VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València ultima ya la redacción del Plan Especial del Cabanyal-Canyamelar (PEC) en vistas a su segunda aprobación provisional este mes de mayo en el pleno municipal, previa al visto bueno de la Conselleria de Política Territorial y paso previo a una segunda exposición al público. Durante los últimos meses, el área de Urbanismo ha estado resolviendo las alegaciones referidas al nuevo planeamiento del distrito marítimo. Entre las cuestiones que han aceptado los redactores, se encuentra, por ejemplo, incluir en las normas urbanísticas restricciones a las terrazas, limitando el espacio que ocupan a, como máximo, el 30% del espacio público dedicado al peatón, o el 50% si se trata de una vía peatonal.
El documento de cambios implementados en el PEC, firmado por los redactores del Plan, recoge que para evitar "la ocupación excesiva por terrazas de las zonas peatonales" es conveniente "completar" las exigencias de la ordenanza de espacio público al tratarse el Cabanyal "de un entorno de valor cultural, donde se pretende rescatar espacio público para los ciudadanos". Así, prosiguen, deben incorporarse las limitaciones fijadas en la Ley de Ordenación del Territorio (LOTUP).
Así pues, en las normas urbanísticas del barrio se incluirá un apartado en el que especifica que la superficie de espacio público ocupado por terrazas de hostelería y restauración cumplirá la ordenanza de la materia, pero además "no podrá reducir el espacio destinado a los peatones en más del 30% del total de espacio público de uso peatonal, ni en más del 50% de la anchura, en el caso de viales peatonales". Explican en la delegación de Urbanismo que la pretensión es peatonalizar algunas zonas del barrio y que se quiere evitar así que, de pronto, se vean saturadas de terrazas.
Trasvase de vivienda pública al PAI Piscinas
Diversas eran las alegaciones dirigidas también a la zona del PAI de Eugenia Viñes -el anterior PAI de las Piscinas-. Para conseguir el mayor número de viviendas públicas posible, rezan las modificaciones, se ha hecho un cambio técnico en este entorno para que las unidades de ejecución sean discontinuas y así puedan acoger más viviendas de este tipo. De este modo, se contemplan hasta 95 viviendas de protección pública y otras 96 dotacionales.
Según explican fuentes municipales, estas viviendas se traspasan de otras zonas del barrio y se concentrarán aquí, por lo que el número total de nuevas viviendas en el barrio no varía en demasía. Huelga resaltar, también, que en esta zona se ha previsto una reserva de 122 viviendas dotacionales en las promociones privadas.
Por otro lado, el consistorio ha decidido proteger parcialmente algunas de las edificaciones del PAI, que son propiedad de la empresa municipal Aumsa, mientras que por otro lado se compromete al "mantenimiento del resto de las edificaciones existentes". Según los redactores, estas edificaciones, las llamadas Villas de las Arenas, constituyen "un vestigio de la configuración histórica" de esta calle, que "estuvo formada por villas que respondían a patrones tipológicamente similares" debido a su "privilegiada ubicación frente al mar".
Los propietarios privados de estas viviendas solicitaban "la protección patrimonial que les corresponde". De ahí que consideren que el redactado del texto sea insuficiente y que persistan en su exigencia de sacar estas edificaciones de la unidad de actuación. Insisten en que son totalmente ajenos al pasado PAI que pretendía construir unas piscinas olímpicas, y al haberlos incluido tendrán que financiar la urbanización con el resto de propietarios del suelo.
Garajes, vía verde y movilidad
Otro de los cambios que se han introducido en el Plan es la prohibición de acceder a los garajes de las edificaciones de las previstas unidades de ejecución a través de las vías del tranvía. La Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad había emitido un informe desfavorable debido a que el diseño de algunos espacios no había contemplado el paso de las vías del metro en superficie.
En ese sentido, solicitaba al consistorio que resolviera "las interferencias que pueden generar la existencia del transporte público y la necesidad de acceso a los garajes". El Ayuntamiento ha decidido finalmente recoger en las fichas de estas áreas la prohibición expresa para realizar estos giros sobre las vías del tranvía.
También en cuestión de movilidad y zonas verdes, los redactores contemplan en el planeamiento una suerte de vía verde, que si bien dicen ya estaba en el proyecto inicial a modo de "zona verde lineal", ahora, tras el proyecto 'Vía verde' presentado por vecinos de la zona y adelantado por Valencia Plaza, ha tenido mayor atención y énfasis, subrayan. Así, se considera un "corredor verde" que constituye uno de los tres ejes peatonales que cruzan el barrio de norte a sur.
Uno es el Paseo Marítimo; otro es el eje interior de la calle San Pedro; y el tercero, paralelo y entre los dos anteriores, es el de este itinerario, que transcurre a lo largo del antiguo trazado del 'trenet', y cuyo pavimento de adoquín de rodeno se ha incluido dentro del Catálogo de Protección. Los proponentes del proyecto de 'Vía verde' a falta de mayor concreción sobre cómo queda plasmado en el papel, no son excesivamente optimistas al respecto.
No obstante, eso sí, la delegación de Urbanismo ya anunció que en este corredor verde se mantendrá el espacio de Cabanyal Horta, que será reconocido como "área agroalimentaria" y zona de huertos urbanos "en el caso de que la corporación municipal lo decida", apuntan los redactores. También este lunes la edil de Urbanismo, Sandra Gómez, llegó a un acuerdo con los representantes de los Bloques Portuarios, insertos en esta zona, para trasladar a los propietarios privados a un edificio nuevo en la calle Astilleros, y sustituir los actuales Bloques por otra finca de propiedad pública y en una huella próxima.
Pisos turísticos y el hotel de 15 plantas
En otro orden de cosas, el redactado de la normativa sobre pisos turísticos se adaptará al que se ha aprobado ya en el Plan Especial de Protección de Ciutat Vella (PEP). Una medida técnica para homogeneizar normativas por barrios. En el Cabanyal, como se había aceptado en respuesta a alegaciones vecinales, se restringirán los pisos turísticos al 10% por cada manzana, si bien lo cierto es que el redactado en este apartado no es todo lo claro que podría, dicen algunos vecinos.
Concretamente, lo que dicen las normas urbanísticas es que el Ayuntamiento podrá limitar total o parcialmente y definitiva o temporalmente la implantación de viviendas de uso turístico profesionales "cuando se aprecie de forma fehaciente, sobre la base de informes de los servicios técnicos municipales [...], que se ha producido un desarrollo efectivo de este uso en todo o parte del ámbito del PEC que afecte gravemente a la normal convivencia vecinal y ciudadana". Y el indicio de esta "alteración sustancial del uso dominante de la zona", que es el residencial, será que haya un número de viviendas turísticas correspondientes al 10% en todo el ámbito del PEC "y computado en cada una de las manzanas".
Otro de los aspectos controvertidos del Plan era el hotel de hasta 15 plantas previsto junto al mencionado PAI de Eugenia Viñes. Plataformas vecinales habían criticado esta futura edificación por romper el skyline del barrio marítimo y actuar de barrera frente al mar, algo que también había indicado el Ministerio de Transición Ecológica a modo de observación. Sin embargo, como avanzó este diario, Urbanismo mantendrá el hotel.
Los redactores sostienen en sus consideraciones que el edificio cumple "estrictamente" con la Ley de Costas porque está orientado de forma perpendicular a la playa por lo que "para nada genera una pantalla arquitectónica ni acumula volúmenes arquitectónicos, sino más bien todo lo contrario". Y sobre que su altura difiere de la media de la zona, señalan que "precisamente ese objetivo" es el de un "hito urbano" como este, que sirva de "elemento de referencia para el barrio". Y añaden que buscar una armonía edificatoria mediante la disposición de alturas iguales para todas las edificaciones es una opcón que "podría considerarse de monótona y anodina".
Alturas y la protección de la Lonja
Otra de las modificaciones que recoge el documento es la aceptación de muchas asociaciones de limitar las alturas de los nuevos edificios. Hasta el momento el umbral máximo se fijaba en las cuatro plantas, además del bajo, pero entre las alegaciones que presentaron las asociaciones vecinales del barrio se encontraba la petición de endurecer esta restricción y así, no sólo se salvaguardaba la estética de la almendra del barrio marítimo, sino que también se impedía que los nuevos edificios pudieran actuar como una suerte de pantalla de cara el mar.
Finalmente, el Ayuntamiento de València y en concreto esta delegación, anunciaron que aceptarían rebajar las alturas máximas. Con lo que a partir de su entrada en vigor, las nuevas construcciones no podrán superar las dos plantas, sin contar la planta baja. Y esto, en consecuencia, ha provocado una reducción en la cuantía de nuevas viviendas públicas. Como publicó este diario y confirman los redactores, esta medida "ha supuesto una pérdida de alrededor de 150 viviendas del parque público de viviendas en alquiler previsto".
Asimismo, el nuevo PEC contemplará también la protección de la Lonja de Pescadores. Tanto asociaciones de vecinos como el propio servicio de Vivienda del Ayuntamiento e incluso el grupo municipal de Ciudadanos habían propuesto catalogar la Lonja del Pescado como Bien de Relevancia Local (BRL). Y finalmente, así será.
