VALÈNCIA. "Es hora de relevo para encabezar nuestro proyecto político de pueblo y dar un paso al lado. Mi compromiso es firme y lo seguirá siendo porque la política consiste en luchar por la felicidad de las personas". Con este mensaje en redes sociales, la alcaldesa de Potries y presidenta de la Mancomunitat de la Safor, Assumpta Domínguez, anunciaba el pasado sábado su decisión de no optar de nuevo a la vara de mando local después de haberla enarbolado durante dos mandatos.
Exponía su renuncia señalando, y etiquetando, directamente al concejal de Cultura y Patrimonio, Sergi Vidal, como su sucesor al frente de este municipio en el que Compromís sostiene una amplia mayoría de seis ediles sobre el total de nueve que configuran el pleno municipal. Minutos después el aludido respondía reconociendo "la tristeza de asumir tu decisión" por "la gran labor que has hecho por nuestro pueblo", y asumiendo el reto. "Quiero devolver a mi pueblo todo lo que me ha dado", declaraba en esta conversación desarrollada a base de post de Facebook.
Si la noticia sorprendía a nivel provincial en su partido, donde las decisiones se adoptan a escala municipal y se asumen en ámbitos superiores orgánicamente, más lo hacía la marcha, anunciada el lunes, del alcalde de Alfarp, Santi Cervera, en una entrevista publicada en la edición comarcal de la Ribera del diario Levante-EMV. Su argumento resulta similar al de Domínguez -"es el momento de dejar paso"-, y también el hecho de aclarar que no optará de nuevo pero que seguirá en el proyecto político.
"Que no asuma la alcaldía no quiere decir que no vaya a apoyar a mi partido en todo lo que necesite", sostiene el igualmente vocal de la Mancomunitat de la Ribera Alta. Del mismo modo, coincide en marcharse dejando el legado de una mayoría absoluta; en su caso, de cinco sobre nueve.
No obstante, a diferencia de la alcaldesa de Potries, Cervera no señala a su sucesor ni Compromís tampoco lo tiene todavía. Ocurre como en Alzira, donde el primer edil, Diego Gómez, abrió la espita de la retirada a finales de octubre.
Lo hizo con un mes de retraso respecto a la fecha que se había marcado, y generando cierta sorpresa tanto en su partido como en la oposición, ya que daban por hecho que continuaría. En su caso, apeló al desgaste -"los últimos dos años y medio han sido muy duros", reflexionó- aunque, al igual que sus conmilitones, dejó la puerta abierta a continuar en otras labores del proyecto de Compromís.
Después del anuncio del alcalde de València, Joan Ribó, en septiembre de volver a optar al sillón presidencial del pleno local, parecía que Gómez, cuya trayectoria tiene mucho paralelismo con la del máximo munícipe de la capital, haría lo mismo.
Su decisión contraria a seguir ha sacudido la estrategia de Compromís en la provincia, basada en gran medida en el tirón de sus titulares de alcaldías. Además, anticipó su adiós sin dejar heredero claro, lo que ha abierto las especulaciones y las conjeturas, con el concejal de Hacienda, Albert Furió, como favorito a la sucesión pese a que no suscita la unanimidad de Gómez.
Al anticipo de abandonar la candidatura de Alzira por parte de su alcalde de cara a los próximos comicios le han seguido, gestando una especie de efecto dominó en apenas tres semanas, otra también en su comarca -la antes aludida en Alfarp- y la citada de Potries, en la Safor. Curiosamente se trata de dos de los espacios geográficos en los que Compromís tiene más implantación en la provincia.
No obstante, las despedidas adelantadas de Gómez y Cervera no son las únicas de la Ribera Alta entre dirigentes municipales de Compromís. Este verano el primer edil de Carcaixent, Paco Salom, se avanzó. En su caso el reemplazo ha llegado por aclamación en la figura del hostelero Enric Casassús.
Casi a la par, en este caso de vuelta a la Safor, aunque ya en la zona de la subcomarca de la Valldigna, el primer edil de Tavernes, Sergi González, que llegó al cargo escasas semanas después de constituido el pleno por renuncia del alcalde electo, Jordi Juan, comunicó también su decisión de no optar a la alcaldía en mayo de 2023 limitándose a recalcar motivos personales. La asamblea local escogió al edil Josep Llácer como relevo al frente de la candidatura.
Pese a esta concatenación de renuncias, que han causado, sobre todo las de Alzira, Potries y Alfarp, adoptadas con poco margen sobre la fecha de cierre de nombramiento de candidatos, cierta sorpresa y desconcierto, desde Compromís niegan desmoralización o sensación extendida de fin de ciclo.
"La gestión es dura y muchos cargos la llevan a cabo sin dedicación ni exclusiva ni parcial. No viven de esto. Han colaborado en una etapa de cambio y recuperación impensable hace diez años y consideran que ahora tienen que dar un paso atrás", explica un destacado responsable de la coalición compromisaria que conoce bien los entresijos de la política local. "Creo que vamos a presentar las mismas listas que en 2019 o incluso alguna más. Los cambios o movimientos internos no suelen afectarnos mucho. Y mira que ha habido", añade.