VALÈNCIA. Los presupuestos municipales de València crecerán hasta los 1.010 millones de euros, un 10% más respecto al ejercicio 2021, que estuvo marcado directamente por las consecuencias negativas de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, en contraste, las cuentas para el próximo año ya huelen a recuperación. Y lo hacen hasta tal punto que el gobierno municipal del Ayuntamiento, dirigido por Compromís y PSPV, ya prevé recaudar más dinero en impuestos y tasas que en las previsiones anteriores al estallido de la pandemia.
Así pues, del total del presupuesto de 2022, cerca de la mitad estará financiado a cargo de los impuestos que pagan vecinos, inversores y propietarios en el cap i casal: 502,2 millones de euros. Una cifra notablemente mayor a la prevista para este año -465,5 millones-, debido a las peores previsiones económicas y de actividad para 2021. Pero lo cierto es que se volverá a la senda del progresivo aumento recaudatorio de los últimos años, superando ya las proyecciones prepandemia, las de 2020, que sumaron 498,9 millones de euros.
Ciertamente, el gobierno municipal ha congelado impuestos y tasas, si bien prevé que la mejoría económica en el marco de recuperación tras la crisis sanitaria dará un impulso notable a la recaudación impositiva. Así, explican los técnicos del expediente presupuestario de 2022, "se tiene en cuenta la evolución positiva de la pandemia durante el segundo semestre de 2021 y las medidas adoptadas para su control", aunque aseguran que la recuperación se ha estimado "con criterios de prudencia".
Por ejemplo, para el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) se ha recogido un ingreso de 234,3 millones de euros, cuatro millones más de lo presupuestado en 2021; para el impuesto de vehículos, 37 millones de euros -uno más-; y para el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), 25,6 millones de euros -0,4 millones menos que en 2021-. Por su parte, las plusvalías previstas ascienden a 35 millones de euros, una docena más que este año aunque se trata de una cifra similar a la del año anterior.
Es peculiar el caso de los ingresos por las plusvalías -el impuesto sobre el incremento de valor de los terrenos-, que se encuentra en el aire después de que el Tribunal Constitucional declarara inconstitucional el método del cálculo de este gravamen. "No puede determinarse el alcance de la sentencia", dicen los presupuestos, que admite que actualmente "existe una gran incertidumbre sobre el comportamiento de las estimaciones"
Sobre ello, el edil de Hacienda, Borja Sanjuán, valoró la "actitud" del Gobierno central en favor de los ayuntamientos y dijo que esta ha ayudado en la elaboración del presupuesto por la "reacción rápida" ante la sentencia del Tribunal Constitucional sobre plusvalías. En este sentido, apuntó a que el decreto aprobado por el Ejecutivo central para un nuevo cálculo del impuesto "ha hecho posible presupuestarlas".
El gobierno municipal espera, así pues, una reactivación de la actividad económica que permitirá inyectar más dinero en las arcas municipales. Una tendencia que se reflejaría, por ejemplo, en las previsiones respecto al Impuesto de Instalaciones, Construcciones y Obras (ICIO), que si en 2021 eran de unos 10 millones de euros; para 2022, alcanza los 15,5 millones de euros. Cifra, por otro lado, equivalente a lo que finalmente se habrá recaudado a finales de este ejercicio y que mejoran, por tanto, las proyecciones realizadas hace doce meses.
El alcalde de la ciudad, Joan Ribó, subrayó que esta mayor recaudación obedece a la "reactivación económica" y al "incremento de licencias urbanísticas y de actividad" e insistió en que no se ha tocado ni una sola ordenanza fiscal: no se han subido los impuestos, pero tampoco bajado. Esto último, de hecho, es lo que criticaron los grupos de la oposición, que aprovechando la mejoría económica, se optase por bajar algunos gravámenes municipales.
Al respecto, la portavoz del PP, María José Catalá reprochó que la recaudación aumente un 7,7% y tachó de "insultante que la izquierda siga pasando el cepillo y no baje los impuestos a los vecinos cuando la cesta de la compra, la luz y la gasolina cada vez cuestan más". En este sentido, sobre las plusvalías dijo que estamos en un momento en el que "los vecinos pedían un respiro en este impuesto". "Nosotros el lunes pediremos que lo bonifiquen al 99% en caso de herencias", anunció.
Por su parte, su homólogo de Ciudadanos, Fernando Giner, criticó al primer edil por su negativa a bajar los impuestos y remarcó que "es más importante que el dinero esté en el bolsillo de los valencianos que amortizar deuda": "Son momentos en los que lo mejor es que el dinero esté en el bolsillo de los ciudadanos. Y por eso nosotros pedíamos una disminución de impuestos por valor de 50 millones. Pero lo que va a hacer Ribó es amortizar deuda precisamente por ese importe", dijo el portavoz naranja.
Con todo, este crecimiento recaudatorio es, unido al fuerte incremento de las transferencias de otras administraciones, lo que permite al Ayuntamiento de València y a la concejalía de Hacienda que dirige Borja Sanjuán elaborar unas cuentas notablemente expansivas. Y es que las transferencias externas suben nada más y nada menos que casi un 20%, hasta los 442 millones de euros.
De ellos, la gran mayoría -390 millones- proceden del Estado e incluyen el fondo compensatorio de financiación que reparte el Gobierno central, la compensación por menor recaudación de impuestos de actividades, la subvención a la EMT y otras transferencias menores. Este año, además, por fin el Gobierno central devolverá al Ayuntamiento los 8,5 millones de euros que le debía por el incorrecto cálculo de la liquidación del IVA en 2017 por el Ministerio de Hacienda cuando lo dirigía Cristóbal Montoro, una reivindicación que finalmente se ha hecho realidad.
El Ayuntamiento de València, por su parte, volverá a reducir su deuda previsiblemente después de que en 2021 haya sufrido un leve repunte para hacer frente a la delicada situación financiera por el coronavirus. Así, vuelve a la senda de la reducción que vive el consistorio desde 2012, cuando llegó a los 964 millones de euros. La bajada fue drástica gracias a las leyes de estabilidad presupuestaria hasta el ejercicio 2020, que tocó mínimos en el consistorio con 296 millones de deuda.
En 2021, subió a los 315 millones; y en 2022 se prevé una nueva minoración hasta los 298 millones de euros. Cifra, no obstante, levemente superior todavía a los niveles de deuda prepandemia. Ribó subrayó que la "reducción constante de la deuda" en años anteriores permitió en 2021 aumentarla en 18 millones para "hacer frente a la Covid-19" y que ahora se podrá "volver a disminuir".