VALÈNCIA. El reloj marca los 45 minutos. Tiempo de descanso y de analizar la jugada. Fue en abril de 2016 cuando el conseller de Cultura, Vicent Marzà, presentó el plan estratégico 2016-2020 Fes Cultura, que marcaba 70 objetivos que guiarían la política cultural de la presente administración. Dos años después, es momento de hacer análisis de la primera parte del partido a través de un informe ejecutivo de evaluación elaborado por la unidad de investigación Econcult de la Universitat de València para la conselleria, un documento que fue presentado ayer por el propio Marzà y por la directora general de Patrimonio y Cultura, Carmen Amoraga. Tal y como explicaron, un 87% de los objetivos están activados (cumplidos o en proceso), lo que supone 61 de los puntos, de los cuales son 16 los que se dan por alcanzados en su totalidad. “Son datos muy positivos”, destacó Marzà, quien apuntó a que el ritmo actual lleva a pensar que se cumplirán las previsiones de cara a 2020. También en materia económica.
La gran ambición de Fes Cultura en su nacimiento era que la cultura se hiciera con el 1% del presupuesto autonómico, siendo que este año representa el 0,71%, cifra que supone un aumento con respecto a 2016. Con respecto a esta cuestión, Marzà se mostró confiado en continuar aumentando el presupuesto “de forma significativa” para llegar a ese 1%. Momento de analizar y de presentar, también se aprovechó el balance para inaugurar el Observatorio de la Cultura, una de las promesas no solo de Fes Cultura sino del seminario de gobierno del pasado invierno, que se plantea objetivos semestrales y que vuelve a celebrarse este fin de semana. La marca nace sin presupuesto asignado ni personal específico, pues ha sido desarrollado y será gestionado por la propia Dirección General de Cultural y Patrimonio. Grosso modo, se trata de una página web, un contenedor que aglutinará datos, informes y estudios que podrán ser consultados también desde este espacio, textos como por ejemplo aquellos generados por el Consell Valencià de Cultura o la encuesta de hábitos culturales desarrollada por la Universitat de València, que pronto se ampliará con una primera revisión.
“Nos ayudará a que la mesa de la cultura (Mecuv) pueda hablar de datos”, indicó Marzà con respecto al Observatorio. Precisamente uno de los siete grandes plantes para el periodo 2015/2016 era la creación de la Mesa de la Cultura Valenciana, un espacio de participación y diálogo entre el gobierno y los agentes culturales para hacer aportaciones a las distintas normativas. El organismo se puso en marcha en marzo de 2017 con un macroevento en el Centre del Carme que reunió a más de un centenar de representantes culturales, una primera reunión que sirvió para dividir el ente en distintas mesas sectoriales que debían echar a andar cada una por su cuenta. Preguntado Marzà por la frecuencia en la que se reúne afirmó: “continuamente […] Es el día a día, el funcionamiento habitual es ese, cada sector se reúne es su subcomisión y va avanzando”. La comunicación, sin embargo, no es tan fluida como el conseller la describe. Consultados por Cultur Plaza numerosos participantes de la mesa, describen un volumen de reuniones mucho menor: algunos de ellos aluden a la mencionada presentación en el Centre del Carme; otros suman una reunión extra pocas semanas después de la misma.
El mencionado informe también destaca las tasas de crecimiento de empleo de los sectores culturales y creativos. El objetivo está puesto en la creación de entre 8.000 y 10.000 puestos de trabajo, destacando el informe que es un objetivo “plausible” al haberse creado ya en 2016 unos 3.300. Lo cierto es que, teniendo en cuenta que Fes Cultura fue presentado antes del verano de 2016, este aumento no estaría vinculado directamente al plan. De igual forma, Econcult presentó hace dos meses el Análisis de la ocupación y prospectiva de las necesidades formativas de los sectores culturales y creativos en la Comunitat Valenciana, realizado para el SERVEF, un documento que plantea que se crearán 2.000 nuevos puestos de trabajo al año en dicho sector. El informe, como la evaluación de Fes Cultura, se refiere al empleo desde un punto de vista cuantitativo, pero no cualitativo. Según el Anuario de Estadísticas Culturales 2017, confeccionado por el Ministerio de Cultura, el empleo cultural aumentó en 2016 en España hasta los 544,7 mil personas, aunque de ese total un 28,6% son no asalariados, a pesar de que los trabajadores de la cultura presentan una formación académica superior a la media. Otro punto a trabajar es la problemática de los ‘falsos autónomos’, una figura que el esperado Estatuto del Artista quiere frenar con las futuras modificaciones fiscales.
En esto mismo sentido, y aunque la tendencia es evidentemente positiva por lo que respecta al aumento de consumo cultural de familias o en los niveles de lectura, el corto periodo de análisis obligan a ser cuidadosos a la hora de vincular los niveles de mejora con el plan en este primer análisis. Así, el informe de la conselleria destaca el aumento del gasto de hogares en servicios culturales y libros con respecto a 2016, pasando de 458.428 euros a 490.071 euros en el primer caso y de 259.599 euros a 278.572 en el segundo. Una cosa distinta es el número de visitantes de los museos valencianos, espacios gestionados directamente por la administración valenciana que sí reflejan de una manera directa los cambios de gestión o nuevos planes. Es este sentido los espacios expositivos han vivido un importante aumento de público, pasando de los 4,85 millones de usuarios en 2016 a los 5,41 millones de 2017 (el objetivo del plan para 2020 es de 6 millones). Por lo que respecta al objetivo de alcanzar 2 millones de espectadores teatrales anuales, en 2017 se habría alcanzado el 1,8 millones frente al 1,54 de 2016, mientras que en el caso de los espectadores de música en directo (contabilizando solo conciertos de pago) han subido 265.000 personas.
En el caso del volumen de personas lectoras en la Comunitat Valenciana hay debate. El informe ejecutivo de evaluación de Fes Cultura toma como referencia el estudio ‘Hábitos de lectura y compra de libros en España’ realizado por el Ministerio de Cultura para la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE). Este informe destaca que en 2017, por primera vez desde 2012, el porcentaje de lectores valencianos (61,2%) se situaba por encima de la media española (59,7%), un aumento de 154.000 lectores (mayores de 14 años). Este dato, sin embargo, tiene poco que ver con el que se deriva de la primera encuesta de Participación Cultural de la Comunitat Valenciana, creada por la Universitat de València a petición de la Dirección General de Cultura y Patrimonio, de la que se deriva que solo un 35,8 % de los valencianos lee libros, revistas o cómic en su tiempo de ocio.
Los objetivos vinculados a los datos anteriormente mencionados (creación de 10.000 puestos de trabajo; que el Valor Agregado Bruto del sector del libro llegue al 7,5% nacional; plan para llegar a 6 millones de visitantes a museos, etc) se sitúan en el apartado de objetivos activados/en proceso pero, ¿cuáles se dan por cumplidos? La conselleria da por alcanzadas un total de 16 iniciativas: la creación de una oficina de proyectos europeos; el plan de internacionalización; la constitución de la MECUV; la creación de un premio anual para administraciones locales implicadas en cultura; desarrollo del plan de mecenazgo (cuya Ley pasa hoy por Les Corts); el plan del sistema archivístico valenciano; el incremento de producciones propias; refuerzo y mejora del circuito teatral valenciano; programa butaca solidaria; recuperación del festival Dansa València; dar apoyo a propuestas emergentes; generar una etiqueta común y financiar música en directo; feria de música; programa de fomento de la creación, producción y formación cinematográfica y audiovisual; redefinición del Consorci de Museus y descentralización de las acciones relacionadas con las artes visuales.
Algunas de las iniciativas de especial interés para los sectores culturales que están en proceso o se han cumplido parcialmente (así se habla de aquellas medidas llevadas a cabo que, aunque se relacionen con el objetivo inicial, no cumplen completamente con su espíritu) son: la elaboración de un marco regulador de las condiciones laborales de los trabajadores del sector cultural (parcialmente); la armonización de las ordenanzas que favorezcan y faciliten el uso de espacios públicos para manifestaciones artísticas (parcialmente); plan de estabilización e internacionalización de compañías escénicas (parcialmente); plan para la incorporación de la música tradicional en la formación reglada (en proceso); o el programa de alfabetización en la producción audiovisual (en proceso).
Las cuentas pendientes reconocidas por el área de Cultura son la constitución de los consejos comarcales de las Artes, la Cultura y la Creatividad; el Programa PACTE de arte y cultura para los territorios; la promoción de un foro anual sobre el estado del sector; la bonificación por la compra de libros en el programa ‘Una mochila de cultura’; el acuerdo para la creación de cuatro centros de referencia escénica, de ellos uno orientado al circo y otro a las artes escénicas de calle; el catálogo de espacios para la música en directo; la creación de una feria internacional del sector de los videojuegos; o crear un programa de bonus dirigido a empresas valencianas para la contratación de servicios creativos. En este apartado también se podría sumar algunas de las promesas vinculadas a los objetivos que todavía no se han puesto en marcha, proyectos como el bono cultural.
El clip posa en valor el procés de creació del full de ruta que la Conselleria de Cultura manté com a criteri d'implementació i autoavaluació fins a 2019