VALÈNCIA. PP y Vox firmaron este viernes en València un acuerdo para gobernar conjuntamente en la ciudad durante los próximos cuatro años. Un pacto que se produce cuatro meses después de que se constituyera la corporación local y de que María José Catalá tomara posesión como alcaldesa de la ciudad con los votos de sus concejales y que reestructura por completo las competencias que en su día la primera edil repartió entre los representantes del PP. Ahora, los populares se encargarán de gestionar un total de ocho áreas y sus socios, los voxistas, tres. Su portavoz Juanma Badenas, además, asumirá la segunda tenencia de alcaldía.
El reparto, según explicó Catalá, se ha hecho respetando la proporcionalidad de los resultados electorales del 28 de mayo, al menos, de forma numérica. De 43 delegaciones, Vox tomará las riendas de una decena de ellas. Sin embargo, basta con bajar al detalle de las competencias que recaen sobre cada uno de los concejales de un partido u otro para comprobar que el PP será quien asuma el grueso de la gestión del consistorio y, por tanto, del presupuesto que tiene la ciudad.
Tal y como informó este diario, el partido de Santiago Abascal asumirá las competencias de Empleo y Emprendimiento -sin Innovación-; Familia, Juventud, Infancia y Mayores; Sanidad y Consumo; Parques y Jardines, (donde se encuentran Playas y l'Albufera) y Fiestas y Tradiciones, aunque Fallas se desgajarán de esta área, que seguirá gestionando el PP con Santiago Ballester al frente.
Resulta complejo determinar una cuantía fija de lo que supone la gestión de estas áreas en términos presupuestarios actualmente porque las cuentas de 2023 fueron elaboradas por el anterior equipo de gobierno municipal en base a un organigrama distinto al diseñado ahora por Catalá. Como ejemplo, algunas competencias que entonces se encontraban juntas, ahora se parten en dos áreas o desaparecen, como es el caso de Igualdad, Políticas de Género y LGTBI. Todas ellas, ahora, se enmarcan en una sola delegación: Igualdad.
Sin embargo, el presupuesto del presente año sí se podría tomar como referencia para hacer una aproximación sobre los fondos que va a poder gestionar Vox frente a lo que queda en manos del PP. En el caso de Sanidad y Consumo, la partida municipal que se reservó para este año sumó 2 millones de euros; Familia, Juventud, Infancia y Mayores se correspondería con las delegaciones de Envejecimiento Activo (con 5,7 millones de euros) y Juventud (2 millones de euros). Es decir, 7,7 millones de euros.
Por su parte, Parques y Jardines serían las competencias a cargo de Vox que dispondrán de mayores fondos, 38 millones. Mientras Empleo y Emprendimiento, sumaban en las cuentas de este año 8,6 millones de euros y 6,3 millones: en total, 14,9 millones de euros. No obstante, de esta última cuantía habría que desgajar las competencias en Innovación, que se quedará el PP y que absorbía una parte importante de los fondos. En suma, significa que con el pacto sellado este viernes Vox gestionaría alrededor de 62,2 millones de euros -siempre cifras aproximadas-.
El presupuesto para 2023 del Ayuntamiento de València alcanzó los 1.042 millones, por lo que representaría el 6% de los fondos públicos de la ciudad. El porcentaje, eso sí, se incrementaría si se restaran del total de los fondos la partida destinada al pago de nóminas de los trabajadores del consistorio, que representa casi un tercio del presupuesto y no va destinado al desarrollo de políticas municipales en la ciudad, sino al funcionamiento administrativo de la corporación.
Esta área, la de Gestión de Recursos y Personal tiene reservados con 341 millones de euros en las cuentas, por lo que si no se incluyera como parte de los fondos que el equipo de gobierno destinará a desarrollar sus proyectos, el Ayuntamiento contaría con 701 millones de euros reales. En ese caso, Vox gestionará el 8,8% del presupuesto.
Más allá del presupuesto, existen áreas que son clave en la gestión de la políticas municipales que ha logrado retener el PP y refuerzan la tesis de que los populares serán los que asuman las competencias de mayor peso e impacto en la ciudad como son el Nou Mestalla o La Marina. También Hacienda, por ejemplo, resulta trascendental, pues se encarga de autorizar los pagos, modificaciones de crédito, diseñar las cuentas o recaudar impuestos, entre otras cuestiones.
Contratación, por su parte, se encarga de tramitar todos los contratos que tiene en marcha el Ayuntamiento de València. De hecho, conviene apuntar que aunque Parques y Jardines cuenta con un importante presupuesto, en realidad la gestión de la limpieza o poda prácticamente la gestiona la propia contrata de estos servicios a quien se le adjudicó el contrato y la concejalía tiene poco margen de maniobra más para realizar políticas dirigidas a este cometido.
Urbanismo, asimismo, es otra de las concejalías prioritarias para el desarrollo de la ciudad. No solo porque engloba la puesta en marcha de grandes proyectos para completar la morfología de València, sino también porque 'ataca' uno de los principales problemas actuales como es el acceso a la vivienda. De esta forma, este departamento aúna las labores urbanísticas con importantes desarrollos urbanísticos pendientes como el PAI del Grao o el de Benimaclet, que permitirán la construcción de vivienda y completar el del cap i casal. También incluye el área de las licencias, uno de los principales caballos de batalla que tiene que afrontar el equipo de gobierno municipal, ya que muchos empresarios llevan años quejándose de los dilatados tiempos en la concesión del permiso, comprometiendo la puesta en marcha de proyectos y paralizando inversión.
Con todo, este viernes los dirigentes de ambos partidos se mostraron satisfechos con el resultado de la negociación y reparto. En Vox valoran positivamente haber asumido concejalías que permite un "contacto directo con la ciudadanía". Y el PP, poder conformar un gobierno que aporte "estabilidad" a la ciudad.