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la castellonense ganó el galardón a mejor dirección en los vi premios berlanga

Elena Escura: "El cine sirve para hablar de lo que no se entiende, de lo que atormenta"

18/11/2023 - 

CASTELLÓ. No esperaba la castellonense Elena Escura que con su ópera prima iba a llevarse el título en los últimos Premios Berlanga a Mejor Dirección. La cineasta, que ha escrito ocho cortometrajes y dirigido otros cinco, se alzó con este galardón por Les vacanses de Mara, su primer largometraje. Una película, producida por Tarannà Films, donde se adentra en el lado oscuro de la amistad y lo hace, además, hablando de los sueños perdidos. Todo lo que, sin darnos cuenta, se nos queda por hacer cuando alcanzamos una edad más adulta. En su caso, la cineasta puede decir que se encuentra en un buen momento profesional, ya que además de este, también obtuvo el premio a Mejor Corto de Ficción por su obra Hàbitat (producida por Aire de Cinema y Wicker Films). Una cinta llena de sensibilidad donde se atreve a poner la mira en las personas que habitan en la calle. 

Una semana después de haber recogido ambos galardones en València, Escura atiende a Culturplaza en una conversación donde repasa su obras y, además, reflexiona sobre el cine que le gusta y el futuro del sector.

-Primero que todo, ¿cómo te sientes tras el doble reconocimiento en los Berlanga?
-Muy emocionada. El cortometraje Hàbitat ha tenido muy buena trayectoria desde que empezamos a distribuirlo dentro del catálogo del IVC. Con lo que ya estábamos contentos, pero recibir este premio ha sido además muy especial, porque he podido compartirlo con los productores. En cuanto al largo, no me lo esperaba para nada. Fue una gran sorpresa, porque había películas que tenían muchas nominaciones como Kepler Sexto B y Olvido, y pensaba que un premio así tan importante iría para uno de ambos. Estaba muy sentada en la silla, de hecho, cuando dijeron mi nombre. Se me salía el corazón por la boca. 

-¿Es un buen momento para las cineastas y productoras valencianas? 
-Sí, sin duda. Estamos viendo que hay más mujeres contando historias, pero también ocupando los roles de producción y dirección, que ya iba siendo hora. En nuestra película, en particular, tenemos un 85% de mujeres en el equipo. Algo que no debería de destacarse, porque debería ser más normal, pero que como no lo es, hace falta resaltar. Todavía es necesario avanzar más.

Foto: EVA MÁÑEZ

-Te encauzaste en Les vacanses de Mara después de muchos cortos y documentales. ¿Cuál fue el detonante que te llevó a hacer este largo?
-Empecé con los cortos, porque son una buenísima escuela para aprender. Es un formato que te permite experimentar y aprender a guionizar y dirigir. Puedes equivocarte y no te estás jugando tanto a nivel económico. Pero siempre se sueña con escribir el guión de un largo. Tenía varias ideas a medio desarrollar que no habían salido adelante. En realidad, es bueno escribir varias historias al mismo tiempo y no estancarse luchando por una sola. Así que finalmente fue Les vacanses de Mara la elegida. Se la propuse a Giovanna Ribes (Tarannà Films) y me dijo que sí, que la intentáramos presentar a diferentes convocatorias públicas. Un año no nos seleccionaron, pero al siguiente sí y fue una suerte, porque el camino hasta que te den una ayuda es muy largo. Son muchos los factores que no dependen de una misma. Puede llegar a ser desesperante. 

-El punto de partida del film son dos mujeres que se reencuentran después de un largo tiempo y ahora necesitan reconstruir su amistad. 
-Sí, la historia va de una amistad en la que hay que sanar mucho, porque ha pasado un largo tiempo y muchas cosas entre medio. Pero, además de esto, de lo que quería hablar es de la importancia de las decisiones que tomamos en la vida. Hay decisiones que inevitablemente no se pueden cambiar. Otras sí, siempre puedes reinventarte. Pero cuando llegas a los 40, como le sucede a la protagonista, debes asumir las decisiones que has tomado y reflexionar sobre si te gusta tu vida o no es la que soñabas, que es lo que le pasa a Mara. Al visitar a su amiga Vera se da cuenta de que hay algo raro entre ellas, además de porque hace tiempo que no se ven, en este reencuentro sale a la luz un sentimiento algo tóxico, que va de la envidia a la admiración. Mara está perdida e intenta ocupar la vida de su amiga. Por eso, su reencuentro no resulta satisfactorio. Le hace recordar todo lo que no hizo. También Vera tiene un amante en la sierra y ella a su marido de hace años. Son unos sentimientos que pueden aflorar en cualquiera.  

-¿Crees que lo que funciona de la historia es justamente eso, que es fácil empatizar con la frustración de Mara?
-Sí. Mucha gente se puede identificar con ella, tanto hombres como mujeres. Mira, cuando empezamos a hacer el work in progress de la película, la gente nos preguntó que si esta era una película para mujeres y yo ya dije que no, es una película para todo el mundo. Cuántas películas de amistad entre hombre me he tragado yo, pues ahora con las mujeres sucede igual. Aspiramos a que sea para todo el mundo, aunque quizá a toda la gente no le guste. 

'Les vacanses de Mara'

-En Hàbitat, tu otro proyecto premiado, abordas el tema del desahucio. ¿Te serviste de algún caso real?
-No, no era un caso en particular. Había visto algún documental sobre desahucios, pero no es un tema del que esté super al día. Surgió tras hacerme una pregunta, que es como creo que nacen muchas historias. Me pregunté qué pasaría si una señora que está en la calle pudiera entrar en la que fue su casa. Vivo en el Cabanyal y veo a mucha gente durmiendo en la calle, pero también veo mucha gentrificación y los Airbnb. Juntar esas cosas es como fuerte. Y en realidad, podríamos ser cualquiera. La protagonista es una mujer de clase medio baja muy normal, que lo que hace es volver a su antigua casa por un día. Lo que supone un último gesto de dignidad. Le asaltan los recuerdos y es un día muy feliz para ella, porque el resto los pasa durmiendo en la calle. 

-Tus historias siempre tienen un componente social. ¿Te gusta apoyarte en ellas para reflexionar?
-Sí. Me gusta el cine que cuenta historias pequeñas, pero en el que hay mucho en off, mucha reflexión que no estamos viendo. Es el cine que intento hacer. Es muy típico decirlo, pero una escribe las historias que le gustaría ver en una película. Lo social me interesa mucho. Si bien Les vacanses de Mara tampoco es un film muy social, es más intimista y de relaciones.

-¿Estás metida en algún proyecto semejante? ¿Es ahí donde dirigirás siempre tu cine? 
-Tengo proyectos, pero no hemos empezado a moverlos. Y sí, al final una siempre cuenta con los mismos temas y referentes. Como decía Truffaut, se hacen las películas que a uno le atormentan. El cine sirve para hablar de lo que no se entiende, de lo que atormenta. A mí, así me sucede. 

-Parte del largometraje está rodado en Castellón. ¿Dirías que la provincia está haciéndose un sitio como "plató de rodaje"? ¿Y cómo generadora de cine?
-Como escenario de rodaje sí que está Castellón aprovechando sus posibilidades. Yo rodé en la Serra d'Irta y todo el equipo, que era valenciano, alucinaba. Pero, respecto a lo otro, faltan iniciativas culturales que activen un poco a los cineastas de la provincia. Faltan estímulos. El festival VIST de Vila-real organizó en la pasada edición una sesión de networking donde nos reunimos todos los cineastas de la provincia y fue super bonito. Había mucho talento, gente haciendo tanto cortos como largos. Moises Romera, por ejemplo, está junto a Marisa Crespo distribuyendo su trabajo internacionalmente.  Hacen falta más lugares de encuentro como el que tuvimos en el VIST para poder aprovechar el talento, porque sino al final todos nos vamos a València o fuera. Esto no se puede perder.

-En su discurso en los Berlanga, la presidenta de la Acadèmia Valenciana de l’Audiovisual, Teresa Cebrián, también hizo un llamamiento a la unión, en este caso, de los profesionales valencianos para hacer crecer el sector. ¿Qué esperas de los próximos años?
-Pues nos han llegado ya varias noticias que afectan al sector de lleno, como son posibles rectores. De ahí las palabras de Teresa. Tenemos que ir en el mismo barco y ser fuertes, porque creo que peligran algunas de las cosas ya conseguidas. Espero que podamos seguir creciendo, porque estamos en un buen momento. Los Berlanga ya han alcanzado la sexta edición y deberíamos seguir subiendo. No hacer un alto, sino ir a más. 

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