Francisco Lorente, presidente de MSC España, y Nacho Ballester, consejero delegado de MSC en Valencia. Foto: EVA MÁÑEZVALÈNCIA. Aurelio Martínez, presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), ya tiene el camino expedito para continuar adelante con la ampliación norte del Puerto. Una vez recabado el informe de Puertos del Estado que avala la ampliación, solo faltaba que TIL-MSC, la empresa que ha presentado la única oferta para construir y explotar la futura terminal, confirmase que mantiene su interés por invertir los 1.011 millones previstos. Y esa confirmación ya ha llegado.
Según informó este jueves la propia APV, el consejo de administración de TIL, la firma del grupo MSC especializada en explotación de terminales de contenedores, acordó este miércoles mantener la oferta que en septiembre de 2019 fue seleccionada por el consejo de administración del Puerto como candidata para hacerse con la concesión.
Superado pues este trámite, a la APV solo le resta proponer en su próximo consejo de administración el otorgamiento definitivo de la concesión a esta empresa, lo que supondrá poner en marcha de forma definitiva la ejecución de la fase definitiva de la polémica ampliación norte del Puerto de Valencia.
Y el presidente de la APV está decidido a hacerlo tan pronto como sea posible porque el proyecto, que ha tenido que ser modificado por la APV para excluir sus aspectos más controvertidos en un intento por restar contestación al mismo, ya acumula al menos un año de retraso respecto a sus previsiones.
De hecho, el presidente del Puerto ignorará la advertencia del Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) para justificar con nuevos estudios que las modificaciones "apreciables" con las que se ejecutará la fase final continúan encajando dentro de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que se le concedió en 2007.
Según aseguraron a este periódico un portavoz de la APV, no habrá estudios adicionales sobre el impacto ambiental de la obra y la concesión se otorgará sobre la base de los informes ahora disponibles.
La determinación del Puerto contrasta con la claridad con la que el secretario de estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, le recuerda a la APV que la Ley de Evaluación Ambiental determina que las modificaciones en proyectos ya autorizados deben someterse a una evaluación ambiental simplificada.
Lo hace a través de una carta remitida a Aurelio Martínez el pasado 15 de abril en la que le especifica que ello es de especial aplicación cuando los cambios previstos "puedan tener efectos adversos significativos sobre el medio ambiente al implicar un incremento significativo de emisiones, vertidos o generación de residuos, o de utilización de recursos naturales", entre otros supuestos.
En ese caso, el Ministerio de Transición Ecológica advierte que le corresponde a la APV "llevar a cabo un estudio preciso" sobre si en este caso se da alguna de esas circunstancias, que comportarían la necesidad de una nueva evaluación ambiental o si, por el contrario, "no se darían efectos adversos significativos". Si como resultado de esos estudios concluyera que es necesaria una DIA simplificada para terminar la obra, el Miteco se compromete a tramitarla "con la mayor celeridad".
La carta se envió tres días después de que se publicase una resolución aclaratoria de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental para subsanar algunas solicitudes de DIA para obras en curso en varios puertos de interés general, entre ellos el de València, que "de manera errónea" atribuían a Puertos del Estado la condición de "órgano sustantivo" y, por tanto la potestad de decidir sobre las DIA.
Sin embargo, el presidente de la APV insiste en que tramitar una nueva DIA sin necesidad sería "prevaricar" e interpreta que el Miteco le da la razón.
La ampliación del Puerto de València ha entrado en su fase decisiva una vez que Puertos del Estado ha avalado la vigencia de la DIA de 2007, incluso tras los cambios, pero le recomienda que en caso de no tramitar una DIA simplificada lo justifique con nuevos informes ambientales.
Aunque el organismo que preside Francisco Toledo dice que los cambios en el anteproyecto constructivo "no tendría por qué requerir una nueva evaluación ambiental" al haber desaparecido el dragado del canal de acceso o la prolongación del dique principal, las conclusiones se basan en una nota técnica que también recomienda al Puerto de Valencia acredite previamente una serie de cuestiones ambientales si decide no tramitar una DIA simplificada.
El dragado del canal de acceso para aumentar el calado iba a proporcionar el volumen de material para rellenar el muelle de la futura terminal de contenedores. Al renunciar a ese dragado, el Puerto propone como alternativa ampliar el calado de la dársena interior hasta la cota de –24 metros, una actuación menos controvertida al ejecutarse en aguas abrigadas y que le permitiría disponer de una fuente alternativa de material de relleno.
Por ello, Puertos del Estado insta al Puerto de Valencia a acreditar que la "intensificación" del dragado en su dársena interior "no conduce a un incremento significativo de vertidos al litoral" con respecto al proyecto original sometido a la DIA. Asimismo, le recomienda que garantice que el material sobrante procedente de las demoliciones o de la retirada prevista de instalaciones portuarias ya ejecutadas, que figuran sin destino concreto, será reutilizado para relleno de explanadas o para otras infraestructuras del puerto, "de forma tal que no suponga un incremento significativo de la generación de residuos" con respecto al citado proyecto original.
