Tirorí, caixes i casquetes de Tasta’l d’Ací

La Casca, dulce de Reyes de Beneixama a Vinaròs

Cuando los Reyes dejaban confituras por regalo, la Casca era el dulce tradicional más esperado. De mazapán y con un origen que se remonta a siglos atrás, Tasta’l d’Ací recupera su memoria gustativa en forma de literatura gastronómica popular para suscitar su consumo a través de los hornos del territorio valenciano.

| 06/01/2023 | 4 min, 8 seg

La Casca es un dulce navideño a la valenciana. Si juzgamos la memoria de esta tradición, el sur del territorio valenciano, en concreto La Safor, sería el que más conserva su vinculación con el mazapán, un indicio que sumado a su tradición con el turrón, bien podría señalar su origen. Aunque, según explicó Joan Iborra, historiador de la repostería tradicional, las primeras obras que contienen referencias a la Casca datan del siglo XV. “Jaume Roig cita a unas mujeres ‘casqueteres’ que vendían el dulce en Valencia”, tal y como se explica en Navidad Valenciana en extinción . La llegada del azúcar fomentó su expansión popular hasta que el Roscón ganó terreno.

Tenemos una buena noticia, la Casca se recupera y la gente vuelve a conocer esta confitura. El proyecto Tasta’l d’Ací no es el primer año que lo promociona, esta vez, acompañado de una caja ilustrada por la alicantina Sabina Alcaraz. En esta campaña participan cuatro hornos repartitdos por la geografía valenciana con el objetivo de recuperar nuestro dulce ancestral. La pastelería L’art del sucre (València), el horno Ca Massita (Vinaròs), El Molinero (Beneixama) y el Beekery Obrador (Dénia) colaboran con la iniciativa para acercar la magia de la Casca a las casas.

Uno de los impulsores de Tasta’l d’Ací, Xavier Benavent, nos explica que el objetivo principal es salvaguardar toda la riqueza y diversidad heredada, para recordar la memoria gustativa tradicional. Surgió sobretodo, en 2020 después de ver cómo a pesar del eco de los medios la Casca no tenía más trascendencia. Igual que con la campaña de Vinça, prefieren huir de clichés, investigar y profundizar en las raíces para comunicar el valor de los elementos que forman parte de la literatura popular y que conectan todas las comarcas. Por ello, han recopilado una serie de recortes y documentos históricos para llevar la Casca a la acción descubrieron que tal era su tradición y relevancia que se coló en multitud de frases, rimas y periódicos, de norte a sur.

Puestos a investigar, recogieron numerosas anécdotas de cómo la caja se guardaba hasta Navidad cuando la sacaban para recoger la Casca. Esta tradición, se heredaba de generación en generación, pues cuidaban tan bien el recipiente como el contenido emocional.

Helena Guimerà, del horno Ca Massita de Vinaròs nos cuenta que ya hace cuatro años que han recuperado la Casca y que en esta edición ha sido todo un éxito con caja incluida. Confeccionada con almendra, azúcar, huevo y rellena de boniato o calabaza. La primera receta documentada se encuentra en el Llibre del Coc de Mestre Robert (1520), «De casquetes», es realmente una fórmula de rotllets farcits de confitura de fruta y miel mayoritariamente desconocida fuera del territorio valenciano. La traducción castellana del mismo libro se ve con la obligación de precisar: «rosquillas de fruta que llaman casquetas en Valencia y Barcelona».

Parece pues, que a Castellón llegaron por el sur, según la documentación de Tasta’l d’Ací, el pedagogo castellonense Josep Soler i Godes, en su versión d’Els valencians pintats per ells mateix (1962) las nombra varias veces en referencia al territorio alicantino: Aquelles peces de torró d’Alacant o de paret, regalimant la mel entre les armeles; aquell torró de Xixona tan farinós i tan bo; les caixes de peladilles i de pinyons a vessar i les casques d’Alcoi i encara torrons de fruita. Y una vez entraron, quedaron en la cultura popular, sobretodo mediante la famosa canción del Tirorí que trascendió incluso al dulce.

Tal es su trascendencia cultural e histórica que para el 90 aniversario de la Cabalgata Reyes de Vila-real crearon una versión del Tirorí con VerdCel y la Unión Musical la Lira que vendieron en formato CD para recaudar fondos para la labor solidaria de Joventut Antoniana (datada de 1917), además de casques solidarias. El municipio de Vila-real es una de esas poblaciones que aún conservan el Tirorí. Desde el balcón del Ayuntamiento, Sus Majestades se dirigen todos los años a los niños y niñas de Vila-real que corean la popular canción: Tirorí, senyor rei jo estic ací, palla i garrofes, tot per al seu rossí, casques i avellanes, tot per a mi.

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