emblemáticos", destacó.

"Una revolución de todos los días"

Una revolución diaria. Así definió Carlos Ledó, CEO de Idai Nature, el momento actual. Un escenario que ha obligado a las firmas a reinventarse y diversificar su producción. "La transformación digital y la automatización han servido para seguir produciendo en estos tiempos. La revolución es todos los días", enfatizó, para destacar la importancia del factor humano. "No creo que falte talento, porque tenemos la generación mejor formada, pero hay una crisis de valores y de búsqueda de la excelencia. La excelencia es una hábito y si repites un acto se convierte en cultura y eso marcará la diferencia a futuro. Se trata de conseguir que esa cultura se la apropien como suya", puntualizó.

Pero no en todos los sectores la transición hacia una industria más avanzada está siendo sencilla. En este sentido, Yagües Polo, CEO de Alborchata, indicó que a las empresas pequeñas implantar ciertos cambios les cuesta más por una cuestión presupuestaria, pero son conscientes de que no pueden perder el foco. En su caso, la industria 4.0 sigue siendo un reto, aunque ya están acometiendo importantes cambios con una nueva planta automatizada. "Hay mucho por hacer. Estamos ante un cambio de paradigma no solo industrial, sino también social", añadió. 

Sobre el talento emergente, sostuvo que las empresas también tienen que cambiar para adaptarse a los nuevos perfiles. "Echar la culpa al sistema educativo es la mitad de la solución. Al final, las empresas tenemos responsabilidad y debemos asumir que primero tenemos que cambiar nosotros", indicó. 

También para el sector agrario la irrupción de nuevas formas de trabajo está siendo un verdadero desafío. Según expresó Christian Palacios, director de marketing de Vicente Peris, en el mundo agro la industria 4.0 es a día de hoy "una gran utopía" y solo se han subido a ese tren las grandes corporaciones. "Este país funciona a golpe de subvención para innovar y ese es un problema crónico. Bajo este paradigma, en el campo tenemos problemas básicos, como disponer de telefonía o electricidad. Además, no siempre tenemos las mismas instalaciones, porque en un terreno se pueden cultivar diferentes variedades de producto y no hay ninguna app que sea efectiva para manejar la información", explicó.

A su juicio, mientras una parte del país evoluciona, el resto sigue desconectada de estos procesos. "El problema es que media España está todavía en otro mundo", manifestó. Sobre esta cuestión, Jesús Escobar, socio y director de Esfera Ingeniería, apostilló que existe mucha maquinaría de automatización agrícola, así como ciertas innovaciones que están ayudando a este sector a hacer la transición. "Las app de automatización no tienen límites y es un campo que se debe transformar", opinó. Además, señaló que con el big data también se pueden analizar y optimizar recursos y energía.

Inversión para aportar más valor

También para Diego Mateu, director industrial en Panamar Bakery Group Bakery, lo que algunos consideran la cuarta revolución industrial está "poco desarrollada", aunque consideró que "las empresas y pymes valencianas están haciendo esfuerzos encomiables e invirtiendo en I+D+i". No obstante, añadió que gran parte de esa inversión está más enfocada en la reducción de costes que en la búsqueda de mayor valor añadido."¿Qué viene después de la Industria 4.0? Al final, nuestros productos tienen que tener un retorno y debemos focalizarnos en el producto, no solo con innovación, sino con creatividad, que es lo que busca el mercado. Tenemos que ser muy flexibles y rápidos para adaptarnos a los nuevos modelos y referencias", aseguró.

La ciberseguridad es también uno de los principales desafíos a los que deben hacer frente las empresas. Así se puso de manifiesto en el debate y coincidieron todos los asistentes. Y es que, como señaló Manuel García Portillo, presidente de Tecnidex, el contexto actual ha cambiado y todo se mueve de forma constante. "Lo que viene es que las personas estén en el centro de las empresas. En este momento tenemos demasiada tecnología y poca preparación. Falta conectividad entre las personas para transformar los sistemas", comentó. Por ello, defendió la necesidad de una formación más práctica en las propias compañías para mejorar este aprendizaje. "La universidad no va a cambiar la actitud de las personas. No es su misión. Debemos introducir a las personas antes en las empresas para que tengan un aprendizaje más práctico", defendió.

Por su parte, Joaquín Durá, jefe de fábrica de la planta del Puig Font Salem, aseguró que "el principal factor de la revolución 4.0 es que mejora a nuestros empleados y les facilita la tarea". Según explicó, lo que se ha conseguido con el uso de robots colaborativos ha sido mejorar el bienestar de los trabajadores al darles responsabilidades con mayor valor añadido y seguridad. Por otro lado, valoró la mejora en la comunicación entre los diferentes departamentos de una empresa. "Antes había islas dentro de las compañías y ahora se ha conseguido trabajar mejor en equipo y una comunicación más fluida", manifestó. Lo que, a su juicio, sí que es un problema, es la falta de ciertos perfiles profesionales para puestos de trabajo concretos.

A modo de conclusión, Granell destacó que las empresas poco a poco van sumándose a esta revolución industrial, aunque es necesaria una buena formación y que las empresas analicen los motivos de esa falta de expectativas de las nuevas generaciones.

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