VALÈNCIA. Algo más de un mes ha tardado el Ayuntamiento de València en confeccionar los pliegos para la creación de un centro de datos en el edificio de los Docks en la Marina de València tras presentarse dos propuestas para realizar el proyecto: una primera impulsada por la compañía de telecomunicaciones Nethits Telecom y una alternativa personada por la tecnológica Nixval.
La concurrencia de la segunda en el periodo de información pública de Nethits ha obligado a realizar un concurso del que este viernes se aprobaron las bases. Un proyecto con el que el consistorio espera ingresar al menos 340.000 euros anuales (sin IVA), una cifra que supera considerablemente las propuestas del canon ofrecido por las tecnológicas. La más alta era la de Nixval, con 275.000 euros, un 13% menos. Mientras, Nethits solo ofrecía 175.000, a pesar de calcular ingresos por valor de 48 millones.
Una cantidad que ya se acerca a los montantes pagados en el espacio de la Marina de València por otros proyectos. Por ejemplo, el empresario valenciano Juan Roig abona 350.000 euros anuales por la concesión de los espacios de EDEM y Lanzadera, que suman 7.000 metros cuadrados. Mientras, los Docks son algo más de 5.164 metros de parcela con una construcción de 9.582 metros cuadrados en la que es posible elevar tres nuevas plantas en un edificio que no superará los 12 metros de altura.
Como se apuntaba, Nethits estima ingresos de 47,9 millones de euros con el centro a pleno rendimiento. En su primer año completo, que sería 2026, la capacidad utilizada prevista es de un 36%, con unos ingresos de 16,8 millones de euros. A partir de ahí, se produce un incremento progresivo que llegaría a su máximo en 2030 con casi 48 millones de ingresos, por lo que las propuestas iniciales a priori parecían bajas, tal y como finalmente ha entendido el consistorio.
El Ayuntamiento de València ha optado por un contrato con una duración de 50 años, que contempla la posibilidad de prórrogas hasta los 99 años, el máximo que permite la normativa vigente. La empresa solicitaba una concesión que se alargara hasta los 75 años, con una inversión que se amortizaría el décimo año.
En todo caso, las prórrogas se aprobarán de mutuo acuerdo y podrán implicar la modificación de condiciones del contrato -como el importe del canon- al estar parcial o totalmente amortizada la inversión realizada por compañía. Ahora, el concurso está pendiente de publicación en la Plataforma de Contratación del Sector Público, momento a partir del cual se abrirá un plazo de 26 días naturales para presentar ofertas que podrían ser de las compañías que ya han mostrado interés o de cualquier otra.
Entre los criterios de valoración clave para la selección de la compañía que finalmente pondrá en marcha el proyecto en los Docks estará el precio y el tiempo de uso. En primer lugar, que se mejoren los 340.000 euros planteados como canon anual por el Ayuntamiento de València con 25 puntos. El mismo peso tendrá la reducción del canon de superficie respecto a los 50 años iniciales de vigencia del contrato -sin incluir las posibles prórrogas-.
También tendrá un valor de 25 puntos el fomento del empleo, 20 el volumen de la inversión propuesta en el espacio y 5 la inversión en operaciones de renovación de infraestructuras. Un proyecto que tendrá que respetar las condiciones patrimoniales del edificio, que actualmente está en proceso de ser catalogado como Bien de Relevancia Local, por lo que en caso de resultar como tal la entidad ganadora deberá dar estricto cumplimiento en su proyecto de intervención a las condiciones patrimoniales marcadas para este tipo de espacios.
El mercado de los 'data center' o centros de procesamiento de datos se perfila como el próximo gran foco inversor para los próximos años en España, donde está previsto que mueva 3.000 millones de euros en el próximo lustro. La progresiva digitalización de los procesos relacionados con la actividad económica y la necesidad de darle soporte con estos centros ha disparado el interés de los inversores, que ya buscan emplazamientos fuera de las zonas 'calientes' clásicas, Madrid y Barcelona.
En este contexto, las provincias de València y Alicante se posicionan como destino de estas inversiones, según explican desde la consultora especializada en grandes operaciones inmobiliarias Colliers. Las razones son el reciente crecimiento de la red de cable submarino en la costa mediterránea, el nivel de costes combinado con la calidad de vida en la Comunitat Valenciana, y la apuesta por la digitalización de la Generalitat.