El plan de alquiler de viviendas de València sigue dando problemas: pisos sin inquilinos

VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València puso en marcha un plan de impulso para aumentar la oferta de alquiler asequible en la ciudad, pero sus primeras ediciones han mostrado la necesidad de ir mejorándolo poco a poco. Tanto por el escaso interés que ha generado entre los propietarios como, más tarde, por el desajuste entre los pisos ofertados y las familias demandantes de alquiler asequible registradas en el consistorio.

El Plan Reviure -así se llama- da una ayuda de hasta 20.000 euros a los propietarios de pisos que se presenten para que los reformen. A cambio, en las primeras ediciones celebradas, los propietarios tenían que arrendar sus viviendas a un precio máximo durante al menos cuatro años. Una mecánica mediante la cual se pretende incentivar a los dueños a sacar al mercado viviendas vacías, puesto que uno de los problemas del mercado es el envejecimiento del parque inmobiliario de la ciudad.

Sin embargo, los resultados no han sido los esperados. La primera edición consiguió nueve pisos; la segunda, seis; y la tercera, ocho. Una falta de atractivo que ahora se ha de sumar a otra dificultad encontrada en el camino: algunos de los inquilinos adjudicatarios de las viviendas o han renunciado o han desistido.

En algunos casos, la concejalía de Vivienda no ha encontrado entre su listado de personas demandantes de alquiler asequible una familia con el perfil adecuado para dos de los pisos reformados con la subvención municipal, según ha podido saber este diario y confirmaron fuentes del departamento que dirige Isa Lozano.

Las mismas fuentes señalaron que al menos dos viviendas están ubicadas en zonas "céntricas", son de dimensiones bastante grandes y con "un coste más elevado que está fuera del público al que se atiende" desde la concejalía. Un desajuste que no se tuvo en cuenta en su momento y al que, a la postre, se le está buscando dar solución, puesto que la subvención a los dueños ha sido adjudicada.

En ese sentido, el departamento de Lozano ha contactado no hace mucho tiempo con la empresa municipal Aumsa, que también cuenta con un registro de demandantes de viviendas a alquiler asequible. El objetivo es encontrar en esos listados familias que encajen con estos dos pisos que se han quedado descolgados del Plan Reviure.

El acuerdo de la Junta de Gobierno Local de este viernes, sin embargo, sí adjudicó otras dos viviendas del Plan Reviure, así como otras dos propiedad del Ayuntamiento de València. Todas ellas con un alquiler que osciala entre los 333 euros al mes de la más barata a los 500 de la más cara, según consta en el propio acuerdo.

Cambios en la nueva edición de Reviure

Los problemas detectados en las primeras rondas del Plan Reviure han empujado a la concejalía a modificar la fórmula y las condiciones para reformular el programa y conseguir así un mayor éxito en las nuevas convocatorias. Así, si hasta ahora los dueños alquilaban los inmuebles directamente a los inquilinos, en esta ocasión será el Ayuntamiento el que arriende las viviendas para, después, subarrendarlas a los inquilinos.

De esta manera la concejalía que dirige Lozano pretende hacer más atractivo el programa al asegurar a los propietarios el pago de los alquileres y poder sacar así al mercado más viviendas que actualmente están vacías. En ese sentido, la edil de Vivienda subrayó este viernes que "estamos en un contexto de mucha incertidumbre y mucha inseguridad y el elemento que puede generar más confianza a las personas propietarias es que sea el Ayuntamiento el que firme ese contrato de alquiler".

Las viviendas incluidas en el programa deberán haber estado, como mínimo, un año vacías antes de la entrada en el programa y, a su vez, deberán permanecer en él un mínimo de siete años. Otra de las novedades es que no habrá plazos: los propietarios podrán solicitar su inclusión en el programa en cualquier momento a lo largo del año 2022.