Hoy es 15 de octubre
VALÈNCIA. Ford Almussafes iniciaba esta semana un nuevo curso con varias incógnitas sobre su futuro sobrevolando en el ambiente. La primera de todas es cerrar las salidas del último ERE, que finalmente ha afectado a 600 trabajadores, pero también abrir la negociación del nuevo ERTE que tendrá que acometerse en la factoría a partir de enero de 2025 ante el excedente de personal por la significativa reducción de carga de trabajo. Y, la tercera, pero no menos importante, clarificar y concretar la futura inversión asignada a la planta y de la que solo ha trascendido que será un modelo híbrido de 300.000 unidades anuales a partir de 2027. Por tanto, se desconocen los detalles y el calendario de actuaciones para adecuar la planta a este nuevo coche.
Unas incertezas que desde la plantilla quieren disipar para conocer el horizonte de la planta en un momento en el que, además, Ford ha comunicado recientemente su cambio de estrategia y abandonar los coches eléctricos por una apuesta por los híbridos. Esta decisión se ha evidenciado con la cancelación del SUV ('Sport Utility Vehicle') eléctrico que estaba planeando fabricar y ahora la multinacional estudia aprovechar las tecnologías híbridas para sus próximos SUV de tres filas.
Una medida que, a priori, no afecta a la factoría valenciana, dado que, pese a que se había asignado la nueva gama de eléctricos en 2022, la firma del óvalo ya había comunicado que esa flota no llegaría a tierras valencianas porque frenaba su electrificación ante las malas ventas de los eléctricos en el mercado. De esta forma, se decantó, como está pasando con la mayoría de fabricantes, por los híbridos. Un movimiento que ya vaticinaba los planes de la firma del óvalo a nivel global.
En compensación por esta pérdida de carga de trabajo, anunció que Almussafes produciría un nuevo coche multienergía a partir de 2027. Todavía se desconoce el modelo, pero ya se ha concretado que la producción anual serán 300.000 unidades. Meses después del anuncio, la planta exige concreción. Y más teniendo en cuenta que en estos momentos la actividad y los pedidos están en mínimos históricos con la fabricación de tan solo un único modelo, el Kuga.
De hecho, según los datos aportados por UGT, sindicato mayoritario, a este diario, la producción de la fábrica hasta este pasado mes de julio fue de 80.672 coches, de los que 64.033 coches fueron del Kuga y 16.639 de la furgoneta Transit, que en abril se dejó de producir en las instalaciones valencianas. Por tanto, se atisba un final de año complicado para la factoría. Cierto es que en el año de la pandemia y en 2021, en plena crisis de los semiconductories, Almussafes producía más modelos que ahora -Mondeo, Galaxy y S-Max-, pero también hubo varias paradas totales de la actividad durante días y se sucedieron los ajustes y, aún así, la producción de coches fue mayor que en los primeros siete meses de 2024. En 2020, hasta junio, se fabricaron 113.000 unidades y en 2021, 83.000, lo que pone de relieve el gran problema actual.
Una merma de actividad que llevaba este año a la multinacional a plantear el cuarto ERE en la planta de los últimos cinco años para 1.600 trabajadores, el 33% de la plantilla total. Finalmente, y tras duras negociaciones, se se rebajó el número de afectados a 626 personas, mientras que se fijó un ERTE rotativo hasta el 31 de diciembre para otros 1.000 empleados. Eso sí, se acordó que, a partir de enero de 2025, entraría en vigor un nuevo mecanismo de medidas especiales de flexibilidad y estabilización del empleo. Un instrumento aún por definir y acordar.
Por ello, ante el sombrío horizonte y los flecos que hay que abordar, este miércoles UGT exigía a la dirección de la firma cerrar en breve el ERE) negociar el nuevo mecanismo que se aplicará a partir de enero y clarificar las inversiones para el nuevo modelo. "Hay que clarificar, diseñar y negociar todos los aspectos del ERTE que debe entrar en vigor a partir del 1 de enero del próximo año, con el concurso de las administraciones públicas", exponía en un comunicado la organización sindical.
Cabe recordar que el ERE se cerró través de un plan de indemnizaciones económicas de hasta 40.000 euros para empleados menores de 54 años y un plan de prejubilaciones a partir de los 53 años. El acuerdo consiste en un plan de salidas con indemnizaciones compensatorias para una plantilla de 626 empleados. A la vuelta de las vacaciones, está previsto que la fábrica cuente con 400 empleados menos, con lo que se habrá sustanciado el 65% de ERE, y quedará pendiente resolver el 35% de las salidas entre septiembre y diciembre.
Pero, además, la organización sindical urge a la dirección europea a que "defina el calendario de las actuaciones e inversiones necesarias" para que la fábrica pueda afrontar el lanzamiento del nuevo vehículo multienergía en 2027. También, incide en la urgencia de abordar el futuro de la planta de motores de la fábrica de Almussafes para saber "qué volumen de plantilla va a ser necesaria" y las "posibles soluciones" ante un "más que posible" excedente de personal en la misma.
Paralelamente, desde la organización sindical ven también "fundamental" mejorar la climatización de la planta de montaje, con las vistas puestas en el futuro lanzamiento del nuevo vehículo. "Cualquiera que conozca mínimamente la fábrica sabe de lo que estamos hablando y para la UGT se trata de un objetivo prioritario", expresa el sindicato, que incide que para este último cuatrimestre del año "son varios y muy importantes los asuntos pendientes".
Un nuevo curso que arranca con muchas incertidumbres en la factoría, por lo que la plantilla exige soluciones a la dirección de la empresa. No obstante, el ambiente está tranquilo tras los fuertes ajustes acometidos. Ahora solo buscan conocer el plan de la multinacional para los próximos años con el fin de garantizar la máxima estabilidad en medio de la dura tormenta que afronta la automoción a nivel mundial.