El Ayuntamiento de València inyecta 10 millones en la EMT para cubrir la debacle financiera de 2020

VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València inyectará 10 millones de euros en el patrimonio de la EMT para cubrir la debacle económica que supuso el año pasado la crisis sanitaria del coronavirus para la firma municipal, igual que para el resto de compañías del ramo. La alcaldesa en funciones, Pilar Bernabé, dio luz verde este lunes a la resolución que autoriza y reconoce la obligación del pago del consistorio a la EMT.

La aportación patrimonial, validada por el gobierno municipal en el pleno del consistorio el pasado mes de mayo, va destinada, según la resolución aprobada, "a compensar parcialmente las pérdidas del ejercicio de 2020 y reequilibrar la situación patrimonial". Ciertamente, las cuentas de la firma municipal que preside el edil de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, dejaron buena constancia de la debacle económica que supuso la crisis sanitaria.

Según la cuenta de pérdidas y ganancias de la EMT, en 2020 la empresa registró una facturación de 23,5 millones de euros, la mitad que el año anterior, lo que da buena cuenta de la actividad de la firma durante el ejercicio de la pandemia. Así pues, teniendo en cuenta los gastos, que se vieron incrementados por la pandemia, la EMT perdió 18,5 millones de euros.

Estos números rojos deberían ser mayores, a juicio de los auditores de la empresa, si se hubiera tenido en cuenta los 10,5 millones de euros que la Agencia Tributaria reclama a la empresa por el IVA no abonado durante 2016 y 2017. En este sentido, las pérdidas habrían alcanzado los 29 millones de euros.

Con todo, la actividad parece que todavía no ha acabado de recuperar la normalidad de antes de la pandemia. Durante el primer trimestre de este año, la empresa municipal continuaba sin recuperar los usuarios habituales antes del estallido del coronavirus pese a la mejora registrada.

Concretamente, en los primeros tres meses del año hubo un 46% de validaciones que en el mismo período del año anterior. Algunas ratios de viajeros calculadas en la empresa sí que han mejorado, como la de viajeros por hora y viajeros por kilómetro. Pero en marzo seguían en torno a un 43% y un 44% por debajo de los niveles de prepandemia. En junio, estas tasas mejoraron hasta el 35%.