VALÈNCIA. El decreto aprobado por el Gobierno para garantizar la seguridad frente a la Covid-19 y prevenir posibles rebrotes no dedica ni una sola línea a regular la actividad de los recintos feriales. Del mismo modo que ha hecho con las fases del plan de desescalada, el Ejecutivo no regula cómo ha de desarrollarse durante la pandemia la actividad de este sector que cada año aporta 6.500 millones al PIB y que en el caso de la Comunitat tiene un impacto económico superior a 515 millones a través de Feria Valencia e IFA.
El decreto, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado martes, regula las medidas de prevención e higiene de la enfermedad en diversos sectores de actividad como el comercio minorista, la restauración y los hoteles y los centros de trabajo en general, pero no establece condiciones concretas para los recintos feriales pese a ser lugares de celebración de certámenes y eventos que pueden llegar a reunir al mismo tiempo en espacios cerrados a miles de visitantes, con frecuencia procedentes de todo el mundo.
El decreto contiene un artículo genérico para otros sectores de actividad en el que obliga a la administración competente, que en el caso de las ferias comerciales es la Generalitat a través de la Conselleria de Economía, a asegurar el cumplimiento de las medidas de aforo, desinfección, prevención y acondicionamiento en "cualquier otro centro, lugar, establecimiento, local o entidad" cuando exista riesgo de transmisión comunitaria, como sería su caso.
En este sentido, los planes de la Conselleria de Economía, tanto para la Fase 3 del plan del desescalada como para cuando decaiga el estado de alarma, pasan por exigir a Feria Valencia e IFA las mismas garantías de seguridad que a los grandes centros y parques comerciales al entender que se trata de una situación análoga.
La orden del Ministerio de Sanidad que regula las condiciones de esa última fase permite la apertura de centros y parques comerciales, incluidas sus zonas comunes y recreativas, con una limitación del aforo al 40% en sus zonas comunes y recreativas, un límite que sube al 50% en el caso de cada uno de los establecimientos y locales comerciales situados en ellos.
La conselleria que dirige Rafael Climent ha propuesto que el decreto que el presidente de la Generalitat firmará esta semana para recuperar sus plenas competencias en la gestión de la última fase del desconfinamiento equipare a Feria Valencia e IFA a los centros comerciales a esos efectos, con lo que podrían reanudar su actividad de manera inminente.
Una vez decaiga el estado de alarma el próximo 22 de junio, será la Generalitat la que decida qué condiciones de seguridad les exige para garantizar lo que el decreto del Gobierno para la nueva normalidad impone con carácter general. A saber, una distancia interpersonal mínima de al menos 1,5 metros, control para evitar las aglomeraciones y uso obligatorio de la mascarilla.
Así las cosas, los responsables de Feria Valencia, que con la declaración del estado de alarma tuvo que aplicar un ERTE para toda la plantilla, trabajan con la previsión de poder reanudar de inmediato su actividad y celebrar los primeros certámenes en julio.
El recinto tiene programados para ese mes los certámenes Día Mágico by Fimi y la Feria del Vehículo de Ocasión, ambos centrados en el visitante nacional y con una dimensión que permite al recinto esponjar la oferta para garantizar el cumplimiento de la distancia física.
Sin embargo, todos sus esfuerzos están centrados en garantizar la celebración el próximo mes de septiembre de la feria Hábitat, de la que dependen buena parte de sus ingresos anuales. En este caso se trata de un certamen con una importante presencia de compradores internacionales y con una previsión de ocupación que, antes de la irrupción de la Covid, apuntaba a una superficie de 80.000 metros cuadrados de exposición para esta edición.
La viabilidad de este certamen, cuya celebración definitiva se decidirá antes de que acabe el mes de junio, dependerá en buena medida de las garantías que se pueda ofrecer al sector del mueble sobre el éxito de esta edición.
Para ello, Feria Valencia ha aprobado esta misma semana el protocolo de seguridad que aplicará en los próximos meses, unas medidas que podrán ensayar ya en julio y poner definitivamente a prueba en septiembre con la celebración de Hábitat.
Entre las mismas están el control de temperatura en los accesos, la instalación de puntos con gel hidroalcohólico y la puesta en servicio de hasta 250.000 metros cuadrados de superficie expositiva para asegurar la dispersión de visitantes y el cumplimiento de las exigencias sobre distancia física. Para difundirlas, el recinto ferial ha editado un manual ilustrado que las resume.