VALENCIA. Liberbank (LBK) ha cumplido esta semana sus tres primeros años de vida en bolsa dejándose en el camino un 22%. La acción de la cotizada dirigida por Manuel Menéndez cerró ayer en los 0,936 euros (+0,86%) frente a los 1,20 euros a los que se estrenó el 16 de mayo de 2013, una vez aplicado el contrasplit en la proporción una acción nueva por cada tres antiguas ejecutado el pasado 11 de enero.
Ese día los títulos del banco formado por las otroras cajas de ahorros CajAstur, Caja Castilla La Mancha (CCM), Caja Cantabria y Caja Extremadura acabó en los 1,615 euros, lo que representa un 42% por encima del cambio de ayer martes.
De este modo, el contrasplit se le ha atragantado -y mucho- a una Liberbank que cede este año casi un 47% reduciendo su capitalización hasta los 847 millones de euros; mientras los bajistas han triplicado su presencia en las últimas semanas, al pasar las posiciones cortas del 0,32% a fecha 29 de abril al 1,03% del 13 de mayo, última comunicación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Y todo ello pese a la activa política de compras de la adinerada familia asturiana Masaveu con sillones en el consejo de LBK, tal y como ha venido contando este diario, y también del empresario mexicano Ernesto Tinajero siguiendo el camino comprador de varios de sus compatriotas -con Carlos Slim a la cabeza- en diversas cotizadas españolas como también publicó Valencia Plaza hace un mes.
Precisamente el también propietario del equipo de fútbol azteca Necaxa -y consejero de LBK como es Tinajero- ha vuelto a tirar de chequera en los últimos días adquiriendo un total de 625.000 'liberbanks' en dos operaciones. Así, el pasado 12 de mayo compró 113.949 títulos a 0,9222 euros y 511.051 acciones más al día siguiente a 0,9234 euros. Ambas operaciones cursadas a través de la Bolsa de Bilbao.
De este modo, el empresario mexicano alcanza el 7,514% en el capital de Liberbank desde el 7,02% que adquirió en su entrada hace casi dos años a través de su mercantil Inmosan aunque también opera con Aivilo Spain como lo ha hecho con este último paquete.
Hoy se reúnen los sindicatos y la entidad
Mientras tanto Liberbank, que redujo su beneficio durante el primer trimestre del año un 33% hasta los 38 millones de euros, sigue teniendo dos frentes abiertos: por un lado, un nuevo ERE que podría afectar al 15% de su plantilla y, por otro, pendiente de lo que decida el Tribunal de Justicia de la Unión Europea el próximo 12 de julio sobre la retroactividad de las cláusulas suelo. Cierto es que se trata de una opinión independiente y no vinculante para la posterior sentencia firme a publicar a finales de año.
Para hacer frente a las contingencias legales derivadas de las cláusulas suelo y a los costes del plan de bajas incentivadas "concebido para compensar el impacto de la finalización del ERTE en 2017, el banco realizó dotaciones a provisiones por 182 millones de euros durante 2015.
Precisamente hoy se reúne la entidad con los sindicatos para negociar "las fórmulas más convenientes" para lograr los ajustes derivados de la implantación del Plan Comercial y de los planes de descarga operativa, que supondrán la externalización "de un buen número de funciones y tareas operativas y administrativas".
En septiembre de 2015 Liberbank comenzó un plan de bajas incentivadas dirigido a los empleados nacidos en los años 1956, 1957 y 1958, al que se adhirieron 500 trabajadores, cuya salida de la empresa se desarrollará mayoritariamente durante el año 2016.
