VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València llevará a cabo este mismo año el proceso participativo para diseñar el futuro PAI de Benimaclet y empezará a revisar el planeamiento para el desarrollo de este sector, que quedó en el aire después de que la concejalía de Urbanismo rechazara la propuesta de la promotora Metrovacesa y anunciara, más tarde, que será el Ayuntamiento de València el que se encargue del diseño de esta porción de suelo para colmatar el barrio.
Tras semanas de desencuentros entre los dos socios de gobierno, Compromís y PSPV, sobre cómo debía organizarse esta zona, la concejala de Desarrollo Urbano y vicealcaldesa, Sandra Gómez, salió al paso para anunciar la intención de realizar un nuevo proceso de participación vecinal para fijar el futuro planeamiento del barrio y que sirviera de base para, a continuación, elaborar la propuesta definitiva. Una forma de proceder que, si bien no salva las diferencias entre el planteamiento de la formación que lidera Joan Ribó y el de los socialistas, sí busca generar un mayor consenso entre los vecinos de Benimaclet.
Este miércoles, de hecho, el gobierno municipal, que todavía no ha solventado las discrepancias de fondo, buscó una imagen de unidad en torno al proyecto y tanto el alcalde como la vicealcaldesa y el vicealcalde Sergi Campillo se sentaron en una misma mesa junto con la Asociación de Vecinos de Benimaclet y el colectivo Cuidem Benimaclet, así como el codirector de la cátedra de l'Horta, Enric Guinot; catedráticos de la Universitat de València y arquitectos y letrados de los colectivos vecinales.
Así, el equipo de gobierno anunció que este mismo año ya se realizará el proceso participativo para iniciar más tarde la revisión del planeamiento. Pese a las diferencias existentes, Gómez quiso señalar que "las posiciones están más próximas de lo que a veces se quiere manifestar" y por eso adelantó que el diseño del PAI "estará en marcha este mismo año puesto que el Ayuntamiento está trabajando en él". Destacó, pues, que se hará "de la mano de los vecinos y vecinas".
A juicio de Ribó, el PAI de Benimaclet es una cuestión de "máxima importancia" y lo asimiló a "la lucha ciudadana por un río verde, por el Saler o por el Cabanyal" porque, dijo, el consistorio está ante "un cambio del modelo urbanístico" que pretende basarse en la participación ciudadana, que "no se debe reducir a presentar alegaciones" sino que debe "estar presente en todo el proceso".
Todos los representantes vecinales exigieron al gobierno municipal que "se contemplen todas las alternativas" y que "se busque un acuerdo entre los partidos de gobierno y se cuente con la participación activa de las entidades vecinales y la ciudadanía". En la reunión, a la que también asistió la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos, María José Broseta, las entidades también cuestionaron la edificabilidad que se contenía en la propuesta del planeamiento, que según dijeron, está "concebido" pero "no ejecutado hace treinta años".
En este sentido, sobre la elevada edificabilidad, añadieron que no corresponde "a la situación actual por sus previsiones demográficas, que no se han cumplido, ni a los parámetros de sostenibilidad que hoy consideran imprescindibles los organismos internacionales". Y por ello abogaron por una "nueva concepción de urbanismo que priorice la calidad de vida de sus habitantes".
Asimismo, reivindicaron ante los responsables municipales "la conservación de la huerta" y la reconexión del barrio con la huerta que se encuentra en la otra orilla de la Ronda Norte, convertida ahora en "una barrera física y en un foco de contaminación". En este sentido, plantearon sobre el nuevo planeamiento la integración de huertos urbanos y la voluntad de contar con espacios "para el esparcimiento y los equipamientos que necesita el barrio".
