VALÈNCIA (EP). La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha lanzado este jueves a las asociaciones agrarias y municipios interesados una propuesta que supone la reducción de la quema generalizada de la paja del arroz en alrededor de un 60% respecto al año pasado.
A falta de delimitar en el mapa las zonas concretas en las que se permitirá la quema, -hay 15.000 hectáreas de arrozales de la Comunitat-, la idea es limitar esta práctica "excepcional" a los lugares en los que es "absolutamente imprescindible para garantizar la salud de los cultivos" frente a problemas fitosanitarios y que en su mayoría se sitúan en las zonas más bajas, zonas inundables del entorno de l'Albufera, donde además el acceso para retirar la paja es más complicado.
No obstante, para los cultivos que se encuentren fuera de esta zona pero que sean susceptibles de ciertas fisiopatías, se estudiarán las situaciones concretas y si cumplen las condiciones que marca la normativa y cuentan un informe de sanidad vegetal y medioambiental positivos, podrán quemar la paja del arroz sin perder las ayudas que concede Conselleria a los productores, -hasta un máximo de 440 euros por hectárea-.
Así lo han anunciado los secretarios autonómicos de Agricultura y Desarrollo Rural, Francisco Rodríguez Mulero y de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, tras reunirse con los representantes de las organizaciones agrarias y 15 alcaldes de la zona.
Tras el encuentro, Julià Álvaro ha agradecido "la responsabilidad de los agricultores" en el "acuerdo general" de que no habrá quemas generalizadas. "Queda por cerrar es exactamente donde se establecen los límites de las zonas altas y las zonas bajas" y "cerrar esas parcelas y polígonos" en las que se permitirá quemar la paja del arroz sin perder las ayudas, ha puntualizado.
En este sentido ha resaltado que la Conselleria quiere hacer una "apuesta decidida para poner en marcha otras maneras de gestionar la paja que no sean solo la quema", una medida que ha insistido "es absolutamente excepcional".
Así, ha avanzado que su intención es poner en marcha, en paralelo, medidas para favorecer la retirada de la paja del arroz. Para eso, Conselleria prevé "facilitar puntos de acopio" en los que se pueda hacer "bancos de paja que luego puedan servir para su comercialización". De este modo, se busca "que no se den los picos de contaminación que se dieron el año pasado en determinados puntos del entorno de la Albufera y que las fisiopatías que padece el cultivo en algunos casos se pueda resolver".
Según Julià Álvaro, en la "la filosofía general estamos de acuerdo todos", esto es, "ir reduciendo la quema, garantizar la salud del parque en cuestiones agronómicas e ir investigando en el tema del uso de medidas alternativas, empezando por garantizar por poner en pie una retirada que garantice acopios adecuados y luego reutilización de paja para otros usos".
En esta línea, Francisco Rodríguez Mulero ha apuntado que el objetivo es "buscar el equilibrio entre la sanidad vegetal del cultivo y la calidad del aire".
La Secretaría Autonómica abordará los gastos del acopio "pero la retirada será una cuestión que tendrán que hacer los productores si es que deciden hacer esa práctica", ya que, según ha puntualizado Rodríguez Mulero, "hay un catálogo de prácticas alternativas" y cultivos donde no hay problema de dispersión de semillas de malas hierbas y tampoco problema de materia orgánica, ha comentado.
Además, Rodríguez Mulero ha asegurado que se ha acordado con los agricultores "secuenciar la actuación en la zonas donde la autoridad medioambiental considere que es posible la quema con informe positivo, para hacerlo de manera que afecte lo mínimo posible a la calidad del aire", ha asegurado el secretario autonómico.
Así, aunque ha reconocido que van "muy mal de tiempo" para resolver el problema de la paja del arroz, se ha acordado que el año que viene Administración y asociaciones agracias se reunirán en el mes de marzo "para ir con más tiempo y poder abordar la problemática con más tranquilidad". "Este año es un poco tarde y eso va a tener consecuencias en el desarrollo de esa parte del arrozal que es imprescindible utilizar la quema, que tendremos que ir reduciendo paulatinamente", ha admitido.
Rodríguez Mulero ha afirmado que tienen el "compromiso de los agricultores de hacer una propuesta de secuencia de las zonas donde el análisis medioambiental diga que no hay otra posibilidad y en las zonas donde haya problemas fitosanitarios claramente sensibles que no sean zonas bajas, pues la autoridad medioambiental estudiará la posibilidad que hacer quemas, siempre controladas y no generalizadas, a través de las asociaciones agracias y con el apoyo de los ayuntamientos". Esta misma tarde se abordará el calendario de las quemas y su secuenciación.
