Vox gestionará Empleo, Familia, Fiestas y Parques y Jardines en el Ayuntamiento de València

VALÈNCIA. Fumata blanca. Cuatro meses después de que se constituyera el nuevo Ayuntamiento de València tras las elecciones municipales del 28 de mayo y de que María José Catalá fuera nombrada alcaldesa de la ciudad con los votos a favor de los concejales de su partido, PP y Vox firmarán finalmente este viernes un pacto de gobierno para que los segundos puedan entrar a formar parte del ejecutivo local en la Junta de Gobierno que se celebrará por la mañana. 

Lo harán con cuatro competencias que para la formación resultan "clave" por el "contacto que permite mantener con los ciudadanos": Empleo y Emprendimiento -sin Innovación-; Familia, Juventud e Infancia; Mayores; Sanidad; Parques y Jardines, l'Albufera y Fiestas y Tradiciones, aunque Fallas se desgajarán de esta área, que seguirá ostentando el PP. Con la primera, además, la Fundación de Empleo València Activa pasará a estar gestionada por los voxistas, según confirman fuentes conocedoras de la negociación, que añaden que todos los organismos municipales que dependan de estas concejalías también pasarán a ser gestionadas por el partido de Santiago Abascal. 

De esta manera, todos los concejales de Vox -Juanma Badenas, Cecilia Herrero, Mónica Gil y José Gosálbez- gestionarán un área. Además, su portavoz también será nombrado segundo teniente de alcalde, por lo que en caso de ausencia de la primera edil -por ejemplo, durante el periodo de vacaciones de verano- la alcaldía accidental podría recaer sobre él durante algunos días.

Con este acuerdo sobre la mesa ya encauzado desde hace tres días, a última hora de este jueves Catalá mantuvo una reunión con los concejales de su partido que perderán las competencias que ahora pasará a asumir Vox. Se trata de Paula Llobet (Empleo y Emprendimiento), Rocío Gil (Familia, Juventud e Infancia), Marta Torrado (Mayores) Juan Carlos Caballero (Parques y Jardines, y Sanidad) y Santiago Ballester (Fiestas). 

El reparto, por tanto, quedará de la siguiente manera en el PP: María José Ferrer San Segundo (PP) se mantendrá al frente de Hacienda, Presupuestos, Transparencia, Pedanías y Transformación Digital; Llobet gestionará Turismo y Emprendimiento; Julia Climent se encargará de Contratación y de la Gestión de Recursos Humanos (Personal), además de Educación; Jesús Carbonell seguirá siendo concejal de Movilidad, Policía Local, Protección Civil y Bomberos, y Espacio Público; Juan Giner mantendrá Urbanismo, Licencias y Vivienda; Juan Carlos Caballero será responsable de Playas, Consumo y Relación con los Medios, además de portavoz del grupo. 

Por su parte, Carlos Mundina estará al frente de Agricultura, Limpieza y Recogida de Residuos, Ciclo Integral del Agua, Mejora Climática y Eficiencia Energética y Cementerios; Rocío Gil se encargará de Igualdad y Deportes; Santiago Ballester dirigirá Comercio y Fallas; José Luis Moreno hará lo propio con Acción Cultural y Patrimonio; y Marta Torrado seguirá siendo concejal de Servicios Sociales. 

Por otra parte, conviene apuntar que en las últimas semanas se había especulado con la posibilidad de que Vox también ostentara las competencias de Policía Local y Bomberos, pero estas finalmente quedarán bajo el paraguas del Partido Popular. 

Cuatro meses hasta el pacto

Desde que se celebraron las elecciones de mayo, lo cierto es que se daba por sentado que Vox entraría tarde o temprano en el gobierno del Ayuntamiento de València. La alcaldesa, María José Catalá, contaba con 13 concejales y para sacar adelante diferentes iniciativa -desde algo sencillo como una moción hasta algo más complejo como los presupuestos municipales o nombramientos de cargos directivos en empresas municipales- requeriría de una mayoría de 17 ediles. La semana pasada lo logró en Aumsa con el apoyo del PSOE, pero no en la EMT. 

El partido de Abascal, cuya política para toda España es entrar en los gobiernos allí donde sean imprescindibles para que el PP gobierne, era consciente de esta minoría, por lo que Badenas reivindicó en numerosas ocasiones que su formación y los cuatro ediles que habían obtenido en las elecciones eran clave para sacar adelante multitud de cuestiones que afectan al consistorio.

Y Catalá, también sabedora de esto, tuvo gestos con Vox con la intención de que imperara la mejor relación posible por si en algún momento los necesitaba: lo primero que hizo fue tildarlos de "socios preferentes", destacó que compartían cuestiones en sus programas electorales y también les asignó una dedicación exclusiva como si formaran parte de su gobierno. 

Ahora bien, las negociaciones encallaron y ambas formaciones se dieron un tiempo de reflexión. Y la vuelta de verano resultó ser más compleja que los primeros días porque la tensión por no haber hallado todavía un entente crispó los ánimos. Vox puso encima de la mesa algunas de sus líneas rojas para entenderse con el PP: Vox reclamó participar en la elaboración de los presupuestos de 2024 para validarlos, así como conocer el detalle de las ordenanzas fiscales que supondrían una rebaja de impuesto de 70 millones de euros para los vecinos de València. El Valencia CF, en cualquier caso, no formó nunca parte de la negociación, según fuentes municipales. 

Durante cerca de un mes, los contactos con ambas formaciones han ido dirigidos a tratar de conformar un gobierno que "respetara la proporcionalidad" que cada uno tiene en el Ayuntamiento de València. Entre las "competencias serias" que reclamaba Vox se encontraban Urbanismo, Hacienda y Grandes Proyectos o, al menos, la gestión de alguno de sus entes municipales, como por ejemplo Aumsa. Finalmente, no será así, pero los voxistas sí gestionarán áreas con las que se encuentren cómodos por la visibilidad que podría concederles el hecho de ostentar responsabilidades de gobierno como Familia y Tradiciones, dos competencias importantes para la formación. 

Una reunión clave

Con este telón de fondo, este martes tuvo lugar una reunión a propuesta de las dos formaciones con la participación de la alcaldesa María José Catalá, el portavoz de Vox, Juanma Badenas, el líder provincial de Vox en Valencia Ignacio Gil Lázaro, el edil de Grandes Proyectos José Marí Olano y el jefe de Gabinete de la propia Catalá, Cristóbal Grau. Un encuentro que se prolongó durante más de dos horas y media y que sirvió, principalmente, para cerrar los flecos sobre este pacto de gobierno municipal, además de para dar el visto bueno a la bajada de impuestos de 2024. 

Para cerrar el acuerdo que se formalizará este viernes, dos cuestiones habrían resultado clave: saber que podrán participar en la elaboración de las cuentas del próximo año en los próximos días, y no renovar el convenio con el Valencia CF hasta que el club inicie las obras del Nou Mestalla. La decisión se dio a conocer este miércoles, pero esta decisión se adoptó realmente la semana pasada antes de que se cerrara el acuerdo de gobierno de coalición. Por lo que, sencillamente, el martes se le trasladó a Vox la decisión que el gobierno había adoptado respecto a este asunto. 

Por lo que respecta a los presupuestos, cabe recordar que la entrada de Vox en el gobierno se produce días antes de que se celebre el segundo pleno ordinario del mandato. Este tendrá lugar el próximo martes y precederá a la sesión plenaria de noviembre, en la que deberán aprobarse las cuentas de València de cara al año que viene.