VALÈNCIA. Ha esperado a que pasara la celebración del 9 d´Octubre y el acto conmemorativo del 40 aniversario de la pantanada de Tous que asoló la Ribera. Ha sido entonces, después de dejar transcurrir el tórrido verano y apurar el mes de septiembre en que anticipó que se pronunciaría, cuando el alcalde de Alzira, Diego Gómez, ha dicho que no optará de nuevo al cargo.
Lo ha hecho en un tono de emoción y en compañía del ex conseller de Educación Vicent Marzà. Al igual que este último en su anterior cargo, ha aludido a cuestiones personales para argumentar su adiós. Además, ha apelado a la nostalgia que siente de su etapa de maestro, a la que ha dedicado la mayor parte de su trayectoria profesional, en cada inicio de curso. Con su marcha, sacude la estrategia de Compromís en la provincia de València en general y en la comarca de la Ribera en particular, ya que tenía en Gómez a uno de sus valores seguros para los comicios de mayo de 2023.
El primer edil alzireño caminaba, hasta ahora, casi en paralelo a la senda que trazaba el alcalde de València, Joan Ribó, algo más veterano. Ambos proceden del ámbito docente y en los dos casos vivieron un mandato previo en el que aprendían desde los asientos de la oposición. Después, accedieron a la alcaldía en 2015 y repitieron en 2019 mejorando resultados, al contrario de lo que ocurrió a la mayoría de candidatos de Compromís.
Los dos demoraron confirmar su continuidad y se remitieron a septiembre para manifestarse al respecto. Ribó cumplió con el plazo que se concedió para dar el sí a los requerimientos de seguir por parte de su coalición. Gómez lo estiró y ahora, para sorpresa en gran parte de su agrupación de partidos, ha anunciado que renuncia a continuar.
Ha cumplido, no obstante, el plazo que se dio al empezar con la alcaldía de limitarse a dos mandatos. No ha buscado excusas o argumentos para no retirarse como otros primeros ediles que aluden, por ejemplo, a proyectos pendientes o a ilusión por proseguir.
Al contrario, ha reconocido que "estos dos últimos años y medio han sido muy duros", para augurar que "sé que saldremos adelante" y asegurar que "voy a trabajar hasta el final". Ha salpimentado su exposición con hitos personales, como su llegada a Alzira hace 41 años ("al principio no me acoplaba, pero pronto descubrí que esta ciudad, este pueblo, era el mío", ha comentado), o sus peripecias ciclistas con repetidas subidas al mítico Tourmalet incluidas. Aunque asegura que "habrá tiempo para hacer balance", sí que se compromete a "no perder nunca la sonrisa".
La marcha de Diego Gómez deja a Compromís sin candidato en la principal ciudad de la provincia en la que ostenta la alcaldía tras la capital a siete meses de las próximas elecciones municipales. Esta circunstancia abre la caja de los vientos de sucesión y da pie a un hipotético proceso de primarias, tanto para la confección del conjunto de la candidatura como, sobre todo, para liderarla. Una de las opciones que emerge es la del politólogo y concejal de Hacienda Albert Furió, en la actualidad tercer teniente de alcalde.
También este viernes, casi a la par que la manifestación de Diego Gómez de dar un paso atrás a escala local, se ha producido otro anuncio que igualmente tiene su trascendencia para Compromís. Lo ha hecho Alicia Izquierdo, miembro de la Ejecutiva Nacional de Més Compromís y, sobre todo, abanderada saforeña de este corriente mayoritaria en la coalición.
En un comunicado, la sexta teniente de alcalde del Ayuntamiento de Gandia ha proclamado su intención de concurrir en las primarias para ser candidata a alcaldesa. Lo ha hecho destacando la necesidad de mantener el equipo de gobierno que configuran junto con el PSPV, "con más fuerza, con un liderazgo potente, una alternativa real para el gobierno de la ciudad que garantice al cien por cien las políticas transformadoras de la izquierda valencianista".
El mensaje que ha lanzado tiene calado, porque Alicia Izquierdo ya forma parte del ejecutivo municipal y puede desarrollar desde hace dos mandatos -entró como edil en 2015- las actuaciones a las que envuelve con el manto de "políticas transformadoras".
No obstante, no consiguió liderar su formación en 2019 porque cayó en las primarias frente a la alternativa planteada por la segunda pata de la coalición, Iniciativa-Compromís. El actual vicealcalde, Josep Alandete, se impuso con el 53% de los sufragios en las primarias locales frente al 47% de Izquierdo.
La pugna tiene todos los visos de repetirse cuatro años después con ambos rivales, un hecho que internamente, desde la dirección de Compromís, consideran que puede generar división innecesaria -y electoralmente perjudicial para sus intereses- si no se cierran de manera clara.
Gandia y Alzira no destacan únicamente como dos de las localidades más populosas de la provincia, sino que, precisamente por el caudal que aportan, resultan decisivas en la lucha por los diputados provinciales de la Safor y la Ribera Alta, respectivamente. Por tanto, alcanzan un doble valor estratégico