VALÈNCIA. Había muchos interrogantes sobre cuál iba a ser el futuro de la Copa América y dónde pretende celebrar la próxima edición el Team New Zealand, el equipo vencedor del último campeonato celebrado en la ciudad de Barcelona. Pues bien, ya ha dejado claro que no repetirá en la Ciudad Condal. El equipo neozelandés comunicó durante la tarde de este martes las dificultades de seguir escalando la competición debido a la falta de espacio en el Puerto de Barcelona.
Así lo expresó el equipo mediante un comunicado titulado 'Mirando hacia el futuro construyendo sobre la base del éxito de Barcelona', mediante el cual su CEO, Grant Dalton, quiso aclarar cuál es la "visión de crecimiento continuo" de la competición "dadas las primeras especulaciones de los medios sobre futuras oportunidades de sedes", tales como podría ser la ciudad de València. Así, Dalton expresó su intención de "continuar con el crecimiento que hemos estado observando desde que ganamos la America's Cup por primera vez en 2017" y de buscar un incremento de "la audiencia y la participación" en diferentes regiones, territorios y grupos de población.
Así, tras resaltar el "crecimiento significativo en muchos frentes" que ha supuesto la celebración en Barcelona de la última edición, Dalton aclaró que tiene puesta la mirada en otros enclaves: "Sabemos que tenemos una serie de propiedades valiosas que deseamos seguir desarrollando. Mantenemos la mente abierta sobre cuál es la mejor manera de lograrlo con una sede, o diferentes sedes, que puedan potenciar la 38 edición de la Copa América con una mayor presencia global, más equipos y mayores oportunidades generales de expansión. Sería difícil ampliar el número de equipos en función del espacio de infraestructura disponible en Barcelona".
Por el momento, no ha desvelado ninguna pista sobre cuáles podrían ser la futura sede o sedes de la competición. Con todo, sí aseveró que "a partir de las conversaciones iniciales con los equipos, existe un deseo colectivo de ver un crecimiento comercial continuo de la Copa América, en línea con lo que se ve en otros deportes globales líderes".
Esta decisión abre el abanico de posibilidades que tiene ante sí el equipo de Dalton, y las administraciones valencianas ya han dejado claro que no quieren perder la oportunidad de conseguir el retorno de la competición a La Marina de València. Una meta para lo que, cabe recordar, la Generalitat Valenciana contrató a un consultor experto con el que intentar atraer este y otros campeonatos de envergadura del mundo de la vela, tal como adelantó Valencia Plaza.
Este martes, y antes de conocerse la decisión del equipo neozelandés, el president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, dijo que hará "todo lo posible para que la Copa América vuelva a su casa natural, que es Valencia, y que incomprensiblemente -el expresident Ximo- Puig y -el exalcalde Joan- Ribó dejaron escapar". A su juicio, señaló que los dirigentes "bajaron los brazos de una forma insultante para el pueblo valenciano" y que, por su parte, se mantendrá en la "dinámica de seguir intentando -que la Copa del América vuelva a València-, por difícil que pueda parecer". "No me voy a rendir con esta cuestión", concluyó.
Una postura sostenida también por la alcaldesa de València, María José Catalá, según la cual el evento de la Copa América "comportó que muchas personas integrantes de los equipos se vinieron a vivir a Valencia y mucha gente se ha quedado". "No es un turismo puntual sino un impacto económico permanente en el tiempo y en ese sentido, cuando hay un impacto que permanece y es positivo, lo tenemos que valorar de otra manera", explicó Catalá, para añadir que hay que "apostar" por este "turismo especializado, de calidad y que genere impacto y dentro de esa estratega veo absolutamente coherente nuestra estrategia por Copa América".
Por el momento, el presidente de la Federación de Vela de la Comunitat Valenciana, Carlos Torrado, señala que por el momento "nadie sabe nada" sobre las futuras sedes y todo "son deseos y especulaciones". "Creo que nuestra Comunidad está luchando por ser una opción porque sabemos muy bien lo bueno que deja", asegura a preguntas de este diario. Sin embargo, aclara que lo primero que deberá decidir el equipo neozelandés es el país donde quiere celebrar la próxima edición.
"Primero deberán definir el plazo para la celebración -si dos o tres años-, el modelo de barco, sobre el que no se prevé grandes sorpresas, y si se celebra en España", asegura en este sentido. Además de València, otra opción que también se había escuchado era Málaga: "Desconozco si en Andalucía están apostando fuerte por conseguirlo", asegura en este sentido. A su juicio, España tiene muchas papeletas.
"Lo que está claro es que en Nueva Zelanda no le salían las cuentas por los horarios televisivos y porque el Gobierno tampoco llegaba a cubrir todo lo que necesitaba el desafío, puesto que por su ubicación no era tan rentable", explica al respecto. En ese sentido, apunta que la lógica empuja a pensar que la celebración debe recalar "en un país donde no haya un sindicato dominante" como sería Estados Unidos, por lo que "lo más razonable" serían enclaves como España o Portugal. València, según su opinión, "es un escenario fantástico y está probado, tiene unos térmicos muy buenos y, para un campeonato en verano la ciudad está como nunca".