VALÈNCIA. (EP) El Govern del Rialto, el ejecutivo de València que integran Compromís y PSPV, ha rechazado este jueves reprobar al alcalde de la ciudad, Joan Ribó (Compromís), por sus manifestaciones sobre la actuación policial en las protestas registradas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél.
Esta decisión se ha adoptado en el pleno ordinario de febrero celebrado esta jornada en el Ayuntamiento de la capital valenciana, tras salir adelante la moción alternativa que el gobierno local ha presentado a la planteada por el PP para reprobar al primer edil y pedir su dimisión. La medida ha prosperado con el apoyo del Rialto, la abstención de PP y Cs y el voto negativo de Vox.
Los 'populares' planteaban la "defensa de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado" y la "condena de la violencia e incitación al odio". La portavoz del PP, María José Catalá, ha calificado de "cobarde" a Joan Ribó por no "dar la cara" en el pleno y dejar que en su lugar y en nombre de su grupo hablara el vicealcalde, Sergi Campillo. "Es a él al que se le piden explicaciones", ha resaltado.
Antes de la sesión plenaria, Ribó ha dicho que la reprobación le parecía "divertida" y ha afirmado que "en ningún momento" habló "en contra de la Policía" y que el nivel de violencia en València fue "bajo". A su vez, ha insistido en que se debe contar con "protocolos claros de actuación" con garantías para los manifestantes y los agentes y ha invitado a cambiar la 'Ley Mordaza'.
El PP ha presentado su moción después de que el pasado jueves y a partir de las protestas en València por la entrada en prisión de Hasél, Ribó emitiera un tuit en el que apuntaba que "una actuación desproporcionada de la Policía Nacional no aumenta la seguridad" sino que "aumenta la crispación social de forma gratuita".
Posteriormente, el alcalde señaló que "hablar de una desproporción en cuanto a la actuación policial y los hechos que han pasado no implica ningún ataque a la Policía" y consideró --tras una conversación con la delegada del Gobierno, Gloria Calero (PSPV)--, que es "muy importante mantener una proporcionalidad entre lo que pasa en la calle y las actuaciones policiales".
El acuerdo impulsado por el ejecutivo municipal establece "condenar cualquier acto violento realizado en las protestas convocadas en los últimos días y semanas" y "apoyar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tanto estatales, como autonómicos y municipales". Igualmente, habla del respaldo del Ayuntamiento "a la Delegación de Gobierno y las medidas anunciadas por esta, entre ellas, la apertura de una investigación para esclarecer los hechos acaecidos en las manifestaciones de los últimos días" en València.
Además, el acuerdo recoge "reiterar" el apoyo del consistorio "a cualquier debate democrático y pacífico sobre las libertades, entre estas la de expresión, y otros derechos democráticos" y muestra su "compromiso" con los valores del "estado social y democrático de derecho" contemplados en el Estatuto de Autonomía y la Constitución.
El texto condena "las manifestaciones que incitan al odio o la violencia y, especialmente, aquellas de carácter machista y denigrantes para las mujeres como las expresadas por Pablo Hasél" y señala que se solicitará la modificación del Código Penal para "adecuar el contenido de los delitos relacionados con la libertad de expresión y el derecho a la información a lo manifestado por el Defensor del Pueblo en su informe de 2019".
A esto se suma la decisión de pedir la modificación de la 'Ley Mordaza'. El debate de la moción del PP lo ha precedido la intervención de un representante del sindicato policial Jupol, que ha leído "un panfleto de convocantes de protestas" con indicaciones "de grupos organizados para combatir a la Policía" y ha pedido a Ribó una "rectificación" por su tuit y ha reclamado su dimisión "por las manifestaciones hechas".
La portavoz del PP ha rechazado las actuaciones de "grupos extremistas que pretenden herir a los policías" que "nos protegen" y ha dicho que las palabras del alcalde le producen "bochorno", además de considerar que con su "gira por televisiones nacionales" para hablar de este asunto ha hecho el "ridículo" y quedado "en absoluta evidencia".
Catalá ha criticado que el primer edil diga que "le hace gracia" que se plantee su reprobación y el "ejercicio de chulería" de "un alcalde que no es para todos sino para unos cuantos" y que "ampara protestas ilegales" y acusa a "Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado". "Hace de vocero, de altavoz, de los que salen a la calle, en pandemia y con restricciones para defender a Hasél", ha declarado.
El portavoz de Vox, José Gosálbez, ha expresado su respaldo a los cuerpos policiales y ha dicho que "algo de dignidad y una mínima vergüenza" llevaría a "condenar" el "terrorismo callejero", tras lo que ha criticado que Ribó arrojara "por la boca un vómito nauseabundo e intolerable echándole la culpa a la Policía". Ha pedido la dimisión del primer edil, por ser "vergonzoso tenerlo de alcalde la tercera ciudad" de España y que pague los daños causados en las movilizaciones.
El portavoz de Cs, Fernando Giner ha lamentado que se confunda "la libertad de expresión con un delito de odio", ha dicho que los policías siguen órdenes y ha calificado de "desafortunadas" las palabras de Ribó en su tuit y ha señalado que está "lleno de contradicciones", además de solicitar su dimisión e instar a una moción de censura contra el primer edil. "La reprobación se nos queda corta", ha afirmado.
La vicealcaldesa y portavoz socialista, Sandra Gómez ha valorado que se haya abierto el debate para sobre la "desespenalización de determinados tipos delictivos" y ha defendido la necesidad de ajustar el Código Penal al de "otros países europeos". La edil, que ha afirmado que Hasél "no es referencia de libertad de expresión", ha condenado a quienes son violentos y ha defendido a quienes se manifiestan "pacíficamente", al tiempo que ha llamado "a la calma y a evitar crispación" y ha mostrado respeto a la Policía.
Sergi Campillo ha precisado que no se debe debatir un tuit sino "ir la fondo" y ha destacado que fueron "corpúsculos" los que atacaron una "manifestación pacífica". A su vez, ha defendido el derecho de manifestación y la libertad de expresión y ha asegurado que se debe tener en cuenta que València es una ciudad diversa.