VALÈNCIA. La compañía eFashion Championship (eFC), controlada por Enrique Bañuelos, ha realizado un pedido de 96 bólidos eléctricos (hypercars) de competición a la cotizada sueca Inzile. Un contrato valorado en 80 millones de euros, pero eso sí condicionado a que triunfe la Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA) lanzada por el empresario saguntino.
Conviene recordar que la semana pasada el supervisor nórdico informó que Inzile ha recibido una oferta de compra, vertebrada en la adquisición del 50% de la española QEV Tech Holdings -copropietaria de la también nacional QEV Technologies y ambas controladas por Bañuelos-, y posteriormente con el compromiso de que la sueca apruebe una ampliación de capital para que eFC se haga con el 63% del paquete accionarial.
Todo está en manos de los accionistas del fabricante de vehículos eléctricos que participa -junto a QEV Technologies- en un proyecto para convertir la planta de Nissan en Barcelona en una fábrica multimarca y multiproducto de coches eléctricos. Y una vez den el 'sí quiero' -como todo hace pensar-, la operación reciba las pertinentes autorizaciones regulatorias.
Inzile se encargará de la gestión del proyecto del pedido, que incluye incluido el abastecimiento de la capacidad de entrega de QEV Tech, así como de otros proveedores. Los coches de carreras se producirán y entregarán dentro de los 12 meses siguientes a la fecha del pedido. Pero eso sí siempre y cuando se complete la transacción para permitir que eFC adquiera el 63% de las acciones de Inzile, que le generará un margen neto de 8 millones de euros.
Mientras tanto las acciones de Inzile lograban superar ayer a lo largo de la sesión las 46,10 coronas suecas (SEK) por acción -4,55 euros- a los que erró el día que se comunicó al supervisor nórdico la operación. De hecho llegaron a tocar las 48,45 SEK -4,77 euros- para cerrar posteriormente en las 41,75 SEK como se refleja en el gráfico de Investing. No hay que olvidar, tal y como contó el viernes pasado Valencia Plaza, las tres primeras sesiones tras conocerse la noticia, los títulos de Inzile recibieron un duro castigo y, además, acompañado de fuertes volúmenes de contratación.
El fabricante de vehículos eléctricos se deja este año casi un 22% en el Nasdaq First North Growth Market donde cotiza. Sin embargo, echando la vista atrás al día de su debut (28 de junio de 2019) ha cuadruplicado su valor en esta especie de BME Growth, el antiguo Mercado Alternativo Bursátil (MAB), dado que partió de las 10 coronas suecas. Al cierre de ayer su capitalización era de unos 82 millones de euros al cambio.
Todo ello pese a que comenzó el presente ejercicio con mucha fuerza, llegando a superar a primeros de enero los 60 SEK -rozando los 6 euros por título- en lo que fue su máximo histórico. De este modo, sextuplicaba el valor de su salida en el parqué sueco; el mismo que fue adquirido por el Nasdaq estadounidense en mayo de 2007, por la que pagó unos 3.700 millones de dólares.