VALÈNCIA. Unos 22 millones de euros es lo que el Ayuntamiento de València había calculado que podía costar la apertura de unas nuevas oficinas municipales en el antiguo edificio de la delegación de Hacienda, en la céntrica calle Guillem de Castro. Un coste previsto que, sin embargo, el consistorio quiere ahora abaratar recuperando el suelo de la edificación, cedido a Hacienda pero de propiedad municipal, y evitando así tener que pagar por él.
El alcalde de València, Joan Ribó, firmó este miércoles una resolución al objeto de solicitar al Ministerio de Hacienda y Función Pública la reversión de la cesión de este suelo aprobada por el Ayuntamiento el pasado siglo para que el Gobierno construyera allí la Delegación de Hacienda en el Cap i Casal. Una reclamación a la que el Ejecutivo central puede alegar pero que, de salir adelante, supondrá un ahorro al consistorio en la operación de compra de este edificio.
Según se explica en la misma resolución, el edificio se encuentra en un suelo que es propiedad al 60% del Ayuntamiento de València y al 40% de la Diputación provincial. Pero en 1951, el pleno consistorial aprobó la cesión al Ministerio para que ubicara allí, en un solar de 2.200 metros cuadrados, un entonces nuevo edificio con casi 10.800 metros cuadrados dedicados a la Delegación de Hacienda. Cesión que, cabe destacar, se hizo de manera gratuita ya que en el acuerdo de entonces no constaba "precio a percibir por el solar ni que el solar se cediera en compensación por alguna obligación pendiente".
Con todo, en 2018 el Ministerio de Hacienda se 'desprendió' del edificio, que dejó de tener un uso, por lo que pasó a tener una naturaleza patrimonial. Esto, señala el consistorio, teniendo en cuenta que la cesión se hizo con una finalidad concreta, y que dicho uso ya no está en funcionamiento, permite al Ayuntamiento instar a la reversión de la cesión aprobada ahora hace 71 años.
Así, si finalmente el consistorio recupera su parte del suelo -el 60%-, el proceso de compra del inmueble será menos costoso de lo previsto para las arcas municipales. Inicialmente, se había proyectado una inversión necesaria de 22 millones de euros en total: 12 millones para la reforma integral del edificio y su habilitación para el nuevo uso de oficinas municipales, y otros 10 para la adquisición del mismo.
Sería esta última cantidad la que quedaría rebajada. En el gobierno municipal, el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, evitó dar una cifra concreta, si bien habló de "un buen pellizco" y señaló que los técnicos del departamento ya estudian a cuánto podría ascender concretamente el alivio presupuestario de la operación.
"El Ayuntamiento de València ha decidido que el edificio de Hacienda de Guillem de Castro siga siendo de servicio público, que pase a ser una nueva oficina municipal donde se pueda atender a sus vecinos y vecinas. Y para ello estamos negociando con el Ministerio de Hacienda", explicó este lunes Sanjuán, para añadir que es "en esta negociación" cuando el consistorio ha constatado que el suelo fue cedido por las administraciones valencianas "y que por tanto podemos solicitar que los terrenos reviertan de manera gratuita a la propia ciudad".
Con esto, subrayó el edil de Hacienda, se va a poder "conseguir esa nueva sede municipal a un coste mucho menor y vamos a poder ahorrar varios millones de euros a las arcas municipales gracias al buen trabajo de los técnicos del Ayuntamiento".