VALÈNCIA. Fumata blanca. La multinacional Ford y el sindicato UGT, mayoritario en la factoría valenciana, han sellado este miércoles el acuerdo para el cuarto ERE en la planta de los últimos cinco años. De esta forma, finalmente serán 626 personas las que se verán afectadas por el nuevo ajuste, mientras que se ha fijado un ERTE rotativo hasta el 31 de diciembre para otros 1.000 empleados, que, en un principio, también iban a entrar en el despido.
No obstante, a partir de enero de 2025 entrará en vigor un mecanismo al que el Gobierno de España "se ha comprometido" y que será similar al RED, es decir, con medidas especiales de flexibilidad y estabilización del empleo. Un apoyo estatal que irá unido a un "acompañamiento" de la Generalitat Valenciana, asegura UGT en un comunicado.
"Hoy hemos alcanzado un acuerdo por cuarta, y última vez, con unas condiciones inmejorable para los trabajadores de Ford. Solucionamos así el último ERE al que nos hemos enfrentado en los últimos cinco años", destaca el sindicato.
Entre las condiciones pactadas se ha fijado un plan de prejubilaciones para empleados hasta los 54 años cumplidos con indemnizaciones equivalentes a 45 días trabajados al año con un máximo de 42 mensualidades de salario bruto anual, más un complemento de antigüedad y una gratificación especial.
Además, para todas las salidas voluntarias, con una antigüedad superior a los 5 años en 2024 se ha establecido una indemnización adicional de 40.000 euros brutos para aquellos que se inscriban antes del 31 de julio; de 30.000 euros para los que lo hagan antes del 15 de septiembre; y de 20.000 euros para los anteriores al 31 de octubre.
Con este pacto, se cierran meses de negociaciones y con importantes condiciones y rebajas en el número de afectados, ya que en un principio la firma del óvalo propuso que el ERE fuese para 1.600 empleados. Una cifra que rechazó por unanimidad la Asamblea de UGT y que llevó a intensas reuniones en las que también han participado el Gobierno de España y la Generalitat Valenciana.
Este nuevo ERE responde a la falta de carga de trabajo en la fábrica de Almussafes. En este momento, las instalaciones valencianas solo fabrican el modelo Kuga, tras perder en abril la producción de la furgoneta Transit y en los últimos años el Mondeo, la S-MAX y la Galaxy. Una situación que ha rebajado la actividad y que ha llevado a la dirección a tomar esta dura decisión.
Cierto es que la planta de Almussafes se adjudicó en 2022, los nuevos vehículos eléctricos de Ford en Europa, pero la compañía anunció en noviembre que aplazaba esta inversión y la electrificación ante las malas ventas de los eléctricos en el mercado, por lo que se decantó, como está pasando con la mayoría de fabricantes, por apostar por los híbridos.
Así, la multinacional anunció en mayo que la planta valenciana produciría un nuevo coche multienergía a partir de 2027. Todavía se desconoce el modelo, pero ya se ha concretado que la producción anual será de 300.000 unidades. Un fuerte pedido que garantiza la supervivencia de Almussafes, pero que, sin embargo, llegará dentro de tres años, por lo que mientras tanto la producción será mínima y requerirá de menor empleo, un hecho que ha propiciado el redimensionamiento de la plantilla.