Vista aérea del Puerto de ValènciaVALÈNCIA. El helipuerto de la Marina de València costaría un millón de euros de inversión privada y serviría, de forma mayoritaria, para realizar vuelos panorámicos sobre la ciudad. Así lo explica a Valencia Plaza Casildo Iturbide, el máximo responsable de Heliport La Marina de València SL, la sociedad que impulsa la construcción de la infraestructura.
Como informó este periódico, se trata todavía de "un proyecto incipiente", según informó al respecto el director de la Marina de València, Vicent Llorens. No obstante, la entidad está estudiando su viabilidad y no descarta que pueda llegar a materializarse. Iturbide argumenta al respecto a este diario que "las grandes ciudades marítimas suelen contar con un helipuerto para hacer vuelos de este tipo". "Es extraño que no lo tenga València", afirma.
El empresario detalla que la principal actividad que desarrollaría la infraestructura sería "las rutas turísticas en helicóptero, las vistas panorámicas de la ciudad y de parajes cercanos", tales como la Albufera. No obstante, según agrega, "el rescate de personas y embarcaciones sería un servicio fundamental a prestar desde el helipuerto, por su ubicación en el mar".
El millón de euros al que ascendería la construcción del helipuerto incluye tanto la construcción de la pista, la señalización y la creación de un hangar y unas oficinas. En total, la infraestructura requiere entre 4.000 y 5.000 metros cuadrados que se destinarían a este servicio en la Marina sur, cerca de la terminal de cruceros.
Según agrega Iturbide, su prioridad es desarrollar esta iniciativa en la Marina de València por considerarla "el emplazamiento ideal". No obstante, en caso de que reciban una respuesta negativa del organismo estudiarían otras ubicaciones.
Al respecto, el empresario indica que ya han solicitado la preceptiva modificación del Plan Especial de la Marina que ha de permitir la construcción del helipuerto en dicho espacio, y que se encuentran a la espera de que se pronuncie el organismo público, en el que participan el Ayuntamiento de València, la Generalitat Valenciana y el Estado.
La fórmula que plantean es una concesión que se prolongue lo suficiente en el tiempo como par que puedan amortizar la inversión y el pago de un alquiler por el uso del espacio.
