VALÈNCIA. El Teatre El Musical encara cinco meses de programación diseñada sin dirección, tras el fin del contrato de Olga Alvárez en noviembre de 2019. En la presentación de la temporada septiembre-enero, Maíte Ibáñez, que se estrenaba en su primera rueda de prensa como concejala de Acción Cultural, puso un objetivo y un plazo sobre la mesa: que en antes de que acabara la temporada, Álvarez tuviera quién la sustituyera. Finalmente, los plazos se impusieron, la convocatoria del concurso para resolver la plaza salió casi para despedir el 2019 y en la rueda de prensa de presentación de la programación para el periodo febrero-junio no han podido presentar a la persona que tomará las riendas del proyecto. "Hasta el 15 de febrero la convocatoria está abierta y esperamos que durante la primavera (abril o mayo) todo esté resuelto ya", comentaba Ibáñez ayer a los periodistas. La realidad es que el Ayuntamiento, según ha contado la concejala, está incluso tanteando algunos espectáculos para otoño, a la espera de que, en el peor de los casos, "la programación no pare".
El diseño de la agenda para los próximos cinco meses ha sido encargado al gestor cultural de Juanma Artigot, que "ha tenido en cuenta las líneas que dejó trazadas la anterior coordinadora". Artigot lo ha hecho con un contrato temporal como jefe de sala y coordinador del teatro que se alargará hasta -exactamente- un día antes de que sea nombrado oficial el relevo. Al estar el proceso abierto, él (presente en la sala) no ha querido aclarar si se ha presentado a este. Si la presentación de La Mutant mereció como titular "Año cero", el TEM vivirá, hasta que concluya el procedimiento, en una alargada transición.
Ya metidos en materia, la programación a la que se embarca el TEM desde el pasado fin de semana (con Próximo) hasta el 7 de junio vuelve a combinar teatro, danza, artes vivas, música y una serie de actividades que buscan integrar el espacio con el barrio del Cabanyal-Canyamelar. En la presentación se ha querido destacar tres fechas especialmente. En primer lugar, el montaje Slit de Anna Albadalejo (21 y 22 de febrero). La pieza nació en verano de 2017 en el marco del Proyecto Obs-cenus y es una de las apuestas más políticas de esta temporada. Apuesta por visibilizar las intimidades sexuales y afectivas. "Va a ser una masturbación colectiva", ha dicho entre risas su autora, que no ha dejado de reivindicar el teatro como motor de un cambio social y ha justificado su investigación: "La identidad de género empieza a estar ya aceptada, pero no la identidad sexual, y dentro de esta está el placer, que siempre hemos se nos ha negado o sublevado a otras cosas, especialmente a las mujeres".
Cabanyal Íntim cumple su décimo aniversario y lo hará celebrando su fiesta de inauguración en el TEM, además de sitar allí su Territori Performance (16 de mayo). De esta manera, se establece una estrecha colaboración entre el festival urbano y la concejalía de Acción Cultural. Es muy relevante esto, ya que Cabanyal Íntim es la cita urbana de referencia en el barrio y el año pasado, con el cierre de La Col·lectiva, se quedaron sin sede. "Estamos en conversaciones con las instituciones y, en efecto, es una necesidad que hemos planteado. Esperamos que más pronto que tarde podamos dar noticias", comentó una de sus responsables a la pregunta de este diario.
Finalmente, esta temporada el TEM acogerá la primera coproducción con el Institut Valencià de Cultura: Barahúnda, en su estreno absoluto el 8 y 9 de mayo. La obra, con texto de Isabel Caballero y dirección de Gemma Miralles, es una comedia distópica sobre el mundo rural, en el que la relación con lo digital será el catalizador de historia. La pieza está basada en el texto teatral homónimo, creado en el II Laboratori Ínsula Dramataria Josep Lluís Sirera del IVC, y con ella se da un paso más en las relaciones entre Ayuntamiento y la institución autonómica. En ese sentido, Roberto García, director adjunto de teatro y danza del IVC, ha proyectado "una coordinación que ya existe para compartir información y poder ofrecer una programación completa y extensa en la ciudad de València". El objetivo: "que cada centro, sea del Ayuntamiento o del IVC tenga una marca identificable y propia".
Dentro de los grandes nombres del panorama escénico que visitarán el TEM durante los próximos meses se encuentra el argentino Pablo Messiez, que propone en Las Canciones (14 y 15 de febrero) una reflexión sobre el poder de la música a partir de los personajes de Tres Hermanas de Chéjov. Junto a él, destacan autores como Lucía Carballal, responsable de Las Bárbaras (5 de abril), comedia ácida con tres actrices -Amparo Fernández, Mona Martínez y Ana Wagener- en estado de gracia, o Miguel del Arco, que en su versión de Ricardo III (5 de junio) opta por potenciar un elemento clave del texto original de William Shakespeare: el humor.
Otra de las presencias relevantes de la temporada será la del dramaturgo catalán Roger Bernat, que con Flam (7 de marzo) busca reinventarse a sí mismo con un espectáculo basado en las emociones encontradas y la evolución de la risa y el llanto. Por su parte, Bob Pop y el director Andrés Lima unirán sus fuerzas en Los días ajenos (27 de marzo), un monólogo de experiencias vitales, improvisado y sin guion, donde el transgresor crítico televisivo repasará su existencia a partir de diarios escritos por otras personas.
Más allá de nombres concretos, algunos de los textos que pasaran por el TEM llevan la firma de compañías tan importantes del circuito nacional como La Estampida, T de Teatre o La Calórica. Los primeros presentarán Lo nunca visto (7 de febrero), la historia de una decadente profesora de danza que se alía con dos ex alumnas problemáticas para crear el mejor espectáculo jamás visto, mientras que la formación barcelonesa pondrá en escena otro relato sobre artistas fracasadas y segundas oportunidades, Cançó per a tornar a casa (1 de marzo). Una temática, la de caída y posterior redención, que también sirve de base a Fairfly (22 de marzo), el montaje de La Calórica en el que cuatro amigos a punto de ser despedidos deciden que ha llegado el momento de hacer realidad aquella brillante idea que nunca se atrevieron a desarrollar. Antes será el turno de Freak (28 y 29 de febrero), la adaptación de la obra de la dramaturga británica Anna Jordan sobre los conflictos de la mujer en la sociedad actual, a cargo de la directora valenciana Paula Amor.
En el territorio musical, habrá espacio para una particular fusión entre música clásica y flamenca de la mano de los valencianos En Clave de Clot (16 de febrero). El flamenco volverá a inundar el escenario del Cabanyal-Canyamelar con la actuación de dos de las personalidades más relevantes del momento: el cantaor Israel Fernández y el guitarrista Diego el Morao (29 de marzo). Tras ellos, llegará el turno de la fusión entre jazz y pop-folk de la mexicana Silvana Estrada (23 de abril) y del pop con pinceladas de electrónica de trío barcelonés Els Amics de les Arts (21 de mayo).
Por su parte, la danza estará presente en El Musical de la mano de dos prestigiosas creadoras y dos de los encuentros artísticos más destacados del circuito valenciano. El primero de ellos será Dansa València, que llevará a la sala el último espectáculo de la bailaora y coreógrafa cordobesa Olga Pericet, Un cuerpo infinito (3 de abril). Al mes siguiente, será el Festival 10 Sentidos el que programará Fase, Four Movements to the Music of Steve Reich (23 y 24 de mayo), el primer montaje concebido por la coreógrafa belga Ana Teresa de Keersmaeker en 1982, y que podrá verse de nuevo en el TEM treinta y ocho años después de su estreno en Bruselas. Junto a estos festivales, el teatro se convertirá los días 16 y 18 de abril en una de las sedes del Festival Internacional de Circo de València, Contorsions, y también de la tercera edición del Festival de Titelles que organiza el TEM junto a Teatro la Estrella (6 y 7 junio) y que concluirá la temporada.