El síndrome del cazador cazado: las reacciones a las últimas citaciones del 'caso Imelsa'

VALENCIA. La Operación Taula ha logrado tambalear toda la política valenciana. Tras el desfile de dirigentes y asesores del PP por las dependencias de la Guardia Civil por el caso Imelsa, los temores y las advertencias se confirman y el resto de partidos que tenían representación en el consejo de administración de la entidad han recibido la llamada de la UCO.

Con investigados o no, todas las formaciones políticas han visto alterado su funcionamiento en un momento en el que el foco mediático sitúa la corrupción en el mismo lugar que la Comunitat en un mapa. De un lado, unos partidos tratan de defenderse y salvaguardar a los suyos; otros hacen la guerra y disparan dardos bajo el discurso de que la corrupción es un mal que puede afectar a cualquiera, mientras quedan algunos que aprovechan su situación al margen de las imputaciones para observar si el resto se hunde.

Hasta el momento el caso Imelsa solo había implicado a cargos del PP, que ha sufrido un fuerte golpe al haberse quedado prácticamente sin grupo municipal en el ayuntamiento de Valencia. La gestión de este conflicto por parte de los populares, que fue y continúa siendo criticada, parece haber servido de lección para el resto e interpretarse como un camino que no debe ser transitado.

En el PSPV y Compromís han decidido actuar rápidamente y apartar de forma cautelar a aquellos que pasarán la próxima semana por las comandancias de la Guardia Civil. Si bien es cierto que, por el momento, los mencionados dirigentes sólo han recibido la llamada de la UCO que los cita a declarar, este contagio del caso Imelsa es motivo de preocupación en los partidos. Que cuatro formaciones políticas de distinto color cuenten con dirigentes llamados para dar explicaciones es un hecho aprovechable para extender una mala imagen de la política y asociar la corrupción como característica consustancial.

Haciendo un torniquete al problema antes de que se extienda, a primera hora de la mañana tanto Emili Altur como Emili Mira pusieron su cargo a disposición de Compromís que durante la tarde aceptó la renuncia de sus cargos orgánicos por “la alarma social” que generan estos casos.

Altur es responsable de la Delegación de Cooperación Internacional y Municipal y vicepresidente tercero de la corporación provincial y Mira Secretario de Organización en Compromís y miembro de la comisión negociadora en Madrid, asunto del que también se desvincula de forma cautelar. Mira no ha sido citado a declarar según informó Compromís, pero “toma esta decisión para no interferir en el funcionamiento orgánico de la formación política”, aseguraron.

En las filas socialistas han sido citados a declarar el exportavoz en la corporación y hasta hace pocos días jefe de gabinete, José Manuel Orengo, y el exdiputado provincial socialista y actual alcalde de Gestalgar, Raúl Pardos, ambos también apartados por el momento de sus cargos. Pardos continua siendo alcalde de Gestalgar puesto que el partido entiende que la sombra de la duda se haya en la Diputación y no en el ayuntamiento.

Tanto Compromís como el PSPV reseñaron el carácter “cautelar” de esta medida y separaron las responsabilidades políticas de las penales, explicando que, si se llegara a formalizar la imputación -'investigación' según la nueva Ley'- habría que repensar el futuro de estos dirigentes en el partido. “Las personas serán apartadas cuando dejen de poder dar explicaciones” sostuvo Mónica Oltra.

Aprovechando la comparecencia, la líder de Compromís y el líder del PSPV, Ximo Puig, quisieron destacar que la rapidez de sus actuaciones les diferencia con el PP.

Precisamente los populares trataron de restarle importancia a sus casos de corrupción a raíz de estas citaciones. Eva Ortiz aseguró en los pasillos de les Corts que esto demuestra que la corrupción “es cosa de personas, no de partidos”. En la corporación provincial, el PP continua apuntándose el tanto de la lucha anticorrupción que ya se ha oído en varias ocasiones en sus filas en les Corts y exige a Jorge Rodríguez que cese a los tres vicepresidentes que serán investigados. La portavoz popular provincial, Mª Carmen Contelles sigue la línea de Ortiz y exige a los socialistas y a Compromís que "apliquen la ejemplaridad que hasta ahora han exigido".

Por su parte, el presidente socialista Jorge Rodríguez aseguró encontrarse sorprendido e indignado por las citaciones de la UCO, y manifestó -igual que lo hicieron Oltra y Puig- "plena confianza" en su equipo.

Indignación y sorpresa fueron las mismas palabras que empleó Rosa Pérez, la diputada de Esquerra Unida en la corporación provincial que destapó el caso Imelsa al conocer que deberá pasar por la comandancia de la Guardia Civil con un abogado, como el resto de citados. La respresentante de EU señaló en un comunicado que la formación ya había contactado con la UCO y la UDEF, ofreciendose para aclarar las informaciones "y nunca se les llamó durante toda la instrucción del proceso". En el mismo documento, EU asegura tener "la absoluta seguridad de no haber cometido ninguna irregularidad".

EU, Compromís y PSPV han reiterado en varias ocasiones la diferencia entre imputación y citación a declarar, lo cual, por otra parte, no ocurría en el caso de las investigaciones referidas al PP.

Ciudadanos y Podemos sacan pecho

Los dos nuevos partidos en les Corts que mantienen limpia su imagen aprovechan también la situación apra tratar de sacar rédito político. Ayer fue aprobada Comisión de Investigación del caso Imelsa y, en el mismo pleno, admitir a trámite la ley de creación de la Agencia contra la Corrupción, propuesta de Podemos, ambas aceptadas por unanimidad parlamentaria.

Antonio Montiel, síndic de la formación morada, se mostró "orgulloso" de poder hablar de lucha contra el fraude y la corrupción en la Comunitat "con la que está cayendo" y, posteriormente, aseguró que le preocupaba el papel de las Diputaciones como "foco de corrupción", y "perpetuación del caciquismo" por lo que aboga por una progresiva eliminación de las mismas.

Alexis Marí, portavoz de Ciudadanos, también exigió al resto de partidos que "actúen de forma contundente con lo que nos han ido vendiendo", en referencia a las denuncias de Compromís y PSPV en su época en la oposición.

De esta manera han ido reaccionando las formaciones políticas en medio de un panorama en el que la escopeta gira y mira también al cazador.