El Balneario de la Alameda cuenta sus días para el cierre con el actual gestor

VALENCIA. La situación del Balneario de la Alameda sigue empeorando y es que, de momento, no se aprecia una mejoría ni por parte del gestor, Mibor Urbana, ni por una solución específica del Ayuntamiento de Valencia. Según explican fuentes cercanas a la empresa, la empresa del grupo Onofre Miguel va a liquidación, corriendo la misma suerte que otras empresas del grupo. 

De momento, ante la situación, los gestores del balneario, única instalación urbana de este tipo en España, van asumiendo decisiones para gestionar semana a semana. Por ejemplo, el restaurante Las Hermanas ha dejado de prestar servicio para no dejar en el aire a proveedores mientras que el balneario ha puesto fecha tope de servicio hasta el 15 de mayo para sus reservas. 

La empresa lleva sin pagar el canon desde 2011, a razón de 75.000 euros anuales, lo que implica un impago que supera los 300.000 euros. Aunque desde el Ayuntamiento no están reclamando las deudas para que no se vea abocado al cierre, tampoco pueden asumir esta situación indefinidamente. La adjudicación se realizó en 2006 con una concesión de 50 años, otros tiempos en los que se pensaba que sí podría ser asumible ese plan de negocio. 

Mibor Urbana entró en concurso de acreedores y negoció con sus dos principales acreedores, el Instituto Valenciano de Finanzas y el Ayuntamiento de Valencia, una quita de la deuda. Con el IVF llegó a un acuerdo de quita del 50%,  un préstamo de 3,5 millones de euros para asumir la remodelación del complejo. Con el Ayuntamiento de Valencia hubo principio de acuerdo, pero el PP con Alfonso Grau al mando no lo ejecutó mientras que la actual concejala de Patrimonio, María Oliver, rechazó rescatar a empresas privadas. 

La intención era que se compensara un exceso de inversión. Los trabajadores temen que si se cierra el balneario y no se realice el mantenimiento y se mantenga la seguridad se eche a perder la instalación. No obstante, esperan que se saquen nuevos pliegos lo antes posible con el fin de que otra empresa entre a gestionarlo. Están abocados al cierre, y tras la liquidación se realizará un ERE de extinción con el que 25 trabajadores en plantilla tendrán que dejar el balneario.